Bustos se pregunta si la Complu es "una jungla na'vi de politólogos azulados" ajena a la sociedad de la información
Albert Rivera ha perdido el amor de los columnistas que le lanzaron al estrellato hace sólo unos meses. Este 15 de mayo 205 prosigue el bombardeo contra el hombre Mimosín por tener boca y por usarla.
David Gistau (ABC) se asombra de que la Faes, la fundación presidida por José María Aznar, tenga tan poca perspicacia que ataque a Rivera, cuando éste se está ahogando él solo. ‘Y parió Faes’ es el título de su columna.
Ciudadanos parece, en la inminencia de una nueva política sin mayorías contundentes, el único partido que puede salvar al PP de enterrarse vivo en una zona de exclusión tan cruel como la del Tinell y que Schz ha jugado a comparar con la que merece Bildu. En este contexto, se antoja una reverenda cagada la irrupción en campaña de FAES. Y no sólo, como si no existieran suficientes suspicacias internas, porque el informe de FAES contradice la consigna de la presidencia del partido y del Gobierno en un momento delicado por electoral. FAES sigue detectando en Ciudadanos un intruso en un territorio político sobre el cual el PP mantenía un sentido patrimonial. Un enemigo, por tanto, que ha penetrado allí donde el PP tenía echadas sus meadas territoriales.
Lo más curioso es que FAES consagra como rival temible a Rivera justo cuando éste, sin ayuda de nadie, había comenzado a derivar de Kennedito a hazmerreír.
Pedro Narváez, en La Razón, le compara en travestismo con David Bowie:
Ahora que su ambigüedad ha pasado de la de David Bowie a la más canalla de un travesti político, el apellido del momento aparece como el hombre sin atributos salvo el de la ambición crecida por las encuestas. La bisagra quiere ser llave antes de tiempo, antes incluso de que los españoles convertidos en cerrajeros vayamos a votar. El líder de Ciudadanos puede decir una cosa y la contraria el mismo día e incluso en la misma subordinada lo que eleva el lenguaje a la categoría de manipulación calculada, como el mago que hace chistes para que no veamos dónde está el truco.
Lo malo es que cuanto más habla más oportunidades le da su suerte de meter la pata. Envidio sus trajes de Hugo Boss antes que las gafas de espejo de Floriano, que es como llevar zapatos de rejilla en la cara, pero estamos adorando a una percha en la que cada uno cuelga un deseo o una revancha. Y si estos son los ensayos, ¿qué pasará cuando se abra el telón y el espectáculo se convierta en uno de los chistes de Eugenio?
El progresista Antonio Casado (ElConfidencial.com) le echa en cara a Ciudadanos que quiera pactar con todos. Oiga usted, como el PSOE, que ha gobernado con PP (Patxi López), CiU (Felipe), ERC y UPN (Zapatero), IU (Díaz), BNG…
estamos ante un movimiento táctico del líder de Ciudadanos. Su advertencia es puramente instrumental. Ni le importa la democracia interna del PP ni tiene la menor intención de descartarse en eventuales pactos con partidos de afinidad ideológica o programática, como el de Rajoy, sin dejar de ofrecerse al PSOE, que sí practica el modelo de primarias. Vista a la derecha, vista a la izquierda. Se trata de no perderse la fiesta en cualquiera de los casos.
Sin embargo, C’s sigue chupando a los grandes partidos establecidos. Dolores García (La Vanguardia) describe el caso de CiU.
Según el sondeo que publicó La Vanguardia, Ciutadans recibiría 200.000 votos procedentes del PP, 83.000 de CiU y 61.000 del PSC. Una radiografía que puede leerse de otra forma: a CiU se le fugarían 83.000 votos hacia Ciutadans y 43.000 a ERC. Es decir, Rivera es ahora un problema grave para Artur Mas.
LA FRATERNIDAD SOCIALISTA ENTRE SÁNCHEZ Y DÍAZ
La siguiente tanda de palos, le cae a Susana Díaz. Ignacio Camacho (ABC) asegura que Pedro Sánchez y su tropa sonríen ante los repetidos tropiezos de la andaluza.
Susana tiene menos estabilidad que antes, su victoria se achica cada día que pasa y su referencia alternativa se está desdibujando. La euforia del triunfo se ha disipado y Díaz maneja mal su frustración; proyecta una imagen ceñuda, impotente, cabreada. Su valoración de opinión pública se resiente y su cotización ha descendido entre los poderes de Madrid a los que había encandilado.
