OPINIÓN / REPASANDO COLUMNAS

Del Pozo avisa que los ‘nuevos rojos’ conocen a Gandhi: «Primero te ignoran, después se ríen de ti, luego te atacan; entonces, ganas»

Pilar Rahola, aterrada por el vandalismo 'okupa' en Sants, advierte que la violencia se puede cargar el proceso

Juan José Millás abronca al PSOE por ser un 'No Podemos'

Este 30 de mayo de 2014 ya estoy cansado del culebrón que puso la PSOE en marcha el lunes 26, ‘La familia de Rubalcaba’. Y no lleva ni una semana en antena. No sé si porque vivimos en la era de Twitter, porque la trama está muy gastada, porque se está complicando demasiado o porque los actores son muy malos.

No sé quién le ha dicho a Carmen Chacón que es guapa. Pero el caso es que en mi casa ya no  seguimos el culberón más que por los resúmenes diarios.

El crítico Marcello (República.com) describe bien los fallos del guión.

Rubalcaba anuncia que dimite pero no dimite hasta después del Congreso extraordinario que pretende controlar. Chacón pide que se convoquen primero las primarias. Madina exige que en el Congreso voten los militantes y no solo los delegados. Pedro Sánchez -el mejor- calla y observa. Susana Díaz afirma que su ‘prioridad’ es Andalucía, pero deja abierta la puerta a su liderazgo en el partido. Felipe González se entromete sin cesar. Griñán -el de los ERE- apuesta por Susana. Vara declara que Susana Díaz no puede ser la secretaria general y la presidenta andaluza a tiempo parcial. Otros dirigentes aseguran que si hay un nuevo secretario general no puede haber primarias porque conduce a bicefalia.

Imaginen el espectáculo: Susana, presidenta andaluza y secretaria general; Madina (del aparato de Rubalcaba, y portavoz ajunto) o Chacón (del aparato de ZP) candidato/a a las elecciones de 2015; y Rubalcaba portavoz del PSOE en el Parlamento hasta el final de la legislatura. ¿Dónde estarían el cambio y la renovación? Al final el PSOE quedaría mas o menos donde estaba antes del batacazo electoral del 25-M. ‘Los mismos perros con distintos collares’.

El único que es original es David Gistau (ABC), que combate un mito tan arraigado en la política española como la inteligencia sideral de Rubalcaba, a la altura de la autoridad de indiscutida de Pedro Arriola dentro del PP. Y lo hace con los esquemas mentales del gran lector de tebeos y espectador de películas infantiles que es.

La atribución a Rubalcaba de superpoderes maléficos está enrevesando la explicación a la última semana de implosión socialista. Nadie acepta que el caos pueda no ser sino otra obra maestra de la intriga del todavía secretario general, ni aunque sus contradicciones de lunes a miércoles valgan lo mismo para retratar a un político deshinchado, al pairo, psicológicamente ya ido, aferrado a la última renuencia de no entregar la transición a una gestora, pero que en todo caso ya ha dejado un vacío de determinación en el liderazgo que ha favorecido la conversión del partido en una grillera en la que resulta más difícil orientarse que en una trama de Arséne Lupin.

La teoría de la conspiración presenta a Madina como una herramienta con coartada juvenil pensada para controlar un cambio lampedusiano que mantenga el partido bajo la tutela, cada vez más oscura, del viejo linaje del 82. Niega por tanto a Madina autonomía propia, más allá de que sus reticencias de eterno Bartleby no ayuden a considerarlo un fogoso creador de porvenir, y lo obliga a chocar con Susana Díaz y la arrolladora federación andaluza, la única indemne a las europeas y con capacidad intimidatoria que conserva un PSOE escuálido. Madina podría acabar así atado al radiador de un camión, como el oso Lotso en «Toy Story», a poco que cuajaran estas conjeturas basadas en la infatigable constancia en la maldad de Rubalcaba.

Sugiero a los viñetistas representar a Rubalcaba como el malvado y calvo Lex Luthor. De nada.

