Zapatero justifica el «cambio» de Gobierno por las exigencias del G-20

(PD).- El presidente Zapatero ha manifestado que el «cambio de rumbo» que ha acometido en el Ejecutivo que dirige ha sido respuesta a la nueva dirección marcada en las reuniones del G-20 con el objeto de «favorecer actuaciones» ante la crisis.

El jefe del Ejecutivo ha explicado que es conveniente aceptar las recomendaciones hechas en el marco de las cumbres del G-20 -en las que, ha afirmado el presidente, España ha hecho valer su peso, así como en el Consejo de Estabilidad Financiera- y si las medidas adoptadas por el Ejecutivo están empezando a mostrar su eficacia, es obligado acelerar su ejecución.

Aunque España no es a priori país miembro del G-20, grupo que reúne a los países más desarrollados y las potencias emergentes, sí ha asistido invitada a las reuniones de Washington y Londres.

Zapatero, en la comparecencia ante el pleno del Congreso a petición propia para explicar el nuevo organigrama del Gobierno ha insistido que «hay que acelerar la ejecución de las medidas» elaboradas con el equipo formado tras las elecciones de marzo de 2008 con un impulso del nuevo gabinete a la cooperación entre comunidades autónomas, la extensión de los estímulos del ámbito local al autonómico, el diálogo social, la mejora de las infraestructuras y la apuesta por las medidas modernizadoras y progresistas.

Para todo esto, el jefe del Ejecutivo ha pedido el apoyo de todos los grupos parlamentarios. «Todas estas razones -ha explicado Zapatero- me han guiado para componer el equipo de personas que hoy se sienta en el banco azul»

El presidente ha dedicado tres cuartas partes de su intervención a repasar las medidas y resultados obtenidos en la lucha contra la crisis. Zapatero ha destacado que el fondo de inversión municipal, dotado con 8.000 millones para poner en marcha pequeñas obras en los ayuntamientos, han permitido emplear a 155.000 personas desde su entrada en vigor en enero.

Además, tras recordar que el próximo viernes el Gobierno creará una nueva línea del ICO para hacer frente a la morosidad que sufren las empresas por parte de las Administraciones Públicas, ha revelado que las diferentes líneas de crédito de este organismo han repartido ya 4.630 millones de euros para financiar más de 120.000 proyectos.

En cuanto al mercado laboral, marcado por el fuerte alza del desempleo, fijado al inicio de su comparecencia como principal frente de batalla del Gobierno, y la destrucción de 900.000 puestos de trabajo en el último año, Zapatero ha augurado que los datos del paro de los próximos meses serán «menos negativos» que hasta ahora.

Así, ha asegurado que la evolución que registre el empleo en los próximos meses «permitirá enjuiciar el grado de idoneidad» de las medidas del Gobierno, un conjunto de actuaciones que, en su opinión, «están empezando a mostrar su eficacia».

«No he entendido nada»

Al término de la intervención de Zapatero, el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, ha iniciado su turno de palabra con un tajante «no he enetendido nada». Rajoy, que ha ironizado al afirmar que ni el propio Zapatero comprendía su discurso, ha manifestado que el Gobierno socialista «tiene una triple crisis: económica, social e institucional».

El presidente del PP ha criticado que la única argumentación ofrecida por el presidente del Gobierno para explicar la remodelación del Ejecutivo haya sido el G-20: «Solo he entendido que César Antonio Molina ha sido cesado por culpa del G-20».

Rajoy ha achacado a Zapatero que haya «agotados los recursos» de los que disponía y la «confianza» de los ciudadanos que le quedaba con el cambio de ministros en su gabinete.

«Uno espera que corrija pero es una esperanza obtusa» ha dicho el líder del PP quien además ha censurado que Zapatero no haya hecho caso a las ofertas de apoyo de los populares, salvo en la línea ICO a los ayuntamientos. «Ganaría usted mucho -ha continuado Rajoy- escuchando nuestras ofertas. Solo así acietan». Rajoy ha afirmado que el Zapatero «no quiere enmendarse» porque «rectificar le desazona».

Ya metido en la harina del nuevo Ejecutivo anunciado el pasado 7 de abril, el líder del PP ha calificado de «triquiñuela» la remodelación llevada a cabo por el presidente, un nuevo «decorado de cine» y «escena» en la que «sí que se fotografían más». Rajoy ha presentado su respeto a la nueva ministra de Economía, Elena Salgado, de la que, no obstante, ha dicho que es «impredecible».

«¿Le dará tiempo? ¿Cuál será su tarea?» se ha preguntado frente al pleno el líder de la oposición. Rajoy ha sostenido además que hasta en las filas socialistas se sabe que el propio Zapatero es el que se hará cargo no solo de las competencias de Deporte -como anunciase el presidente el mismo 7 de abril- sino también de las del Ministerio de Economía que quiere convertir en una «Secretaría de Estado».

El líder del PP, tras reprochar que no haya aprovechado la renovación del Ejecutivo para reducir ministerios como ha hecho Alberto Núñez Feijóo en Galicia con las consejerías, ha asegurado que Zapatero no sabe qué hacer ni con la Universidad, que ha vulto al Ministerio de Educación, ni con las políticas sociales, ahora entre las competencias de Sanidad. «¿Cuánto le va a durar la remodelación del organigrama? No durará mucho» ha sentenciado Rajoy.

El presidente del PP ha confiado en un «cambio de rumbo», pero no en el que ha puesto en marcha el nuevo Ejecutivo socialista. «El mayor problema de la crisis económica -ha concluido Rajoy- es usted. La mejor política económica es la que menos se parezca a la que usted hace».

El objetivo, los vicepresidentes

El portavoz del CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, tras recordar que algunas de las nuevas propuestas económicas desgranadas por Zapatero son una iniciativa de su partido, ha cuestionado la última remodelación del Ejecutivo, que ha tildado de «improvisación», y el nuevo traspaso de competencias entre ministerios. «Me preocupa el contenido de la vicepresidencia tercera», ha subrayado Duran i Lleida en alusión a las nuevas competencias del ministro de Política Territorial que, a su juicio, tendrían que haber desaparecido y haberse integrado en el la cartera de Economía. «También hemos solicitado la desaparición del ministerio de Cultura», ha añadido el portavoz de CiU.

En la misma línea se ha pronunciado el portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erokera, que ha criticado el gasto que supone la creación de tres vicepresidencias. «¡Vaya un ejemplo para un país en crisis!», ha exclamado Erkoreka, y ha recordado que el último gabinete con tres vicepresidencias es de 1977, «preconstitucional». Según el portavoz peneuvista, la crisis económica ha sido utilizada para justificar cambios en el Gobierno que responden a «designios muy diferentes: alguien o algunos a los que hay que nombrar o cesar», ha añadido.

Con posterioridad al debate en pleno sobre la remodelación del Ejecutivo se iniará en el Congreso la sesión de control al Gobierno.

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