La columnista de ABC Isabel San Sebastián publica el 9 de enero de 2013 un artículo en el que se muestra muy dura con los dirigentes del Partido Popular que han criticado la reforma de la ley del aborto que ha presentado Ruiz-Gallardón. El texto se titula Libertad de voto.
Resulta curioso que sea precisamente el cumplimiento de un compromiso electoral, el hasta ahora único cumplimiento de lo prometido en el programa con el que concurrió a las pasadas elecciones generales, lo que parece haber fracturado al Partido Popular abriendo una brecha en sus filas. Da que pensar, la verdad…
Sostiene que la actuación del Ejecutivo de Rajoy ante ETA o las subidas de impuestos apenas provocaron algunas quejas, y que fueron muy pocos los miembros destacados del PP que expresaron su malestar. Añade: «Podría poner más ejemplos, referidos a las pensiones o al caso Bárcenas y la presunta «regeneración», pero son de sobra conocidos».
Si los señores Monago u Oyarzábal son partidarios del aborto como derecho de la mujer, deberían ser valientes, reconocerlo abiertamente y abandonar las filas del PP. Seguramente se encontraran más cómodos en las del PSOE, dado que esta es una cuestión de principios. ¿O es que les pesa más el ansia de poder que las creencias? En cuanto a Celia Villalobos, cuya postura en la materia es de sobra conocida, tiene bemoles que invoque ahora la libertad de voto. ¿Por qué no habló en el momento en el que estaba redactándose el programa?
Finaliza:
La izquierda en bloque ha hecho bandera del derecho a matar criaturas indefensas y se dispone a convertir el aborto en su estandarte electoral. El centro-derecha, según parece, no se plantea este asunto desde la convicción, sino desde la conveniencia, y anda haciendo cálculos demoscópicos. No hay más que ver la vehemencia que ponen unos y otros al defender sus posiciones. Decididamente da que pensar… ¡Y mucho!