Jiménez Losantos (El Mundo) anda el mismo camino que Gistau, la desmitificación de Rubalcaba, el mordisco que le da la hermosa nativa a Sean Connery en ‘El hombre que pudo reinar’ y que demuestra su mortalidad; pero no se atreve a recurrir a imágenes tan potentes como las de Gistau. Es la diferencia entre provenir de una cultura marxista-libresca y de otra perfilada por la Marvel y Disney.

A Rubalcaba le basta la fama de malo para convencer a la gente, sobre todo en la Derecha, de que es inteligentísimo. Nadie lo diría viendo la estrategia del PSOE estos dos años y medio, en los que sólo con un talento excepcional ha conseguido seguir por detrás de un PP que ha castigado en el Gobierno a los españoles en general y a los suyos en particular como nadie lo había hecho hasta ahora… a excepción de Zapatero y Rubalcaba. Nadie tan fracasado en el Gobierno ha fracasado más en la oposición. A alguien que no parece tener muchas luces, como Susana Díaz, le ha bastado un año de Rajoy para que el PSOE andaluz pasara de derrotado a vencedor. Pero un político que ha demostrado ser malo como gobernante y peor como jefe de la Oposición tiene que ser, sin duda, un estadista. Y eso le llaman.

La astucia de Rubalcaba ha sido quedarse para irse, decía él, dejando el partido en manos de Susana Díaz mediante un Congreso amañado. Esto era el lunes. El martes, en su condición de Secretario General que se iba, se apoyó en los que no quieren a Susana y piden primarias abiertas, para quedarse. El miércoles, saltó Madina. Ayer, jueves, RbCb ya era el fiel de la balanza entre las dos facciones del PSOE, que son, curiosamente, la del Sur y la del Norte.(…) Para mí que se come el turrón.

CAMACHO: HABRÁ PRIMARIAS EN TODOS LOS PARTIDOS

Como muchos analistas, Santiago González (El Mundo) busca la raíz de los males del PSOE en el zapaterismo, que amenaza con perpetuarse.

El Partido Socialista está enfermo de zapaterismo. El anterior secretario general tomó el olivo en 2011 para no asumir ante los ciudadanos y sus votos la responsabilidad de su fracaso. Tendría que haberse presentado y la misma noche de la derrota anunciar su dimisión y el nombramiento de una gestora con una única función: convocar y preparar un congreso extraordinario para reflexionar sobre las cosas, las ideas, los proyectos, refundar el partido si se llega a la conclusión de que este instrumento ya no vale; y después, sólo después, elegir de entre ellos a la persona capaz de dirigir ese partido.

Cada militante un voto, dice el primero (Jáuregui). Cada progresista, un voto, reclama la segunda (Chacón), no sé si con la intención de que el nuevo secretario general esté avalado por las huestes del Coletas. O sea, ¿van a elegir a un secretario general que luego tenga que gestionar sí o sí la política aprobada por el Congreso? Esa tontería ya tiene 35 años, cuando el PSOE se rindió a Felipe y a continuación le encargó gestionar un partido autodefinido marxista en aquel 28º Congreso. Es el coche lo que no funciona, ¿a cuento de qué viene la obsesión por contratar un nuevo chófer?

Ignacio Camacho (ABC) considera que no hay ya dirigentes con prestigio en el PSOE, ¡ni Felipe González!

El barullo sucesorio del PSOE ha mezclado este debate esencial con la intriga dinástica y fulanista de un juego de tronos. (…) El problema es que ya ni siquiera los dirigentes más cualificados del generalato socialista parecen poseer bastante auctoritas para frenar desde la cúpula el impulso participativo que se abre paso en la sociedad y en la propia militancia.

Y afirma que las primarias acabarán imponiéndose en todos los partidos.

