Zasca del Pequeño Nicolás a todos los progres de salón. Se discutía en el plató de ‘Hable con ellas’ sobre la conveniencia o no de que los menores de edad puedan asistir a las corridas de toros como se ha hecho toda la vida–El Leguina más provocador: «A mí me gustan los toros: lo digo por fastidiar a los animalistas un poco»–.
Pero ahora, en un momento donde la Tauromaquia recibe ataques a uno y otro costado, la polémica ha llegado a los medios de comunicación debido a que la Infanta Elena, ni corta ni perezosa, lleva a sus hijos a las plazas de toros, como recientemente ha ocurrido tanto en Mallorca como en San Sebastián–El sectario Gobierno balear carga contra la Iglesia, el castellano y los toros–.
O sea, según ese informe de la ONU al que os agarráis [los tertulianos críticos con la Infanta] es cruel que un niño entre en una plaza para ver como matan a un toro pero sí puede jugar a la Play a matar a 14 personas.
Dijo Fran Nicolás. Un argumento que hizo revolverse a todo el cortijo progre de Telecinco, que hacían suyos los postulados del ‘factotum’ Jorge Javier Vázquez, que aunque ausente de ese plató, ya había mostrado su malestar vía Twitter–Carlos Herrera da unos pases a Risto Mejide a costa de los toros: «Tonto en serie»–.
Sólo el 30% de los españoles siente interés por los toros. Algo que a la infanta Elena se la suda. https://t.co/qd4fULUH2G
— Jorge Javier Vázquez (@jjaviervazquez) 12 de agosto de 2016
El otrora conocido como ‘Pequeño Nicolás’ remato su argumento, para escándalo de los allí reunidos:
La responsabilidad es de los padres, yo no entro en toro sí o toros no, pero el padre tiene la potestad. Aquí no se ponen de acuerdo para decidir la formación de gobierno como para ponerse de acuerdo con esto.
Hay comunidades que están regulando o se disponen a regular la presencia de menores en los cosos taurinos. Es una medida que si bien se puede enmascarar dentro de una presumible protección de los derechos humanos en realidad esconde las aviesas intenciones de algún sector de la izquierda más radical: cortando la presencia de aficionados muy jóvenes a la Tauromaquia se conseguirá, con el paso de los años desterrar a las nuevas generaciones afines a las corridas que no sustituirán a los adultos que ahora las disfrutan–Otra barrabasada de Carmena y sus muchachos contra la Tauromaquia y San Isidro: eliminan la sección ‘toros’ de la web turística del Ayuntamiento–.
La Infanta Elena se saltó a la torera (y nunca mejor dicho) los consejos de los que buscan evitar la presencia de menores en los cosos y llevó a sus hijos a Illumbe.
Curiosamente, la asistencia de Victoria Federica a Illumbe coincide con la denuncia que el Colectivo Antitaurino y Anilamista de Bizkaia (CAAB) ha interpuesto ante la Dirección de Juego y Espectáculos del Gobierno Vasco por la presencia de «decenas de menores de edad» en las plazas de toros de la comunidad sin estar acompañados de un adulto. Froilán, por su parte, ya es mayor de edad.