La presentadora ‘correturno’ de Sálvame ha vuelto a dar lo que, según ella, son las normas básicas del buen feminismo, el que promulga ella, ése que se basa en el dinero que “Tío Gilito Vasile” le paga religiosamente. Este noviembre pasado se ha cumplido un año desde que se publicaran los aberrantes vídeos en el que una destrozada Carlota Prado suplicaba llorando que la dejaran en paz, después de los supuestos abusos sexuales sufrido en el reality de Telecinco GH Revolution.
Mientras Telecinco callaba otros reaccionaban: qsupuso una desbandada de anunciantes, una realidad que sigue sufriendo a día de hoy porque el programa sigue sin regresar a la pantalla.
¿Y qué creen ustedes que han hecho durante este tiempo Carlota y su jefe-presentador titular Jorge Javier Vázquez? ¿Protestar airadamente contra lo ocurrido en su propia cadena? ¿Encadenarse al Ministerio de Igualdad? ¿Asaltar el Instituto de la Mujer? ¿’Okupar’ el Observatorio de Imagen de la Mujer?, instituciones estas últimas que, por cierto, han mantenido un escandaloso silencio, ¿Una pequeñita disculpa o ánimo?…
La respuesta es sencilla: nada. Bueno, mejor dicho han mirado cada día para otro lado en su programa. Y fuera de su trabajo habitual se han dedicado a sus obras de teatros o publicar libros, como el de Corredera, a la que frieron en las redes sociales por rezumar feminismo artificial por los cuatro costados.
Pero, claro el €uro-feminismo es así y más si viene de parte de “Tío Gilito Vasile”. Realmente parece que al lado de los puestos de director de esos programas hay un ‘cajero’ cuya pantalla le recuerda el tremendo ‘pastizal’ que se está llevando, y pues eso, las penas con pan (billetes, y muchos) son menos penas.
Y si Carlota Prado sigue esperando justicia, pues eso, que espere, que los presentadores más glamurosos de Telecinco seguirán abriendo la boca pero no para pedir humildemente perdón o para censurar esos comportamientos, lo hacen para imitar el ‘clinck’, ‘clinck’ de las monedas que van cayendo en su cuenta corriente.
Es el €uro-feminismo puro y duro, aderezado de una hipócrita doble moralidad por conducir el programa más machista de la televisión, que además se permite tener una sección dedicada a luchar en favor de la mujer, pero de Carlota Prado, no se sabe o contesta. Eso sí, todos imparten cátedra de manera muy digna (y con la nariz tapada).
Ya lo dijo otra conocida gallega, Paula Vázquez, que no es precisamente sospechosa de ser machista: “Sálvame es el programa más machista y misógino que existe en la televisión. Años viviendo de criticar la vida privada de fundamentalmente”mujeres. ¿Y ahora resulta que son la Epifanía del sentido común?”.
