OPINIÓN / REPASANDO COLUMNAS

Alfonso Ussía sentencia a Ada Colau: «No trabajaría en una entidad bancaria en Barcelona»

Losantos ve un "chantaje al Rey desde las cloacas del Estado" en la petición de la Fiscalía de Madrid en el caso del yerno de Villar Mir

Alfonso Ussía sentencia a Ada Colau: "No trabajaría en una entidad bancaria en Barcelona"
Ada Colau. EP

Carmen Rigalt se venga de Salvador Sostres y le llama pajillero, meón, infeliz, acomplejado...

El suspiro de alivio que brota de la mayoría de las columnas de este 10 de junio de 2015 me apaga el mechero y me retrasa el primer cigarrillo del día. Los columnistas con partido o de partido están por fin tranquilos: C’s ha pactado con Susana Díaz y no habrá nuevas elecciones en Andalucía y, como dice el editorial de hoy de El País, se legitiman así los pactos (y repartos) del sábado, con la constitución de los ayuntamientos.

Victoria Prego (El Mundo) da las gracias a Ciudadanos por haber roto aguas.

A Ciudadanos hay que agradecerle que haya desbloqueado el atasco político en que se había quedado Susana Díaz por su falta de cálculo y por su sobra de seguridad. Ahora todos los ojos se posarán en la gente de Rivera, que hoy empieza a someterse a un examen que va a durar meses, hasta que se celebren las generales.

De momento, aciertan ayudando a Susana Díaz y posibilitando el acceso al gobierno de Cristina Cifuentes en Madrid, donde se tendrán que enfrentar probablemente a pruebas similares a las andaluzas porque también en esta Comunidad la corrupción está acechando la lista que le hicieron a la candidata regional y que ella tuvo que aceptar. Así que el examen a Rivera será doble y muy estricto. Y se juega mucho en él.

Francesc Carreras (El País), que no quería que C’s se constituyese en partido político, ahora está contento de que los españoles tengamos más papeletas que escoger los días de elecciones.

Nos encontramos con cuatro partidos que de derecha a izquierda, según el léxico tradicional, son PP, C’s, PSOE y Podemos.

Dentro de este cuarteto, el centro está formado por dos partidos (C’s y PSOE) y en los extremos otros dos (PP y Podemos). Las alianzas no son pura aritmética sino combinaciones que hagan bloques políticamente viables. De ahí se deducen cuando menos tres opciones formadas por dos partidos: derecha, centro e izquierda. De dos bloques hemos pasado a tres: hemos aumentado las posibilidades de escoger por parte de los votantes, hemos enriquecido la democracia.

SEGÚN MARHUENDA, LOS PACTOS BENEFICIAN A RAJOY

Toni Bolaño (La Razón) alaba, no al partido, sino a Albert Rivera.

Rivera no oculta su predilección por Díaz. «Es un hombre de Estado», dicen miembros de su entorno que comentó de la líder andaluza. Las alabanzas continúan «es despierta y está al tanto del momento histórico». Sin embargo, Rivera no parece pensar así de Pedro Sánchez. Fuentes conocedoras de su encuentro con el líder socialista afirman que Rivera «no se sintió cómodo en la reunión». «No tuvo química», sentencian.

Antonio Casado (El Confidencial.com) defiende a sus señoritos del PSOE: está muy bien que los socialistas pacten tanto con C’s como con Podemos o Compromís o la CUP.

A la vista de lo ocurrido en Andalucía y Valencia, nadie diría que los socialistas están allanando el camino a fin de que los nuevos bárbaros lleven a España al desastre. Ni aunque puedan contar con la complicidad de Podemos para gobernar en otros lugares, como Extremadura y Castilla-La Mancha. U ofrecerla para que gobiernen los amigos de Podemos en los grandes ayuntamientos de Madrid y Barcelona.

Es sacar las cosas de quicio anunciar las siete plagas si los socialistas pactan con los grupos políticos que han canalizado la indignación ciudadana. Depende de lo que se pacte, cómo se pacte y para qué se pacte. Por ejemplo, ¿es llevar a España al desastre cerrar el paso a Esperanza Aguirre a la alcaldía de Madrid, a Rita Barberá en la de Valencia o a León de la Riva en la de Valladolid? Es cuestión de higiene.

Precisamente, Enric Juliana (La Vanguardia) justifica que la izquierda, desde el PSC hasta la CUP, se ponga de acuerdo para quitar la alcaldía de Badalona a Xavier García Albiol, porque era todo un Le Pen, ni más ni menos.