Tarde o temprano las primarias se acabarán imponiendo en todos los partidos. Carece de sentido que en una política cada vez más exigente con la participación, la transparencia y la representatividad sean los propios gerifaltes de aparato quienes coopten a sus líderes. (…) a la larga no habrá otro camino posible para restañar la herida del desapego cívico. Es el vínculo de legitimidad lo que está en juego: el motor del mecanismo de la democracia.

LOS ZOMBIS DE ANTONIO CASADO

Los columnistas izquierdistas o progresistas siguen dando vueltas en torno a ese meteorito caído del cielo que es Podemos y que no se atreven a tocar ni con el brazo metálico de un robot de la NASA.

Fernando Vallespín (El País), elevado a un despacho público por el dedo de Zapatero, advierte de que el PSOE tiene competidores a su izqueirda y su derecha.

(…) el golpe psicológico que significa la fragmentación de la izquierda y que el PP ya no es su único adversario, ahora la competencia principal se le ha trasladado a la izquierda y hacia el eje nacionalista.

Todo apunta a que estamos ante un fin de régimen, el que acabó asentándose después de la Transición, pero ignoramos qué lo pueda sustituir. Ya no nos sirven las viejas rutinas y convenciones, hay que empezar a reinventarlo todo. Pero ¿hacia dónde?, ¿cuáles deben ser los contornos de la «nueva política»? En el caso del PSOE, tiene la dificultad añadida de que un partido con pretensiones de gobierno no puede evitar apoyarse sobre la solidez de su organización y la formulación de propuestas creíbles y realistas, aunque se vistan con guiños utópicos. No todo se centra en la transformación de las formas o los procedimientos.

Antonio Casado (ElConfidencial.com) cita en su columna a dos dinosaurios socialistas como Felipe González y José Acosta. Así, los socialistas y sus opinadores no van a llegar muy lejos.

la dimisión del líder del PSOE, Pérez Rubalcaba, diferida en el calendario al congreso de julio. Eso ha desencadenado no una tormenta de cerebros, sino una tempestad de ocurrencias de «algunas cabecitas y ninguna cabeza», en afortunada expresión de mi amigo José Acosta, un socialista desalentado, como tantos y tantos.

De momento Iglesias ‘puede’ salir en el New York Times como termita del bipartidismo y ‘puede’ estornudar de vez en cuando en el Parlamento Europeo.

Pero ‘no puede’ rescatar a la gente de la desafección, nacionalizar la banca o llevar al BOE la sociedad sin clases («utopías regresivas», dice Felipe González). Para eso tendrá que esperar a las elecciones generales y acabar democráticamente con los partidos centrales. O, al menos, confirmar resultados y empezar a influir realmente en la gobernación del país. Entretanto, sean bienvenidos a «la casta» sus cinco eurodiputados.

Raúl del Pozo (El Mundo), que ayer, en un ejemplo de primarias con un solo elector, presentaba a Antonio Carmona como el mejor candidato del PSOE para la alcaldía de Madrid, hoy dice que no pasa nada.

Los nuevos izquierdistas nos han devuelto a los días de la Transición y los polvatas. Exigen un cambio radical y jubilación anticipada a los políticos. Han descubierto que el Estado del Bienestar puede acabar sustituido por Cáritas y que las torpezas y la corrupción generalizada han desembocado en cloacas.

No se asusten. Ni los ninis, ni los preferentistas, ni los desahuciados son bolcheviques. El Estado susurra: dadme un indignado y yo lo transformaré en un diputado, dame un tertuliano y yo le daré cinco años sabáticos.

Los nuevos rojos también están muy placeados y conocen el recado de Gandhi: «Primero te ignoran, después se ríen de ti, luego te atacan; entonces, ganas». Ganas y te envían a Estrasburgo.

NO HAY QUE PAGAR LA DEUDA… AUNQUE LA PAGA HASTA ARGENTINA

Un utopista permanente cabreado (Rosa Montero es una utopista permanentemente afligida) como es Juan José Millas, se pasa a Podemos. El PSOE, que siempre estuvo entregado a El País, comienza a recibir puñaladas de su antigua vanguardia intelectual.

