Losantos denuncia el capitalismo de Carrillo al alquilar cadáveres
La campaña de las europeas ha girado de la cuestión sobre el hundimiento o no del supuesto bipartidismo que hay en España al ‘caso Cañete’. Mientras los columnistas de izquierda están empeñados en cortar la caballera al machista Cañete, los de derecha denuncian la superioridad intelectual de los tópicos progresistas, que permiten linchar a quien los contradiga.
Mientras tanto, el PP, cobarde, se empeña en hablar de tomates y en ocultar a su candidato. Este 21 de mayo de 2014 nos enteramos de que Arias Cañete ha hecho campaña a regañadientes, porque está cansado.
David Gistau (ABC) defiende a Cañete quizás porque se ve reconocido en él y teme ser una próxima víctima.
El candidato Cañete es víctima de la vieja admonición peronista: «De todo se puede volver, menos del ridículo».
Con todo, resulta grosera la utilización del comodín del machismo en que se está amparando la candidatura de Elena Valenciano. El instinto político obliga a hacer sangre con cualquier debilidad del adversario, sobre todo cuando existe una predisposición a creer que el adversario -no ya Cañete, sino La Derecha- es capaz de toda maldad por el simple hecho de que está « en su ADN», como en otra ocasión dijo Rubalcaba.
Así, la anécdota Cañete potencia aún más el narcisismo habitual de la socialdemocracia cuando pretende manejar en monopolio todos los valores sociales tenidos por positivos. Entrevistada también por Griso el pasado lunes, Valenciano refutó un titular político que no le convenía a base de considerarlo machista. Ya todo cuanto la perjudica es machista. Una mujer no puede reclamar igualdad en política y luego convertir la especulación machista en un escudo universal que la proteja de los contrapesos críticos.
Ahí es donde Arias Cañete se antoja el verdaderamente indefenso: un hombre blanco, heterosexual, con posición y gordito que, por ser todo esto, carece de tópicos de la discriminación positiva en los que acogerse a sagrado.
Frente a este análisis, Xavier Vidal-Foch (El País) anuncia que a Arias Cañete le espera un calvario en Bruselas, Estrasburgo o Luxemburgo y demás ciudades aburridas, porque la UE no tolera el machismo.
le será más difícil a Miguel Arias Cañete ser Cañete en Bruselas sin que se note. Por una razón simple, y es que la igualdad hombre-mujer figura en el ADN de la Unión Europea desde antes, incluso, de que esta existiese. Desde que se llamaba Comunidad Económica Europea.
El «error Cañete» exhibe así otro interés nada anecdótico: nos recuerda que la creación de Europa, la ampliación de derechos europeos y la corrección de abusos nacionales no corre a cargo solo de los gobernantes, sino también de las instituciones.
El pensador para casino de provincias y partidas de bridge que es Alfonso Ussía (La Razón) promete un análisis sobre el feminismo desde el título de su artículo: ‘Feas, sí, feas’.
Y me pregunto: ¿Si a Miguel Arias Cañete le han insultado por una frase bienintencionada pero desajustada, qué me van a hacer a mí? Las de Bildu son feísimas. Y no es cosa de ahora. Llevo años analizando a las mujeres de Batasuna, de Euskal Herritarrok, de Bildu, de Sortu y de todos los grupos proetarras o etarras (…). Y son feas. Y ellos, muy cercanos en su aspecto al hombre de Cromañón.
Que Arias Cañete resbale levemente en una justificación resulta indamisible. Atentado verbal contra las mujeres. Que Elena Valenciano comparta un mitin con el maltratador de su propia mujer, el presidente del socialismo vasco, Jesús Eguiguren, es absolutamente normal y respetable. Pues no. Estoy hasta los dídimos de lo políticamente correcto.
Creo, y me gusta compartir mis convencimientos, que una considerable proporción de las mujeres amargadas, descontentas consigo mismas,y envidiosas de bellezas no concedidas, se apuntan a toda suerte de movimientos feministas para desahogar sus frustraciones.
¡Qué argumento! Al feminismo se apuntan las feas.
VARA: CAÑETE NO QUERÍA NI APARECER EN EL CARTEL
Antonio Casado (ElConfidencial.com) acaba de llegar de un viaje al extranjero y quizás los aires lejanos le han ventilado las ideas, por lo que nos deja una confidencia de interés sobre ‘el’ asunto: la desgana de Cañete.
Miguel Arias Cañete sólo vio en esta campaña un penoso trámite para acabar su vida política como comisario de la UE. Únicamente pidió a los responsables que le hicieran la caridad de no moverle de norte a sur, de este a oeste, de la ceca a la meca, en una misma jornada. Por la mañana en Avilés, por la tarde en Barbate. Por la mañana, Tenerife, y por la tarde, Santander. Qué horror. Vale, no le marean demasiado. Pero el que algo quiere algo le cuesta. Y lo que más le cuesta al exministro Cañete es meterse en camisas de once varas. O sea, hablar de asuntos que escapan a su control, sus conocimientos o sus capacidades.
