Curri Valenzuela, o Curri la del Bombo con la ministra Pastor
Si Franco se levantase de su tumba y leyese La Vanguardia no daría crédito a sus ojos. El periódico particular que más le elogiaba, por encima del ABC, convertido en un portavoz del catalanismo más intolerante. Antoni Puigverd explica en su columna que la defensa del catalán debe pasar por encima incluso de los derechos fundamentales:
«La tensión política entre partidarios y contrarios de la inmersión no tiene por supuesto nada que ver con los derechos individuales. El intento de hacer desaparecer la anomalía lingüística catalana es demasiado antiguo como para que, en buena lid argumental, aceptemos, sin más, que el problema de la inmersión escolar son los derechos de los castellanohablantes. No digo que para algunos ciudadanos no sea este el problema, digo que políticamente es indefendible la crítica a la inmersión en nombre de los derechos civiles.»
¿En qué se distingue Puigverd de los gobernadores civiles del franquismo? ¿Y qué hacemos si los catalanes no quieren hablar catalán? ¿Los reeducamos?
Como refutación a la anterior barbaridad, la columna de Eduardo San Martín en ABC:
«¿Cómo explicar, por ejemplo, a un forastero inteligente que en una parte del territorio de un país reputado de libre los niños no pueden estudiar en la lengua de sus padres, que es oficial en todo ese Estado, a pesar del mandato de los tribunales? En los países serios esas cosas no ocurren.»
A Juan Carlos Rodríguez Ibarra su prejubilación universitaria le deja mucho tiempo para escribir tribunas y ponerse en ridículo. Después de veinticuatro años como presidente de la Junta de Extremadura se dedica a señalar los defectos del sistema político. ¡A buenas horas, mangas verdes! ‘Ajuste de cuentas a las Comunidades Autónomas’ se titula su tribuna de hoy en El País.
«A mi juicio, lo que la actual crisis ha puesto de manifiesto es la falta de un verdadero sistema de financiación coherente que garantice, de forma estable, recursos suficientes para el ejercicio de las competencias autonómicas.»
O sea, el ‘bellotari’ pide más dinero para las autonomías. Y concluye proponiendo la reforma del Senado: que todos los senadores sean designados por las comunidades. Para ello propone -¡qué original!- un acuerdo entre el PP y el PSOE. Ibarra, el pobre, no se ha enterado de que el Senado es una cámara subordinada al Congreso.
EMPATE ENTRE EL ESTADO Y ETA
Ignacio Camacho desvela los entresijos de la ‘paz’ en Irlanda y sus paralelismos con el llamado ‘conflicto vasco’:
«La paz irlandesa tiene mucho de ficticia y deja demasiadas dudas sobre el pragmatismo de un acuerdo que ha premiado la renuncia de los terroristas con un áspero reparto de poder; pero al menos allí tuvieron que desmantelar los arsenales antes de acceder a los cargos. En el caso vasco se ha invertido esta premisa primordial. A día de hoy, la batalla del Estado contra ETA está ganada en el terreno policial y judicial y perdida en el político. En el plano moral, la democracia iba ganando pero está a punto de conceder un pusilánime y acomodaticio empate de guante blanco.»
Santiago González es el único columnista que dedica su texto al debate Cañizares-ZP:
«Seis meses después de su desaparición, Rodríguez Zapatero se hizo carne en un curso de la Universidad Católica de Ávila. No hay razón para asombrarse; a Zapatero le encanta sorprender, incluso escandalizar un poquito a su peña.»
Curri Valenzuela saca hoy a hombros a la ministra Ana Pastor. El peloteo de los periodistas con los políticos es sencillamente repugnante y una de la cosas que hace que la prensa de pago baje y baje y baje en prestigio y ventas. Juzguen ustedes:
«[Los socialistas] se han quejado de que ni en esta ocasión ni en anteriores, como la reciente inauguración de las obras de un nuevo paso de Despeñaperros en la Nacional IV, Ana Pastor haya invitado a sus predecesores en Fomento. «¡Como si a ella la hubieran invitado a algo cuando dejó el Gobierno!», se enfada el topillo.»
«Ni se inmuta porque la acusen de estar dispuesta a derrochar millones para que el Estado se quede con las autopistas de peaje en quiebra. «Dice que si se las tiene que quedar, se las queda, espera a que la situación mejore y las volverá a adjudicar a mayor precio», asegura el topillo»
Manuel Fernández Ordóñez se ocupa en LibertadDigital de la nueva subida de la electricidad. ¿Sabían que hay un impuesto sobre la electricidad del 5,11% que está transferido a las comunidades autónomas? El autor propone lo siguiente:
«Bajar el IVA del 18% al 4%, quitar el impuesto sobre la electricidad del 5,11% y dejar de cobrar el IVA de este impuesto reduciría la factura eléctrica en más de un 15%. Pero el ministro dice que ‘no hay nada que el Gobierno pueda hacer'»
En La Vanguardia, Quim Monzó escribe una columna divertida, ‘El Armagedón, una vez más’, sobre Eurovegas en la que da en el clavo, sobre todo en la última frase:
«Nos dicen que será nuestra perdición -un mar de desenfreno y libertinaje-, pero me huelo que, si finalmente se construyese, la vida de los barceloneses no se vería muy afectada. (…) Eso sí, ojito con el magnate Adelson, porque es un fenómeno: decían que venía con los bolsillos repletos de billetes y ahora resulta que quiere que le financiemos el negocio.»
Pero según César Vidal en su editorial de ayer por la noche en Es.Radio, los obispos y los socialistas están en contra de Adelson porque es capitalista ¡y judío!
La tontería del día la perpetra Juan José Millás, que están tan pasado que pone como amenaza ecológica para la humanidad no el calentamiento global, sino ¡el agujero de la capa de ozono!, que ya no asusta a nadie.
«En un mundo agobiado por la devaluación del euro, por el agujero de ozono y la desaparición de especies animales, por la pérdida en general, aún no hemos entonado un miserere por el cierre de los quioscos de prensa.»