El PSOE se fue al carajo cuando dijo No Podemos. No podemos negar a los bancos su derecho a dejarte sin casa, ni a las eléctricas el suyo a quitarte la luz, ni a las gasísticas el de cortarte la calefacción. No podemos, «cueste lo que cueste yme cueste lo que me cueste», desoír las órdenes del Ibex 35. Aquel No Podemos fundacional de Zapatero marcó el rumbo a Rajoy. No Podemos dejar de pagar la deuda, No Podemos perseguir a los defraudadores fiscales, No Podemos meter en la cárcel a nuestros amigos corruptos, No Podemos evitar que los ricos sean cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres…

El éxito de Podemos es por ahora de carácter sintáctico más que político. Pero la sintaxis no es mal sitio para empezar a hacer política.

Y a la realidad, que le vayan dando. Argentina ha pactado el pago de su deuda con el Club de París y Millás pretende que España deje de pagar la suya.

Concluyo con una columna de José Luis González Quirós, candidato de Vox.

Puede que Rajoy gane unas elecciones generales por segunda vez para no ser menos que otros, pero ahora mismo más parece que está a punto de lograr que una de las mayorías más sólidas de la democracia española se desvanezca, que es lo que según Marx caracteriza el desarrollo de la burguesía, pero sin duda ese teutón no estaba al tanto de las mañas que se pueden desarrollar entre Finisterre y el golfo de Valencia para que el aire mismo pueda parecer piedra berroqueña.

Y WAGNER SE INSPIRÓ EN MONTSERRAT

Hoy el chau-chau catalán viene animado por los acontecimientos que se están produciendo en Barcelona: algaradas callejeras de la extrema izquierda y declaraciones del presidente del Círculo de Economía a favor de una consulta descafeinada que contente a todos.

Pilar Rahola reconoce estar asustada por la violencia. Sin duda le recuerda los tiempos en que Barcelona era conocida como la Rosa de Fuego. Ayer Salvador Sostres recordó los tiempos de los pistoleros ‘murcianos’ de la FAI.

Me refiero a los vándalos que, bien asentados en una secular impunidad, y protegidos por una retórica buenista que los camufla de revolucionarios posmodernos, están perpetrando todo tipo de destrozos.

Demasiado entretenidos en denostar a la policía catalana, que siempre fue un bocado apetitoso de determinada izquierda, muchos miraron con ojos tiernos a esos antisistema que debían recordar sus años corriendo ante los grises. Y de ahí las ambigüedades, los tintineos, las adversativas… Basta ya. O dejamos claro que la violencia no tiene lugar en la lucha política, o se va a la porra.

¿Qué es lo peor de todo esto? Que la ‘doctora’ Rahola no puede culpar a ‘Madrit’.

Pablo Sebastián (República.com) replica a Antón Costas y al empresariado catalán al que éste sirve.

Los empresarios y la burguesía catalana siguen jugando con el fuego de la independencia de Cataluña, que muchos de ellos han alimentado desde que el temerario Zapatero abrió la puerta al Estatut de Maragall. Ahora resulta que el presidente del Círculo de Economía, Anton Costas -quien tiene en su directiva al ex ministro de Aznar Josep Piqué- acaba de proponer a Artur Mas una ‘consulta legal’ y ‘clarificadora’ sobre la independencia de Cataluña. Lo que es una taimada manera de apoyar semejante plan secesionista porque la consulta legal sobre la independencia no existe

José María Marco (La Razón) desmenuza la última estupidez cometida por Artur Mas: la incorporación de Cataluña a la Francofonía.

La solicitud de Mas dice mucho del mundo imaginario en el que se mueve. Los nacionalistas catalanes no quieren recordar las medidas que los franceses tomaron al ocupar el Rosellón. Gracias a ellas del catalán, en el país vecino, queda un vago recuerdo, entre folklórico y condescendiente. Eso cuenta poco, sin embargo. Mucho más importante es contribuir a acabar con la vigencia de la idea de España, aunque haya sido esta la que ha hecho posible la supervivencia y el esplendor del catalán. Ahí está el fondo de todo el asunto.