Y mira que se lo tenía dicho a los jefes de campaña. Lo suyo es la política europea. Sobre todo agrícola y pesquera. No las sutilezas del feminismo o el manual del buen comunicador. Así que lo que tenía que pasar, pasó.
Vamos, que Cañete, como buen abogado del Estado metido en política, quería una campaña cómodita y entre gente que no oliese. Lo mismo dice Manuel Jabois en El Mundo.
Cañete es un candidato no electoral y se comportó como tal en el debate. Llevó unos folios que leyó con enorme destreza y cuando hizo amago de levantarse le dijeron que enfrente había una señora. Entró en pánico porque la política española está tan degradada que en las campañas ya sólo entran showmans, y Cañete es un señor tan serio que cuando levantó la vista y vio que la señora además era rubia se dijo que hasta aquí hemos llegado: calló como un muerto y luego dio esa explicación de que estaba conteniéndose todo el rato para no ganar.
La campaña está en la tierra de Valenciano (las tías y los tíos) y se le ha ido a Cañete, que quería hablar con cierta conmoción de tomates y exportaciones.
También José Alejandro Vara (Vozpopuli.com) dice lo mismo. Tanta coincidencia me escama. ¿Es una filtración del aparato de comunicación del PP a creadores de opinión que se derriten con los ‘off the record’?
Muchos recuerdan ahora lo que decía, semanas atrás, el propio Arias Cañete cuando estaba ya perfilada y decidida su candidatura a las europeas. «Yo no quiero hacer campaña, porque no es lo mío», aseguran que le comentó a quien correspondía. De ahí que el presidente optara por hacer pública su designación casi en el límite de lo establecido. Una campaña corta y llevadera. No ha sido así. El protagonista, tras un arranque espectacular, se pegó un ‘tiro en el pie’ en el ecuador de la travesía.
De hecho, él prefería no aparecer en las listas como cabeza de cartel. Su idea era conseguir ser desginado comisario de la UE sin tener que pasar por el cáliz de unas elecciones.
En resumen, que don Miguel Arias Cañete está convencido de qu ya esforzó bastante en sus años jóvenes cuando preparó las oposiciones y que ahora se lo merece todo por su sacrificio y su estirpe. Ésta es la derecha política española. No sorprende que los broncas del PSOE se los merienden.
LAS CARTAS DE LOS CANDIDATOS A LOS VOTANTES
Pablo Molina (Libertaddigital) analiza sintáctica y semánticamente las cartas que han enviado a los electores Cañete, avalado por Rajoy, y Valenciano.
El mensaje de la candidata del PSOE es el clásico del zapaterismo, con el resentimiento añadido de los socialistas cada vez que el pueblo español les indica el camino a la puerta con una patada simbólica en la región infralumbar.
Valenciano es confusa y Cañete descuidado, pero los dos candidatos coinciden en que no hay que votar a los minoritarios, esos partiditos traidores obcecados con trincarles alguna poltrona a la menor oportunidad. La diferencia es que la candidata socialista nos cuenta sus cositas en solitario, mientras el texto del popular viene en el dorso de un escrito de Rajoy en el que no se menciona al candidato Cañete ni una sola vez. Otra cura de humildad de Arriola para que los candidatos populares no caigan en el error de exhibir demasiada superioridad.
Así las cosas, Pablo Sebastián (Republica.com) no se asombra de la alta abstención que se prevé para el domingo.
Los ciudadanos están hartos de la campaña electoral, reducida al caso Cañete, y miran hacia otro lado intentando olvidar los líos de la batalla política que ayer fueron eclipsados por la corrupción de Urdangarín (al que Hacienda le imputa delito fiscal), los viajes de Blesa a Londres a casa del cónsul español, la atrincherada Maleni Álvarez en el BEI, y hasta por el descubrimiento de América. Lo que promociona y fomenta el ‘partido de la abstención’ al que las encuestas, y con razón, presentan como el gran triunfador de los comicios del domingo que están al caer sobre la cabeza de la clase política de este país.
en Sevilla un monumental patinazo del alcalde de dicha ciudad, Juan Ignacio Zoido, quien ante las barbas de Rajoy anunció que las tres carabelas del Colón con las que se descubrió América no zarparon del puerto onubense de Palos sino de Sevilla. Lo que ha sido respondido por el alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez (también del PP) quien le ha puesto un ‘cero en Historia’ a Zoido leyéndole el diario de Colón donde se confirma que las naves se armaron y salieron de Palos. ¿Lo ven? Así está la política, y todo conduce hacia la abstención.
Y Zoido no puede alegar que es una víctima de la LOGSE.