García Albiol fue veinte años concejal. Conoce bien la ciudad. Su gestión ha oscilado entre el perfil del alcalde-administrador y un lepenismo más o menos suavizado (versión Marine). Por razones difíciles de explicar, durante la pasada campaña electoral cometió el error de regresar a la versión Jean-Marie Le Pen (padre de Marine), llenando la ciudad de unos carteles en los que afirmaba haber hecho «limpieza». Logró salir en todas las televisiones y movilizó a sus oponentes. La participación subió cinco puntos. Perdió un concejal (de 11 a 10) y la izquierda heterogénea sumó mayoría (14), sin depender de CiU. Badalona es la única ciudad en la que Podemos y la CUP han aceptado ir juntos.

García Albiol, experimentado profesional, aprovecha estos días la adversidad para alimentar la estrategia de presión del PP contra la política de pactos del PSOE.

Francisco Marhuenda (La Razón) encuentra que el espectáculo que estamos viendo beneficia a su antiguo jefe Mariano Rajoy.

La política de pactos que estamos viendo, algunos realmente disparatados, siempre he pensado que serían un acicate para que Rajoy consiga una mayoría que le permita gobernar. No hay nada peor para nuestros intereses, me refiero a los de todos nosotros, que la inestabilidad y la incoherencia porque solo harían que provocar una nueva crisis económica. No es el voto del miedo, sino del sentido común. Es verdad que a Rajoy no le va la demagogia, el populismo y la frivolidad, pero prefiero un presidente serio a uno irresponsable. No estamos ante una posible alternancia desde la normalidad sino con la izquierda antisistema.

CAMACHO YA ECHA DE MENOS LA INTERINIDAD EN ANDALUCÍA

Menos mal que hay algunos columnistas que rompen el atronador aplauso a favor de los pactos.

Antonio Burgos (ABC) titula su columna ‘La casta ya no existe’ y la dirige a los podemitas que ya no consideran al PSOE la misma mierda que el PP.

¿Pero cuando la indignación autoconvocada y cuando las acampadas en la Puerta del Sol no habíamos quedado en que «PSOE y PP la misma mierda es»? Por lo visto, no. El PP de la Gürtel y de Bárcenas, en efecto, sí debe de seguir siendo una mierda como un castoreño, que tiene que retirar cuanto antes el servicio de recogida de residuos sólidos urbanos. Pero el PSOE, por lo visto, o sea, el Partido de los ERE, el Partido de los Fondos de Formación, el Partido de Filesa y Malesa, el Partido de sus exministros en la cárcel de Guadalajara, el Partido de Chaves y Griñán imputados, el Partido que se gastaba en cocaína y putas el dinero de los parados, cuando no en langostinos y en fiestas en la Feria de Sevilla…

No, el PSOE ya no es una mierda. Mierdas, mierdas, lo que se dice mierda, ya sólo somos los que nos arriesgamos a hacer estas consideraciones éticas en una España que ya sabemos que no tenía vergüenza, pero que ahora descubrimos que no tiene memoria. Porque no le interesa tenerla. Así que colijo de lo meditado que La Casta ya no existe. En el momento en que pactas con ella deja de ser Casta para convertirse en transparencia, en necesidad de cambio, en tiempo nuevo… ¡Y en un carajo! Un carajo de mar, naturalmente, de mi Caleta gaditana.

Ya no hay casta ni en los toros.

Ignacio Camacho (ABC) echa de menos los dos meses de Gobierno en funciones en Andalucía. ¡Incluso el paro ha bajado!

Queda un sabor agridulce porque estos dos meses de Gobierno en funciones tal vez hayan sido el mejor período reciente de la autonomía andaluza.

Claro que esta estabilidad involuntaria o sobrevenida cuestionaba de forma severa la propia virtualidad del régimen autonómico. También ponía de manifiesto la prescindibilidad flagrante del adelanto electoral, un costoso capricho de Díaz que al final ha acabado dejándola exactamente en el mismo sitio pero sin un socio firme. Esas dos grietas de prestigio motivaban su altiva contrariedad con un bloqueo que ella misma había provocado. La segunda tenía, como se ha visto, solución, aunque tardía y tal vez precaria. La primera, en cambio, la que evidencia el superfluo sobrepeso de una autonomía hipertrofiada, tiene peor remedio. Porque los andaluces no han echado en absoluto de menos la intervención dirigista de la autonomía. Porque los servicios no han empeorado, que ya es, ni se ha colapsado nada. Y porque en este breve ciclo de aparente orfandad, de inocuo trantrán administrativo, hasta ha disminuido por pura inercia el paro.

Santiago González (El Mundo) dice que lo que hizo C’s ayer lo podía haber hecho hace un par de meses.

En vista de lo visto, quizá podríamos habernos ahorrado tanto ir y venir, tanta mandanga, exigencia y alharaca de Ciudadanos para las negociaciones autonómicas y locales.

