Cristóbal Montoro es el personaje del día. La moción fallida de Podemos a Cristina Cifuentes en la Comunidad de Madrid pasa a segundo lugar en la tribunas de opinión de la prensa de papel ante el fallo del Tribunal Constitucional diciendo que la amnistía fiscal del año 2012 no fue ajustada a derecho. En otras palabras, que fue una completa chapuza.
El Mundo le augura nueva tormenta al Gobierno por el caso de la amnistía fiscal que concedió Montoro en el año 2012 y que acaba de tumbar el Tribunal Constitucional:
El ministro tendrá que aguantar la presión de una oposición que se encuentra ahora con un motivo añadido para erosionar aún más al Gobierno.
Carlos Segovia cree que a Montoro le espera una reprobación en el Congreso, pero también le mete un palo a la Justicia por su lentitud.
¿Cómo se habría evitado que el grueso de la amnistía fuera ya firme? Fallando antes.
El editorial de ABC es claro en este aspecto de la amnistía fiscal y el fallo que ahora emana del Tribunal Constitucional:
En plena campaña de la Renta, es oportuno recordar que la política fiscal del Gobierno se ha basado en un encarnizamiento recaudatorio contra las clases medias.
Ignacio Camacho detalla lo que supuso la amnistía fiscal para este Gobierno:
Por el portillo de la chapucera amnistía se colaron, desde Bárcenas a Pujol, desde Torres a Granados, los corruptos que a Rajoy le han dado más dolores de cabeza. Lo que los ciudadanos han visto es una flagrante desigualdad de trato que ofrecía a los defraudadores una gracia encubierta.
El editorial de La Razón destaca que el Gobierno debe reconocer el error de la amnistía fiscal:
El Ejecutivo tiene en su haber una magnífica gestión económica que ha situado a España como la locomotora del crecimiento en Europa, pero la amnistía fiscal fue un yerro que toca reconocer.
El País tampoco duda de que Montoro tiene sus días contados:
Si su trayectoria política ya era reprobable hasta el momento, la sentencia coloca al señor Montoro en una situación insostenible.
Santiago González, en El Mundo, hace una conclusión a vuela pluma de esa imagen juntos de Aznar y Rivera:
Fue un espectáculo estupefaciente, donde se pudo leer entre líneas el pentimento de Aznar: el líder del centro derecha no es el que yo elegí. Tengo un nuevo cuaderno azul con el nombre del elegido y este es Albert Rivera Díaz.
Alfonso Ussía, en La Razón, dice que lo del despatarre no es machismo, sino mala educación y deja algunos ejemplos de los malos modales podemitas:
Ir vestidos como guarros de marca al Congreso o al Senado, es más nocivo para la convivencia y armonía ciudadana que un despatarramiento efímero y en muchas ocasiones fundamental, para alojar las partes pudendas en su lugar adecuado.
Federico Jiménez Losantos, en El Mundo, relata el auténtico fiasco de la moción de censura de Podemos en la Asamblea de Madrid contra Cristina Cifuentes, prevista a modo de ensayo para la del 13 de junio en el Congreso de los Diputados:
Pablo Iglesias y su Banda del Empatarre pensaron que hasta para el autobombo hay que ensayar.