Las tertulias han ido degenerando. Ya no estoy por la labor de gritar
Andrés Aberasturi es uno de esos personajes imprescindibles para conocer la historia del periodismo español del último cuarto de siglo. Aunque alcanzó fama y notoriedad en televisión y radio, defiende que lo suyo era la prensa escrita y escribir.
Tras formar parte del ERE de RTVE de 2007, un acontecimiento que aún hoy asegura «no comprender», repasa parte de su dilatada trayectoria en esta entrevista en ‘El Burladero’, la sección que habla de periodismo con periodistas, del programa ‘Rojo y Negro’ de Radio4G.
TITULARES MÁS RELEVANTES DE LA CONVERSACIÓN CON ANDRÉS ABERASTURI EN RADIO4G:
Gente que haga radio bien hay unos 10.000 o 20.000. Esto es un problema de suerte. Uno no llega por inteligente. El problema es cuando sales en televisión y da igual si sales haciendo un informativo o anunciando unos calcetines. Si sales muchas veces la gente te conoce y esto te crea una popularidad, una fama, una historia, y entonces te llaman.
Yo no estuve en muchos sitios porque haya tenido muchas ofertas, sino porque tuve que buscarme el pan porque me había ido del uno o me habían echado del otro. Pero si hay algo que he querido hacer en esta vida ha sido hacer lo que yo creo. Entonces cuando tuve la suerte de empezar en televisión, que es lo más conocido, con Pilar Miró de directora general, que se empeñó en que yo saliera, le dije que me mirase, que allá había telebombones y que sería muy heavy que salga yo. Pero Pilar no pedía, ordenaba.
Yo he tenido muchas situaciones estrambóticas. Tenía una entrevista de una hora en la radio y al cabo de los 10 o 11 minutos ya pensaba que no se me ocurría nada para preguntar a ese personaje. Yo nunca llevaba mucho guión.
Los mayores disgustos [de mi vida profesional] han sido cosas inesperadas que ocurrían. Eran cosas profesionales, por ejemplo quitar tu programa por ideología o por opiniones. Y en este sentido no hemos avanzado.
Cuando estás en una empresa privada ya sabes que tienes que jugar en un determinado campo de fútbol, no jugar al baloncesto con el pie.
Yo nunca he escrito nada que no quisiera escribir. Ahora, no siempre he escrito lo que quisiera escribir tampoco.
Yo nunca he entendido el ERE [de TVE] porque nos seguían dando prácticamente lo que cobrábamos pero sin trabajar. Entonces no entendía cual era la ganancia. Algún economista sabrá por qué se hace un ERE y por qué se mantiene durante no se cuántos años hasta la jubilación, pagando prácticamente un 20 por ciento menos de lo que cobrabas. ¿Qué supone esto de ganancia para la empresa que hace el ERE?
Me llamaban de tertulias y y todavía me interesaba todo esto. Pero las tertulias se fueron degenerando. Yo no estoy para el labor de gritar. Esto no es periodismo, es espectáculo.
Es una pasión inútil. La del periodista, no el periodismo. Es una pasión inútil porque al final no solucionas nada. Tu individualmente crees que cambias el mundo cuando escribes columnas.
Cuando estaba en El Mundo escribiendo, mandaba mi columna los viernes y se publicaba el sábado. Los mandaba por fax, porque no había ni e-mail, ni nada. Y un día la mandé, el sábado no salió, entonces pensé que se había estropeado el fax y luego, a mediodía, me llegó un fax diciendo «ya no escribes»
Yo tengo dos obsesiones: la sanidad y la educación. Me parece impresentable que en tantos años de democracia no ha habido un pacto de Estado desde el principio