Ignacio Ruiz Quintano (ABC) nos explica por qué en Barcelona gustan tanto las óperas de Wagner, caso único en España.

La ópera va más con Barcelona que con Madrid. Allí, Pla seguía la temporada por la vestimenta del crítico Pena, wagnerista furibundo: si aparecía de esmoquin, habían dado un Wagner; si de crudillo, habían dado una italiana.

Carandell contaba que el nacionalista es wagnerista por «Parsifal», que viene de «Perseval», héroe del que tomó el argumento Wagner, que creía que el Monasterio de Montserrat se levanta sobre el castillo de los Caballeros del Grial, bajo el nombre de Montsalvat.

El profesor Félix Ovejero publica una tribuna en El País en que refuta que las emociones generen derechos y actos políticos.

Algún día habrá que entretenerse en sistematizar las fabulaciones de todo este tiempo, incluido ese mantra de que «la sentencia del Constitucional colmó el vaso». De momento baste con recordar que en el 2006 sólo un 6% de los catalanes quería la reforma del Estatuto, que éste apenas recibió el refrendo -sobre el censo- del 35% de los catalanes y que la gota tardó en colmar el vaso: en las elecciones autonómicas que siguieron a la sentencia el independentismo explícito no sólo no aumentó, sino que pasó del 16,59% al 7% del voto total. Sencillamente es falso que hubiera reacción a una aspiración: ni había aspiración ni hubo reacción. Si las cosas cambiaron no fue por generación espontánea.

En ello ha tenido mucho que ver la catarata de falsedades y promesas sin fundamento repetida a diario por los medios nacionalistas: sobre balanzas fiscales oficiales, sobre la Unión Europea, sobre el expolio, sobre sentencias del Tribunal de La Haya, sobre los límites a la solidaridad en los Estados federales y mil cosas más. Quimeras y mentiras muy precisas que están pendientes de explicación y de responsabilidades. Porque no había león y estamos a punto de saltar por la ventana.

QUÉ ES EL POPULISMO

Otra tribuna que merece la pena leer es la escrita por Xavier Reyes Matheus en El Mundo, sobre el populismo chavista que acaba de anidar en España. Primero una definición del populismo.

Así podría resumirse: el populismo es una estrategia para seducir, lo mismo que algunas que ponen en práctica en sus lances eróticos los sujetos individuales.

Y luego una muestra de la manipulación del lenguaje común a Chávez y Pablo Iglesias.

Chávez, igual que han hecho sus admiradores de España, se regodeó en decir por la televisión que si sus hijos tuvieran hambre él también robaría; y a estas alturas, bajo el mando de Maduro y por efecto de ese magnetismo de la abyección, el silogismo resultante es que si la Revolución está en peligro también es lícito matar, como hacen impunemente los colectivos armados patrocinados por el Gobierno.

Francisco Marhuenda gana el premio a la columna ridícula del día al afirmar que Podemos sólo muerde en el electorado de Izqueirda Unida, no en el PSOE. ¡Menudo alivio para la ejecutiva del PSOE, la revista Temas, Felipe, Juan Luis Cebrián y Antonio Casado! Tanata preocupación por algo que no existe: la fuga de votos del PSOE a Podemos.

El propio lenguaje que utiliza y sus propuestas van dirigidos a un sector muy concreto que no sólo son los jóvenes, como se vio con el 15M. Les resulta mucho más atractivo que IU y Cayo Lara, que es un líder más del siglo XX que del XXI. (…) El problema lo tiene IU porque Podemos puede hacerle daño. En cualquier caso, no hay que caer en las interpretaciones arriolísticas.

Eso, el problema lo tiene IU. Bien Paco, bien.

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Autor

Pedro F. Barbadillo

Es un intelectual que desde siempre ha querido formar parte del mundo de la comunicación y a él ha dedicado su vida profesional y parte de su vida privada.

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