Nadie podrá echarse las manos a la cabeza cuando escuche cómo en las campanadas de TV3 se pidió la libertad para los presos políticos, porque estábamos sobre aviso. Habrá campanadas de odio en TV3: las dará un humorista que llamó «panda de mangantes sarnosos y cabrones de mierda» a los españoles.
Primero porque parece muy esperable que en la tele oficial del golpe de Estado en Cataluña se esté por la labor de que Junqueras, Forn y Los Jordis salgan a la calle, y segundo porque Vicent Sanchis eligió para su especial de Nochevieja a Quim Masferrer.
El presentador de ‘El Forester’ que cantó las uvas, si por algo es conocido, es por hacerle la ola al independentismo e incluso haber insultado gravemente a los españoles. Fue en 2015 y presentando un evento para los grupos independentistas ANC y Ómnium Cultural:
«Con lo que nos están jodiendo a los catalanes, ¿cómo coño hacer humor? ¿Qué digo si nos la están metiendo por delante y por detrás? El expolio fiscal… ¿tenemos que reírnos de eso? Me hace llorar. Nos quieren volver a quitar el agua del Ebro. ¡Panda de mangantes sarnosos y cabrones de mierda!»
Este es Quim Masferrer. Será quien presente las campanadas en TV3 este año. También es conocido por dirigirse a los españoles como «panda de mangantes sarnosos y cabrones de mierda», entre otras lindezas, en un acto de la ANC. pic.twitter.com/Iw5sufl1wm
— Sheldon (@numer344) 3 de diciembre de 2017
Por eso no es de extrañar que este 31 de diciembre de 2017 este Quim Masferrer mandara un mensaje camuflado y ciertamente poco valiente, asegurando que no le gustaba nada el número 155 y pidiendo que los encarcelados -que para ellos son presos políticos- pudieran acudir con sus familias pronto.
«Esta noche quiero pensar en los que no están aquí con nosotros. Y no me refiero a los que están mirando otra cadena. Pienso en la gente que está en el hospital o en la cárcel. Deseo que pronto puedan salir a celebrar las campanadas y las uvas, aunque sea a destiempo, pero que lo hagan con los suyos».
Por supuesto la copresentadora, Ruth Jiménez, se abrazó al concepto sin dudarlo: «Me sumo, me sumo de verdad a tu deseo».