'LA LINTERNA' (COPE)

Salvaje bronca entre José María Olmo y Carmelo Encinas por el fiscal general del Estado: «¡Lo que has hecho es una estafa!»

"Yo he dicho que Ángel Hurtado a mí me parece que no ha sido imparcial, eso no es ninguna estafa ni ningún delito"

Es especialista en defender lo indefendible.

Carmelo Encinas, tertuliano habitual en ‘La Linterna’ (COPE), salió a defender con uñas y dientes al fiscal general del Estado.

Sin embargo, su apoyo a Álvaro García Ortiz se le puso muy cuesta arriba porque tuvo en el otro lado de la mesa a José María Olmo, de ‘El Confidencial’, que echó por tierra los argumentos del periodista de la ‘Brunete Pedrete’.

Encinas quiso negar la mayor respecto del delito por el que se va a juzgar al fiscal general del Estado:

Lo que se le juzga al fiscal general del Estado es por la revelación de secretos. Eso es, que él ha revelado un secreto. Y hay numerosas pruebas que, primero, que indican que había 20 personas, como poco, 20 personas, que lo dice el propio magistrado Andrés Palomo, como poco, 20 personas que lo tenían a la vez, con lo cual no puedes decir que lo ha hecho él, no puedes probarlo. Y, por otra parte, hay varios periodistas de distintos medios que dicen y constatan que ellos tenían esa información antes que el propio fiscal general del Estado, lo que, por cierto, incorpora en su voto particular el propio Andrés Palomo. Lo dice. Dice, es que había otros periodistas a los que no se les ha escuchado. Entonces, yo lo siento. No me parece que la instrucción del juez Hurtado, que el Estado haya sido imparcial. Lo digo desde la humildad de mis conocimientos jurídicos, pero también desde la posición de quien ha estado leyendo todo lo que ha ocurrido y quien ha seguido todo esto.

Y tengo la impresión de que, ocurriera lo que ocurriera, el instructor quería llevar al banquillo al fiscal general del Estado y que el Supremo, o dos magistrados del Supremo, le han dado la razón, no sé si por, digamos, por afinidades políticas, lo tengo que decir, porque es que Ángel Hurtado hay que reconocer y recordar que este señor fue el que defendió con uñas y dientes al Partido Popular en la causa de Gürtel y el que pidió expresamente que no fuera a declarar Mariano Rajoy. O sea, este es un señor que se ha significado, sinceramente creo que se ha significado. Invito entonces, por eso invito a ver a nuestros oyentes a que se lean las dos partes. Lo que dicen los dos magistrados en ese auto, que es el que ha salido adelante por mayoría, y lo que dice el voto particular. Y a mí, personalmente, me parece que es absolutamente aplastante el voto particular. Y, sin embargo, lo que dice son indicios que no están, solo indicios. No hay una prueba constatada. Ni una sola.

Olmo saltó ante la exposición de Encinas:

A mí me parece que lo que acabas de hacer, Carmelo, es una estafa intelectual del tamaño de un elefante.

Encinas saltó como un resorte:

Bueno, cuida un poco. Yo no trato de estafar a nadie. Ni yo te llamaría estafador. Si dices que acabo de hacer una estafa, me estás llamando estafador. Yo lo que estoy haciendo es simplemente expresar aquí mi opinión, como haces tú. Yo no te he dicho que hayas hecho una estafa, en tu opinión, que era sesgada, sin lugar a duda. Y, sin embargo, no me parece que sea estafa. Es tu opinión.

El periodista de investigación de ‘El Confidencial’ tuvo que aclararle algunas nociones:

Hay muchos argumentos para defender que el fiscal general del Estado no ha cometido una revelación de secretos. Pero utilizar como argumento, ponerlo en pie de igualdad, un voto particular con la resolución del auto, me parece que, evidentemente, es una estafa porque es obvio que el voto particular no tiene ningún efecto. Es la opinión de un magistrado que ha quedado en minoría frente a la opinión de dos magistrados en mayoría.