La política española gira muy deprisa, cambiante como un marcador de baloncesto, pero ésta es la hora en que Pedro Sánchez siente su liderazgo más fuerte y más despejado. La principal adversaria interna ha tropezado en una autozancadilla que cuestiona su proyección nacional con serias dudas sobre sus virtudes de estratega. Entre ambos existe una distancia glacial, indisimulable. Todos los santos tienen octava pero en el calor tórrido de esta la proximidad del Parque del Oeste lleva desde la rosaleda hasta la sede del PSOE la sensación de un aire más oxigenado.
Jiménez Losantos ve el fantasma de Manuel Chaves detrás de la embarazada.
El muerto que sigue mirando la política andaluza es, sin duda, Manuel Chaves, que ha dicho que no se lo llevan por delante, vamos, que no dimite, y con el que Susana Díaz no se atreve. ¿Y quién sino Chaves adelantó el episodio de Aznalcóllar en el escándalo riotintado de las Aguas Teñidas, cuando subvencionó a una empresa minera que acababa de contratar a su hija Paula, sin tener siquiera el decoro de ausentarse del consejo subvencionador?
Tres veces ha tropezado Susana Díaz, y bajo ese tropezón hay dinero, vaya que sí. El de la corrupción socialista, vivísimo cadáver.
Toni Bolaño (La Razón) ya juega con el calendario de unas nuevas elecciones andaluzas.
Pero hay otra opción. Que no haya acuerdos y se convoquen elecciones. En este caso, el reloj empieza la cuenta atrás hasta el 5 de julio. Ese día, si Susana Díaz no es presidenta, el Parlamento se disuelve automáticamente y se convocan elecciones de forma automática, teniendo en cuenta que, según la Ley Electoral andaluza, julio y agosto son inhábiles. O sea, que la convocatoria electoral sería en el mes de septiembre y podrían coincidir con las elecciones catalanas -el 27-S-, anunciadas por Artur Mas aunque aún no convocadas.
Ante este posible escenario, los resultados electorales del 24-M adquieren mayor importancia. Además, un destacado analista andaluz baraja un elemento personal, pero no menor. «Si las cuentas no fallan, la presidenta sale de cuentas en junio. Imagínate una campaña victimista de Susana Díaz diciendo que no me dejan gobernar por intereses partidarios y con el niño en brazos. Arrasa. Nadie contemplaesteescenario, aunque ahora todos saquen pecho».
Y Carlos Herrera (ABC) se pone gallego: ni sí, ni no, sino todo lo contrario.
El lunes de Pentecostés veremos cómo se mueven los actores de esta comedia anunciada, ya que habrán hablado las urnas y recolocarán algunos discursos, pero Díaz puede tener más problemas de los previstos para resultar elegida incluso después de esa fecha. Si ello lleva a una repetición de las elecciones, cosa no siempre deseable, aseguran los socialistas que podría ocurrir lo de Madrid, que entonces hizo obtener a Aguirre la mayoría absoluta. Es decir, que ganaría Susana y se acabó la discusión. Yo no estaría tan seguro pero tampoco lo descartaría. Tras el 24 muchos pueden intercambiar apoyos o abstenciones estratégicas y desbloquearse la situación para que gobierne quien más votos obtuvo.
Luis María Anson (ElImparcial.com) escribe la columna ridícula del día, en la que juega a ser el Napoleón de la política española desde su despacho. Ay, Luis María, que no quieres aceptar que ya no diriges el ABC y que sólo te lee Ana Botella.
Difícil saber qué ocurrirá con Susana Díaz tras el 24 de mayo porque desconocemos lo que depararán las urnas de las elecciones municipales y autonómicas. Pero si Ciudadanos y Podemos se mantienen en sus trece, lo inteligente sería que Mariano Rajoy ordene al inexistente Moreno la abstención para permitir el gobierno de Susana Díaz y salir de la ambigüedad que perjudica a los andaluces y también a los dos grandes partidos.
EL EXPLOTADOR ES UNO MISMO
Como el pelma de Günter Grass, Jorge Bustos (El Mundo) pela la cebolla que es Juan Carlos Monedero, que apareció ayer en una entrevista en El País. Lo primero que hace el columnista es citar a un filósofo coreano para mí desconocido, Byung-Chul Han; pero tiene truco, porque le han entrevistado en El Mundo.
el actual estadio del capitalismo no encaja en las formas de explotación descritas por Marx: ya no hay patrón y obrero sino un individuo que se explota a sí mismo a cambio de gozar los bienes de la sociedad de consumo, y que a esta auto-alienación que rompe la dialéctica de clases la llama realización personal. Así que el enemigo no es ya el terrateniente ni tampoco la multinacional, que crece porque todos compramos libremente sus productos; el enemigo, entonces, es la libertad. Como mucho, al único tirano que hay que derribar es al egoísta que cada occidental lleva dentro, pues también el consumismo nos esclaviza. La revolución ya solo puede ser interior, apunta Han, que no en vano estudió teología.
