¡Ah, qué nostalgia, se me saltan las lágrimas! Víctor Manuel ha abandonado la comodidad de su lujoso hogar y ha recordado de golpe que el abuelo fue picador, allá en la mina, y arrancando negro carbón quemó su vida. Ya, parece un canto a la reconversión, pero no se dejen engañar. El nieto del abuelo Víctor ha vuelto a sus raíces para recibir a los mineros y si es verdad que el negro carbón ya le pilla un poco lejos, tiene otro título para solidarizarse con los más desfavorecidos: él también ha sido desahuciado. Lea La Gaceta – La subvención del abuelo Víctor
Como lo oyen. El año pasado las autoridades baleares, después de dos avisos, iniciaron el desahucio del chalé Los Pinos, en el puerto de Mahón, propiedad de Víctor Manuel y Ana Belén, igual que ha hecho con otros dos ‘personajes de progreso’, Lorenzo y Mercedes Milá, también propietarios en una zona de dominio público.
CANTOS DE MINA
El cantautor comunista fue acusado de adulterar diversos planos para evitar la expropiación de la pesquera de la que venían disfrutando desde hace 17 años por decisión del Gobierno socialista de Felipe González y de utilizar este espacio de forma privada. Ya ven qué dura es la vida del nietos de los mineros.
Ver a los zejeros recibiendo a los mineros -con abundante reflejo mediático, que no hay publicidad mala- me parece de lo más significativo, una estupenda foto de esta locura en la que se está convirtiendo España. Después de todo, y salvando el espectacular abismo del poder adquisitivo, ambos grupos trabajan en sectores cuya demanda es insuficiente, por lo que viven del presupuesto.
El cineasta español, como el minero asturiano, sabe que no está exponiendo en el mercado un producto de libre compraventa; sabe que su cliente es el Estado, y que con estos políticos que padecemos la coacción suele funcionar, algo que constatamos ayer amargamente en el aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco.
La izquierda mediática dudaba ayer entre la marcha negra y las alarmantes noticias económicas. El País abría explosivo -¿referencia freudiana a los barrenos de la mina?- al titular: «El déficit detona la subida del IVA«. Vamos, que sale sola la dichosa subida. Los hay que pensamos que estas subidas de impuestos no hacen más que agravar una situación económica desesperada, pero estamos muy solos. La izquierda mediática, por intervencionista, aplaude todos los impuestos y casi toda la Prensa del otro lado, por servil y pepera, los vende como inevitables.
El País trata el asunto en su editorial principal, «El IVA y lo demás«, donde vuelve a desmarcarse de la izquierda auténtica para demostrar que, salvo en posturitas que le permitan ser progre sin riesgo para la cartera, Prisa es más que nunca la voz de la Banca. La conclusión del editorial lo deja bastante claro desde la primera frase: «La salvación de la banca española requiere una inyección rápida de capital; y la estabilidad exige que dicho capital no compute como deuda. Aplazar el rescate en estas condiciones hasta marzo de 2013 y sin que el BCE se implique en la compra de deuda equivale a condenar a España a frecuentes tensiones en su deuda que harán inviable la financiación del país». Pues eso.
EN LA EDAD MEDIA NO HABÍA PARO
Hoy Rosa Montero me ha hecho reír, cosa muy de agradecer en los tiempos que corren. En su columna de El País vuelve desde el titular al tono alegre y optimista que caracteriza sus últimas aportaciones: «Asco de país«. Empieza: «Es el colmo: este país de bárbaros no sólo no acaba con la ignominia del Toro de la Vega, sino que además hoy, si un milagro de cordura no lo remedia, la Junta de Castilla-La Mancha autorizará la retrógrada y salvaje práctica del lanceo de jabalí a caballo».
Sin tener una opinión firme a favor o en contra de la «retrógrada y salvaje práctica», considerar que eso es «el colmo» es vivir en una burbuja. No hace falta tomarse al pie de la letra el titular del último comentario de Nacho Escolar en su página en Internet, «España, intervenida», para darse cuenta de que lo último que preocupa al personal ahora mismo es el alanceo del jabalí a caballo.
Pero lo realmente chistoso viene después: «Creo no ser sectaria y pensé que el PP sería un partido conservador, democrático y civilizado; pero lo cierto es que ha llegado a unos extremos de involucionismo y de abyección acongojantes. El PP está llevando a España a la Edad Media; ¿qué será lo próximo, los siervos de la gleba? Estamos cerca».
Montero cree no ser sectaria, ¿no les parece divertido? Es como si Tachenko no creyera ser alto.
Otro insoportable lugar común es la referencia a la Edad Media para todo lo que al autor le suene intolerable. Si hablamos de entretenimientos brutales, ¿no sería más propio hacer referencia a la Antigüedad Clásica? ¿O es que los espectáculos de gladiadores no le parecen suficientemente brutales?
El PP no está llevando a España a la Edad Media. En la Edad Media, por ejemplo, no había cinco millones de parados. De hecho, no había parados. A los siervos de la gleba a los que se refiere Montero se les podía tratar mejor o peor, pero no se los podía despedir. Aunque lo que más se parece a un feudo en nuestro país es, ya puestos a señalar, la Andalucía socialista.