¡Increíble: un análisis crítico con la UE en un periódico español! Lo escribe Antoni Puigverd en La Vanguardia.
Todo es muy confuso y complicado. También puede describirse como un mal menor: peor estaríamos, si esta UE confusa y opaca no existiera. Pero, al menos en campaña hay que decirlo: esto tiene aire de farsa. La opacidad de la UE es un regalo para los Le Pen y Farage, que la quieren destruir. Ahora bien: ¿nunca hace autocrítica, el europeísmo?
Ignacio Camacho (ABC) escribe un elogio al Cordobés. Seguro que su columna es más leída que las crónicas de la campaña electoral.
RAHOLA: LOS CATALANES SUFREN RACISMO COMO LOS JUDÍOS
Otro asunto que ha irrumpido en la política cotidiana es el uso de las redes sociales para difamar y sembrar odio.
Francisco Marhuenda (La Razón) está equilibrado y sensato al reprochar a las empresas que no hagan nada para secar estos lodazales.
La posición de las redes sociales es muy cómoda porque no asumen ninguna responsabilidad, a diferencia de lo que sucede en los medios de comunicación, que la tenemos sobre todo lo que publicamos. Las redes se limitan a conseguir ingresos multimillonarios. Los comentarios antisemitas son terribles, como lo son los que sufren muchos políticos de todo signo, así como periodistas y otras muchas personas. Es un odio inquietante que no se puede banalizar y tiene que ser perseguido
En cambio, la ‘doctora’ Rahola (La Vanguardia) aprovecha para decir que para odio el que hay contra los pobres catalanes por parte de los malvados mesetarios, un odio similar al que sufren los judíos. Ahora resulta que Rahola cae en el tópico de equiparar a judíos y catalanes.
¿Cómo puede el ministro «educar», ni que sea a golpe de policía, a los atolondrados de la red, cuando toda una lideresa como Aguirre habla de actitudes «totalitarias» porque Maragall fue a ver a su hermano a un mitin? ¿No es un brutal despropósito? ¿Y todos los amigos de la calle Génova que nos han llamado terroristas, nazis? ¿Qué es más sucio, un joven soltando una imbecilidad en la red, o la líder de un partido banalizando la maldad totalitaria para afear a sus adversarios? Así que no nos vendan esta moto, que está muy gastada. Esto que está haciendo, señor ministro, no tiene nada que ver ni con el decoro ni con la justicia.
SOBRE LOS ABORTOS CLANDESTINOS EN ARGENTINA
El escándalo de los cadáveres apilados en la facultad de Medicina de la Universidad Complutense y, encima, alquilados, sólo lo trata Federico Jiménez Losantos (El Mundo).
Carrillo Junior, que sin duda es un magnífico rector, no ha encontrado tiempo en tres días, desde que El Mundo destapó el caso, para presentarse ante los medios de comunicación y, antes de anunciar su dimisión, explicar el dantesco espectáculo que en una de sus facultades, la de Medicina, tiene lugar desde hace años.
La crisis ha despertado en los españoles un súbito anhelo de donar a la ciencia los cadáveres de sus familiares. Hay que ahorrarse el entierro y a los familiares lejanos ¿qué mejor que darles científica sepultura? Pero los hay que hicieron esa donación creyendo en su utilidad, y son terribles los testimonios de humillación y engaño por parte de la UCM. Dicen que es legal prestar cuerpos a empresas privadas. ¿Y lo sabían los familiares? ¿O acaso la herramienta de lucha contra el capitalismo de Carrillo Junior es la corrupción, o sea, la putrefacción?
Cuando escribe Leila Guerriero (El País), no hay manera de darle a otro u otra columnisto o columnista el premio a la columna ridícula del día. Hoy la progre argentina difunde la mentira de los abortistas sobre los cientos de miles de abortos clandestinos para avanzar en la legalización de la muerte de niños no nacidos.
Se calcula que más de medio millón de mujeres recurre, cada año, al aborto clandestino en la Argentina. Mueren entre 100 y 300 -es difícil tener estadísticas certeras acerca de una práctica ilegal- por complicaciones derivadas. ¿Será que parecen pocas; será que son un daño colateral razonable? Me digo que, al menos, no tendremos que hacer como España, que en breve volverá sobre sus pasos y repondrá una legislación tan retrógrada como la que tenemos de este lado del mundo: con no hacer nada, y dejar las cosas como están, ya nos habremos ganado el paraíso.
¡Qué antiguo es todo esto! ¡Qué vieja -de espíritu- es doña Leila! En España los abortistas afirmaron que se cometían 300.000 abortos clandestinos en 1976; en 2012, son unos 120.000 legales. Dentro unos años, con el aborto pagado por el Estado, Leila Guerriero se lamentará de que no hay jóvenes suficientes para pagar su pensión pública.