Y una vez que Bustos ha situado a la izquierda revolucionaria y rupturista fuera de la realidad, observa el aerolito Monedero.
La entrevista no discurre por cauces tan teóricos, pero depara fogonazos como cuando Monedero, a sus 52, se acusa de ingenuidad por creer que «como persona metida en la política tenía los mismos derechos que como ciudadano». De ser sincero -¿qué creía que era Montoro, otro plasma?-, el campus-reserva de Somosaguas se revelaría aún más hermético frente al mundo real de lo que sospechábamos. Una jungla na’vi de politólogos azulados ajena al desarrollo de la sociedad de la información.
Celebramos que Juanqui se sienta «desencadenado», pues regalará aún muchas perlas de pureza guevariana. Que su lugar no es la realidad lo prueba finalmente el hecho de que firme la entrevista Juan Cruz, encargado habitual del negociado literario. La pieza, coherencia póstuma, concluye con la oda de Neruda a las cosas rotas.
Hasta María José Navarro escribe su columna de La Razón sobre Monedero. Y nos deja un diamante de pensamiento tan bruto, tan bruto que parece una piedra.
No sé qué haré sin ver a Monedero por los platós y las páginas de los periódicos, en esas fotos que le toman desde abajo subido a un alféizar, que hay que ver lo que le gusta un alféizar a este hombre, se diría que en una vida anterior fue un tiesto con geranios.
Profundo, ¿verdad?
En la lluvia de palos que trae hoy la prensa, hasta hay una ración para Antonio Miguel Carmona, el candidato socialista a la alcaldía de Madrid, por cuenta de Ignacio Ruiz Quintano (ABC), que recuerda los hechos del PSOE.
Recibo carta de Carmona (no confundir con Carmena), el candidato a la alcaldía de Madrid: me llama «estimada vecina» y me pide que le vote, si lo que me gusta es la memoria… de Tierno Galván.
Carmona quiere ser Tierno Galván, un alcalde que pasó a la historia por sus bandos de Padre Isla, por su «afterpunk» de Ramoncín y por su despido de Alonso Puerta, el concejal que denunció la primera corrupción de la Santa Transición (¡las basuras!).
RAUL DEL POZO PIDE VOTAR SIN VERGÜENZA A PP Y PSOE
Hoy es 15-M y varios periódicos publican páginas especiales, sobre todo El Mundo. Si así creen que van a conseguir que los jóvenes, en especial los perroflautas, los compren, van dados.
Enric Juliana (La Vanguardia) sigue escribiendo crónicas que más parecen recuerdos de abuelo Cebolleta que noticias. Hoy, sobre el 15-M. Sin embargo, entre tópicos, citas y nombres antiguos encuentro una idea llamativa. La difusión de la acampada en Sol se debió a la paletada de la CNN.
La policía acordonó los alrededores y dejó que el campamento creciese. Los realizadores de las cadenas de televisión norteamericanas se enamoraron de aquella imagen. El plano cenital de Sol, con las lonas desplegadas, ofrecía un sorprendente parecido con la plaza Tahrir de El Cairo. En los estudios centrales de Atlanta, los editores de la CNN disfrutaban: ¡estampas de revuelta árabe en la Europa del Sur! Sol comenzó a dar la vuelta al planeta.
Antonio Lucas (El Mundo) escribe también su análisis del 15-M y cuando llego a este tópico dejo de leer:
Ya está bien de ese paréntesis con tongo de dos derechas que son la misma.
Sí, señor. Rubalcaba y Cifuentes son lo mismo, y encima de derechas, y el PSOE de vez en cuando se suicida para que gobierne el PP.
Raúl del Pozo (El Mundo) se malicia que el denostado bipartidismo va a obtener unos resultados mejores de los anunciados por las encuestas.
Los votantes del bipartidismo se van a acercar a la urna como si fuera la consulta de un psiquiatra. Unos con remordimiento y otros sin ninguna vergüenza, quizás, por la influencia de siglos de prácticas religiosas. Hay muchos españoles que están hastiados de ser siempre culpables de algo y a la hora de votar les acosa la responsabilidad. Por eso en Andalucía los votantes del PSOE escondieron su voto, que ya era secreto, les abochornaba votar a los suyos; y en toda España, millones de ciudadanos el día 24 ocultarán su voto como si cometieran un adulterio.