Carmelo Encinas siguió erre que erre:

¿Y eso es una estafa? Me parece que está mejor argumentado el voto particular que el acusatorio. ¿Y eso te parece una estafa? Por favor, un poco de respeto

Y nuevamente se llevó un buen meneo:

Carmelo, a mí lo que me parece una estafa es acudir al voto particular como si fuera el que lleva la razón cuando es evidente que ha quedado en minoría. Y, además, apelar a la condición o el sesgo político que pueda tener el magistrado Hurtado, instructor, que ha sido, en este caso, pero también en el pasado, en varias ocasiones, avalado por sus superiores. Ese reduccionismo, intentar convertir esto en una lucha de un loco contra un gobierno legítimo, que continuamente vemos en Televisión Española y continuamente vemos en ciertos ámbitos…

Pero Encinas no se apeó del borrico:

Yo no llamo loco a nadie. Lo he dicho yo. Yo he dicho que Ángel Hurtado a mí me parece que no ha sido imparcial. Claro. Y sostengo y lo trato de argumentar. Eso no es ninguna estafa ni ningún delito.

El periodista de ‘El Confidencial’ remató a su oponente en ‘La Linterna’:

Es una estafa porque, como tú bien sabes, primero, el voto particular ha quedado en minoría. En segundo lugar, estas decisiones o una instrucción, en ningún caso, y menos en el Supremo, van adelante solamente con la voluntad de un juez instructor. Hay una serie de recursos, un sistema garantista, donde la instancia superior se pronuncia sobre los recursos que presentan los investigados. En este caso ha habido varios recursos y la sala del Supremo ha resuelto en unas ocasiones a favor de los investigados y en otras ocasiones en contra. Pero es que además en este procedimiento, que viene atrás, ha habido también muchas resoluciones favorables a la investigación de instancias como el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que también han resuelto en la misma dirección. Más allá de que el fiscal general del Estado en todo este procedimiento ha tenido a su favor, actuando como defensa, a fiscales y a la abogacía del Estado. Que eso sí que no es normal. Decir que los periodistas tenían esa información antes que el fiscal general del Estado es falso. Porque no hay ni una prueba. No hay ni una prueba. No hay ni una prueba de que esos periodistas, y además las pruebas que podían tener decidieron no aportarlas. Por cierto, comparecieron voluntariamente. Ellos sabrán por qué.

Y le aclaró que no hay pruebas de que los periodistas pudieran tener antes esa información:

Pero no hay ni una sola prueba de que esos periodistas tuvieran esa información antes. Podían tener un conocimiento general de lo que estaba ocurriendo. No hay ni una sola prueba de que el contenido exacto, entrecomillado, de ese correo, se tuviera antes. Porque si eso hubiera sido así, la instrucción se habría terminado al primer minuto. Pero no existe. Segundo, no hay pruebas de que el fiscal general del Estado no mandara los correos porque él mismo destruyó la información de sus teléfonos móviles. Eso también está demostrado. Y tercero. Sí, está demostrado que él destruyó sus teléfonos móviles. Él destruyó los teléfonos móviles. Mira, en el caso de Marta del Castillo, nunca apareció el cuerpo. Pero había una serie de elementos que sirvieron para, con los indicios, porque para eso son los indicios y así funciona la Justicia, poder atribuir la responsabilidad a una serie de personas que habían tenido relación con ella esa noche y que estuvieron en la misma zona y que además hay testigos que los sitúan ahí. Aquí hay una enorme, y lo vuelvo a repetir, cantidad de indicios que permiten atribuirle indiciariamente, porque eso es la fase de procedimiento en la que estamos ahora, una responsabilidad al fiscal general del Estado. Y ya veremos luego lo que resuelve el Tribunal que lo juzgue. Pero en estos momentos, decir que no hay una prueba directa porque no existe el cuerpo, eso es tanto como decir que la justicia, en el 95% de los casos, debería quedar en una sentencia absolutoria porque no siempre aparece la pistola humeante.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Los vídeos más vistos

Lo más leído