Después de tanto requisito anticorrupción para sentarse, resulta que vamos a apoyar la investidura de Susana Díaz y lo decidimos con la tinta aún fresca en los diarios de otros 35 detenidos por el fraude de la formación en Andalucía, entre ellos cinco ex altos cargos de la Junta. Con los que se van a detener las próximas dos semanas y los anteriores, pasarán de 400.

Los emergentes vienen de casa con unas mañas que para sí quisiera la casta. No se había visto tanta energía y versatilidad negociadora desde que el personaje de Woody Allen en Manhattan Mistery Murder urdía un chantaje para capturar al asesino: «Qui… quiero 200.000 dólares en billetes pequeños sin marcar, o… o en billetes grandes marcados, si prefiere esa modalidad».

Y Alfonso Ussía siente alivio, pero por no vivir en Barcelona debido a ‘La alcaldesa incendiaria’.

La futura alcaldesa de Barcelona con el apoyo socialista, Ada Colau, ha demostrado su equilibrio y sensatez con una declaración ejemplar y cívica: «Quemar Bancos hubiera sido perfectamente razonable». No se refiere al mobiliario urbano, como hacía el «Cojo Manteca», que en paz descanse. Los Bancos que razonablemente merecen arder, según la futura alcaldesa de Barcelona apoyada por los socialistas, son las entidades bancarias.

Una mujer, aunque parezca el segundo comandante de ‘Master & Commander’ de semejante estofa será la alcaldesa de Barcelona apoyada por los socialistas.

No me gustaría trabajar en una entidad bancaria en ciudad tan económica y poderosa.

SÁNCHEZ, INVITADO POR CEBRIÁN AL CLUB BILDERBERG

Federico Jiménez Losantos comenta en El Mundo la exclusiva que dio ayer su periódico sobre la denuncia contra el yerno del marqués de Villar Mir, nuevo admirador de la prealcaldesa Manuela Carmena, por acoso sexual y homicio frustrado. ‘Chantaje al Rey’ se titula su columna.

La Fiscalía de Madrid tiene un amplísimo historial de irregularidades políticas, desde la detención para el telediario de Mariano Rubio por Fernández Bermejo para cubrir a González (que, en el caso Ibercorp había puesto «la mano en el fuego» por el entonces gobernador del Banco de España) hasta la detención de Rato, obra de Montoro y Soraya, por oficiales de Aduanas (!) que lo teleacogotaron de casa al despacho.

Usar la Fiscalía para tapar el caso López Madrid apesta a chantaje al Rey desde las cloacas del Estado, justo cuando Soraya, jefa del CNI, puede dejar de serlo y Cospedal, amiga consorte de Villarejo, ha caído. Las cloacas dicen que se trata de «blindar las conversaciones con Zarzuela». Nada más falso: se trata de usar a la Zarzuela para blindarse las cloacas, hoy de Rajoy, Soraya y Cospedal; ayer de Rubalcaba y González; siempre de sí mismas. Un fiscal nunca debe servir a las cloacas del Estado. Y menos aún, contra el Jefe del Estado.

Ignacio Ruiz Quintano (ABC) se ríe de la invitación por el editor Juan Luis Cebrián al socialista Pedro Sánchez para que participe en la próxima reunión del Club Bilderberg.

Con el Bilderberg pasa lo que según Fernández Flórez pasaba en los 30 con la masonería, cuando sujetos ignaros aparecían en la gobernación del país.

-Si no es la masonería la que recluta mediocridades, sino los mediocres los que se alistan en la masonería, ¿cómo alcanza ésta a ser una sociedad poderosa, capaz de torcer el destino de los pueblos?

Hombre, si Felipe González, Gonzalón, con sus ristras cantinflescas de locuciones conjuntivas («por consiguiente») va a ser académico (ya veo a El Roto sentándolo para su viñeta en el sillón «X»), nada impide a Pdr Snchz plantarse vestido de tirolés en Telfs-Buchen como socio del Bilderberg, aunque sea para subir y bajar al estanco por las brevas que fume Petraeus.

Luis Ventoso (ABC) escribe desde Londres una interesante reflexión sobre el destino de Europa, a la que Asia puede arrollar.

Europa se desinfla en favor de Asia. Esa pugna va a decidir si nuestros hijos y nietos viven en una zona del planeta próspera o depauperada. Para triunfar en esa liza implacable no servirá crear micro-países de regusto folclórico y xenófobo (la solución de Mas), ni reciclajes postcomunistas que penalizan la cultura del esfuerzo (Podemos), ni pensar que España es una isla que puede contar con mayores servicios sociales del orbe sin cuadrar las cuentas ni atraer capital (Sánchez). Solo una Europa muy unida y con un enorme énfasis en la educación y el esfuerzo podría tener alguna oportunidad. Pero nuestros países se pierden en rancias ensoñaciones nacionalistas (qué ridículo error ese referéndum de Cameron sobre la UE), o abrazan populismos casi nihilistas, como el del amargo cómico Beppe Grillo en Italia.