Y concluye así.
Yo que tengo muy claro lo que voy a votar y les aconsejo que voten sin ningún complejo o temor. No se tapen las narices, ni se acerquen a la urna como a un confesionario: voten lo que les salga del pijo.
¿Otro apoyo al PPSOE?
LA VANGUARDIA: «ACTO DE GUERRA» CONTRA EL CATALÁN
Hermann Tertsch (ABC) se alegra de que la Junta Electoral Central haya ordenado la retirada de las esteladas, pero censura al Gobierno de Rajoy por haberlas permitido hasta ahora.
Pero no es la Junta Electoral Central sino el Gobierno el que tenía que haber impedido desde el principio que la bandera separatista ondeara en 323 ayuntamientos. Y esa enseña ha comenzado a ondear en los ayuntamientos de forma masiva desde que está en marcha el plan sedicioso de Artur Mas. Que es un plan de destrucción del Estado y la Nación que supone un golpe de Estado. Que se lleva a cabo con obscena transparencia desde principios de esta legislatura, bajo la mayoría absoluta del Partido Popular. Y al que se ha respondido con una indolencia oficial ofensiva para quienes han de ser defendidos.
Sin embargo, espera que el Rey y Rajoy no admitan una nueva ofensa a los españoles en la Final de la Copa.
Ahora nos enfrentamos a la Final de la Copa del Rey en Barcelona. Me resisto a creer que Felipe VI y el Gobierno vayan a tolerar sin más que esa final se convierta en un inmenso aquelarre de agresión a España. Que se vaya a permitir que se lleve la ofensa al paroxismo. Los demás, que somos muchos, y estaremos allí representados por el Monarca, exigimos respeto. A quien lo amenaza y a quien tiene el deber de imponerlo.
La Vanguardia, que elogió a Franco hasta dar vergüenza a los franquistas, ahora acoge columnas que incitan al odio desde el catalanismo. Los dos matasietes que tiene el conde de Godó a sueldo, Pilar Rahola y Francesc-Marc Álvaro, escriben sendas columnas que, se lo digo sinceramente, amigo lector, me causan náuseas.
La ‘doctora’ Rahola repite su mentira de que el Gobierno nacional quiere erradicar el catalán de las aulas.
para delirio de Wert -con maese Rajoy de maestro de ceremonias-, Cataluña es más verdad de lo que quisieran, más fuerte de lo que pensaban y está más trabada de lo que imaginaban. Y tocar el idioma es tocar la fibra sensible, la médula de una nación que hace mil años que habla una lengua a la que ama y a la que, demasiadas veces, tiene que salvar de las fauces de los intolerantes.
Álvaro, biógrafo de Artur Mas, habla de ‘Acto de guerra’, que es el título de su pieza.
La lengua catalana no es sólo de los nacionalistas, por descontado. Pero el neocentralismo necesita romper la columna vertebral del idioma para tratar de provocar el conflicto civil. Animar a los padres a salir de la inmersión es exactamente eso. Implicar los tribunales todavía lo es más. Es -soy preciso- un acto de guerra.
Además, que el clima sea de guerra simbólica no implica, sin embargo, que la lista de aspirantes a héroe sea larga. Nunca lo es. Tampoco nada es gratis.
A estos dos, se une David González, que cuenta lo bonita que era la escuela escolapia de Mataró a la que él asisitió y acusa a la familia catalana que ha pleiteado por sus derechos de estar manipulada por ‘Madrit’.
Estudiaban ahí los hijos de muchos empresarios y los hijos de muchos obreros, de los de Mataró de toda la vida, y de los llegados antes de ayer de todas las Españas, entre los que me cuento. Se leía a Carner, a Riba, a Machado y a Cervantes. Y a Shakespeare. Ahí se cimentaban futuros abiertos desde la asunción de la complejidad. 40 años después, Wert y el Gobierno del PP someten de nuevo a esa escuela al estado de excepción lingüístico usando a una familia como coartada frente a todas las demás. Para que quede claro en Badajoz o en Cehegín que Albert Rivera también es catalán.
Ni una mención a la manifestación salvaje en Mataró de unos cientos de catalanistas contra una familia que ha pedido que se cumpla la ley. La construcción de una ‘nació’ exige víctimas y quizás dentro de poco sangre, como ya la derramó el terrorismo catalanistas en los años 70. Tanto odio y tanta mentira no suelen quedar impunes.