La plaza Catalunya será el escenario para conmemorar el primer aniversario de los atentados terroristas del 17-A en la Rambla de Barcelona y Cambrils.
El acto, conducido por la periodista Gemma Nierga, se celebrará el viernes 17 de agosto de 2018 a las 10:30 horas en la plaza de Catalunya y consistirá en una interpretación musical que irá a cargo de las cinco Escuelas Municipales de Música de Barcelona y del Conservatorio Municipal.
Sorprende que hayan escogido Gemma Nierga que ya la lió parda en célebre ocasión cuando se saltó el manifiesto consensuado de un acto mutlipartidista en contra ETA para dar su opinión personal que iba directamente en contra de la estrategia del Pacto Antiterrorista por aquellos días.–Gemma Nierga se salta el guión pactado y reclama a los políticos que dialoguen—
De ahí que sorprenda que el ayuntamiento de Ada Colau la haya escogido a pesar de eso… ¿O es que lo ha escogido precisamente por eso?
Utilizar a las víctimas
Que un periodista (o un político) utilice a las víctimas está tan a la orden del día que ya ni debería ser noticia. Ha habido desde acusaciones a medios por querer patrimonializar a las víctimas de ETA (PP, Libertad Digital, etc., a los que se les reprochaba querer identificar como un «amigo de los terroristas» al que discrepara de ellos) a las acusaciones que bien podrían hacerse a los ‘digitales’ morados – eldiario.es, publico.es…etc – por querer patrimonializar a las víctimas del franquismo y erigirse portavoces de ellos identificando como franquistas a los que no respalden su línea (miren el artículo de Carlos Hernández contra Alfonso Guerra).
El problema de Gemma Nierga no es que se manifestara en contra de la estrategia antiterrorista y defendiera la negociación con ETA. Cualquiera puede dar su opinión y para eso ella tenía, precisamente, todo un programa de radio – en aquel momento dirigía ‘La Ventana’ de la SER – con un micrófono a su disposición durante varias horas para decir lo que le diera la gana sobre el terrorismo.
Con la misma libertad con la que hoy se le puede escuchar por Catalunya Radio diciendo que le da más miedo el ‘nacionalismo español’ que el independentismo (lo del ‘nacionalismo español’ es el eufemismo con el que se refieren los medios indepes a los que defienden la ley en Cataluña).
Pero aquel día Nierga no estaba en su programa, estaba en un acto contra ETA convocado en Cataluña en memoria de las víctimas. Y tenía sólo una misión: leer el manifiesto consensuado por los partidos políticos democráticos.
Nierga vio la ocasión de oro, tenía a todas las autoridades políticas delante y a las cámaras de todos los medios de comunicación. Cogió el micrófono, y, como si estuviera dentro del comunicado pactado solicitó ante todos al Gobierno y los políticos que dialogaran con ETA (a pesar de que esta siguiera matando) y sin que le importara usar directamente el nombre de la que entonces era la última víctima de ETA para refutar su tesis: «¡Dialoguen, por favor! ¡Ernest Lluch lo habría hecho!».
En la cabecera de la manifestación José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero se miraron pasmados. «¡Eso no es lo que estaba escrito!», se le oyó decir a Aznar dirigiéndose a Zapatero. «Eso no estaba en el papel» clamó Pujol. ¿Pero qué más le daba a Nierga que los partidos representantes de miles de ciudadanos consensuaran con esfuerzo un documento común?
Ella se erigió protagonista y soltó su opinión le importaba. Aunque esta fuera justo la contraria, a la del Pacto Antiterrorista que establecía que no podía haber negociación mientras los terroristas no dejaran las armas. Con buena o mala intención, Nierga pasó a ser la ‘estrella’ de aquella manifestación y logró el aplauso de los nacionalistas, seguidores de Foro de Lizarra y demás.
Han pasado un tiempo y probablemente Nierga haya aprendido la lección. En principio parecería poco probable que volviera a improvisar saliéndose el manifiesto pactado (Ya no consensuado, porque eso ya parece imposible). En principio mientras Nierga no suelte que la culpa de los atentados yihadistas es que Occidente ‘no dialoga’ lo suficiente con los asesinos del Daesh muchos se darán por satisfechos.