Cataluña de nuevo. Sí, a riesgo de aburrirles con el tema, la cuestión de la secesión catalana vuelve a ser el tema casi único en el menu informativo de la opinión en la prensa de papel. Tengan ustedes en cuenta que desde este 21 de julio de 2017 al 1 de octubre de 2017 vamos a tener matraca con este asunto. Así que paciencia.
Santiago González hace una analogía con la escena de los guardia civiles en el Parlamento catalán y en el Palacio de la Generalitat. La única diferencia es que en esta ocasión los golpistas ya estaban dentro de las instituciones:
Quizá fuera más propio dejarse llevar por la analogía tonta: guardias civiles en el Parlament, ¡un tejerazo! Si no fuera por la inversión de los papeles: en la Cámara catalana los golpistas estaban dentro.
El editorial de La Razón asegura que la intervención de la Guardia Civil en Cataluña deja bien a las claras el nivel de cloaca en el que se ha convertido el Ejecutivo catalán:
Más allá de la sobreactuación de Turull, de su afán de protagonismo con el que desprenderse del traje gris del «aparatchik», de sus bravatas, lo que queda es el escándalo de corrupción que afecta medularmente al partido independentista en el que fue dirigente destacado y que vincula a los prohombres del nacionalismo excluyente con Artur Mas a la cabeza y Carles Puigdemont detrás.
Alfonso Ussía, en La Razón, le da para el pelo al ‘mamporrero’ puesto a dedo por Carles Puigdemont, un tal Pere Soler, el nuevo jefe de los Mossos de Esquadra:
Un asno de aldea, un cateto del separatismo provincial, ha tomado el relevo de los fallidos destructores. El traidor se llama Pere Soler. Le damos pena los españoles. Se le enseña una mano, se levanta el dedo corazón y se le dedica una butifarra. Paleto y gentuza.
El editorial de ABC es claro y contundente sobre cómo debe de cumplirse la ley en Cataluña:
La actuación de jueces, fiscales y Guardia Civil ayer, en Barcelona, bien puede considerarse un ejemplo para hacer frente el día de mañana a otras ilegalidades no menos graves ni menos evidentes que la del 3 por ciento. La verdad y el Derecho, siempre por delante.
Ignacio Camacho le canta la cuarenta a Pedro Sánchez por dejarse llevarse por los cantos de sirena del separatismo:
Si Sánchez se está acercando a esa narrativa frentista quizá sea porque piense que en la política catalana le puede producir réditos. Pero en el resto de España se le va a hacer muy difícil abrirse hueco. La mayoría de los ciudadanos ha percibido con nitidez el carácter insolidario del desafío de secesión y está hasta el gorro de tanto ensimismamiento.
Luis Ventoso resalta el silencio de los barones socialistas ante las ‘burramias’ de Pedro Sánchez en el tema catalán:
Ominoso también el silencio de sus compañeros de supuesto sentimiento patriótico, como Vara, Page y Susana Díaz, mudos, anteponiendo sus poltronas a su país. A España le falla su pierna izquierda.
Manuel Marín destaca que el intento de impedir el registro de la Guardia Civil en el Parlamento catalán por parte de Jordi Turull, consejero de Presidencia, denota hasta dónde son capaces de llegar los irresponsables del 3%:
Turull se limitó a aferrarse a la putrefacción de un partido que lo fue todo en Cataluña y lleva camino de la extinción.
El editorial de El País destaca el bochornoso papelón de Turull, pero subraya lo inquietante que es que un dirigente actúe de esas maneras:
El nuevo consejero de la Presidència de la Generalitat, Jordi Turull, protagonizó ayer un amago de rebelión contra la justicia del todo ridículo, pero no por ello menos inquietante. Su heroicidad secesionista es forzada. La dignidad de las instituciones se defiende dejando actuar a la justicia, no encubriendo la corrupción.