En España, el nivel del debate político está por los suelos: que si Carmena baila con Carmona, que si Susana y Pedro se pisan los juanetes, que Pablo quiere mangonearlo todo sin haber ganado nada, María Dolores y Soraya no se tragan, a Ada no le pone cumplir las leyes, Rivera tiene más usos que una navaja suiza…

«El mundo ha cambiado». Pero algunos siguen en la era del Simca 1000 y la peluca de Carrillo

Me llevo la alegría del día al encontrar en El Mundo una polémica entre columnistas. Carmen Rigalt ajusta cuentas con Salvador Sostres ahora que se ha marchado del periódico: pajillero, meón, infeliz…

Durante años ha ocupado esta columna alguien que solía obtener éxitos de crítica y público por ese procedimiento, el de hurgar en los artículos ajenos y echar la meada en sus argumentos.

El tipo disfrutaba con la provocación. Era escatológico (pipí, caca, culo) y sexual, o más concretamente, pajillero. Ambos distintivos son propios de personalidades tímidas o acomplejadas, pero siempre garantizan unas risas.

Sabía que no lo habíamos leído y estaba furioso. Por eso aquel día escribió que el castellano era un idioma de chachas. No recuerdo si dijo castellano o español, pero da igual. El caso es que lo dijo. Se refería a la lengua en que solía dirigirse al servicio. Pobre infeliz.

Otro día se metió conmigo. A la mitad de las mujeres las llamaba zorras o putas, y a la otra mitad las despreciaba por su edad y aludía a ellas hablando de la incontinencia, o de las pérdidas, como ocurrió aquel día. A media tarde, un subdirector cayó en la cuenta de las lindezas que me dedicaba y ordenó levantar el artículo. Me cabreé y le pedí que restituyera el post. No lo hizo y no pasó nada. Sigue igual de faltón.

A ver si el catalán le contesta…

LUCAS RECURRE A LOS TACOS PARA LLENAR SU COLUMNA

El fallecimiento de Pedro Zerolo ha permitido la reaparición de José Luis Rodríguez Zapatero con sendos obituarios en El Mundo y en ABC con cantos al amor, la libertad y la vida. ¡Qué cursi, Señor! También aparece en El País dando lecciones de moralidad Juan Fernando López Aguilar, acusado por violencia de género y, por tanto, según las leyes aprobadas por él mismo, Zerolo y Zapatero, presunto culpable. Esto escribe el ex ministro canario sobre su paisano:

No olvidaremos su lección sobre la fuerza del amor, que casi todo lo puede.

Los jóvenes columnistas españoles me hacen dudar del matra oficial, puesto en circulación por el PSOE y absorbido como el garrafón en una noche madrileña por los demás partidos y escritores, de que tenemos «la generación más preparada de la historia».

Manuel Jabois (El País), que ya me sorprendió cuando empezó un perfil de Teresa Rodríguez, la podemita andaluza, diciendo que había combatido al «franquismo por delegación» en 1995, me sorprende de nuevo invocando el fantasma de Franco, como si quisiese ser Manuel Vázquez Montalbán o Eduardo Haro Tecglen.

El despiste de la madre de Cristiano Ronaldo en el aeropuerto, retenida por tener 55.000 euros en metálico, lleva directamente a la Transición, cuando la hija de Franco también fue encontrada en Barajas, en medio de un despiste monumental, sacando oro en carretas. Los Franco en Hermanos Bécquer tenían una habitación repleta de armarios estrechos y largos donde guardaban cientos de joyas, de anillos a pulseras, de collares a broches: parecían los cajones del protagonista de La naranja mecánica pero más grandes, al fin y al cabo Alex sólo atacaba de noche. A Carmencita Franco la pararon en Barajas cuando trataba de sacar para Suiza 38 piezas de aquel oro. Eran monedas, medallas, insignias y condecoraciones de su padre: la chatarra de los 40 años de paz.

La columna ridícula del día se la gana Antonio Lucas (El Mundo), que escribe una llena de palabrotas.

Y eso que nunca satanizo de más la puta tecnología.

Eso es una gilipollez.

«Coño, que no llama nadie».

Tías que ofertan frutas chungas.

El tiempo pasa a toda hostia.

Qué coño pienso.

Querido Antonio, el taco es para el escritor como la teta para el cineasta: una manera de llamar la atención cuando no sabes qué decir. Lee a César González-Ruano, a Agustín de Foxá, a Manuel Chaves Nogales o incluso a Antonio Burgos.

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Autor

Pedro F. Barbadillo

Es un intelectual que desde siempre ha querido formar parte del mundo de la comunicación y a él ha dedicado su vida profesional y parte de su vida privada.

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