En Moncloa y Ferraz delinquen tanto y tan rápido que la UCO no da abasto a investigar todo y a nosotros casi no nos da tiempo a publicarlo.
En La Retaguardia de este jueves 11 de diciembre, Eurico Campano analiza con José Ramón Riera y Carmen Obregón la insostenible situación del PSOE y de Pedro Sánchez rodeados por cada vez más casos de corrupción a cada día que pasa. Y es que sólo en esta semana, hemos conocido el caso de otro acosador sexual más en este partido, el alcalde de Monforte de Lemos y la detención de Leire Díez y el ex presidente de la SEPI, Vicente Fernández, por presuntas manipulaciones de contratos públicos.
Que un partido histórico como el PSOE tenga a su ex número tres recluido en Soto del Real ha generado un nuevo chiste mordaz en los pasillos del Congreso: “el PSOE ya cuenta con sede judicial, penitenciaria y gubernamental; solo le falta la electoral”. Sin embargo, esta broma esconde una realidad mucho más dura para Pedro Sánchez, quien enfrenta una ofensiva política y mediática que algunos opositores califican como una “explosión nuclear” contra su liderazgo.
El encarcelamiento de Santos Cerdán, figura clave en las negociaciones de investidura y responsable de los pactos con independentistas y nacionalistas, ha transformado este caso en un problema estructural para el PSOE que va más allá de lo penal. A su vez, las revelaciones sobre el llamado “caso Leire”, que involucran presiones sobre la SEPI, contratos públicos y empresas asociadas al entorno socialista, han encendido todas las alarmas internas.
El “caso Leire”: SEPI, Aznalcóllar y la sombra de los favores cruzados
Mientras el PSOE intentaba apagar el fuego del caso Cerdán, han surgido novedades sobre la fontanera socialista Leire Díez. Hasta ahora, sabíamos que se dedicaba a tratar de parar investigaciones judiciales en curso contra diferentes altos cargos socialistas recurriendo para ello a todo tipo de maniobras putrefactas como buscar información personal comprometedora con la que poder extorsionar a agentes de la UCO, jueces y fiscales o, de no haber tal información, ofrecer prebendas a los que persiguen esta corrupción. A todas estas andanzas se suma ahora la investigación de la UCO según las cuáles, Leire es también clave en una red que presiona por favores en empresas públicas y contratos millonarios:
- Presiones sobre la SEPI por Aznalcóllar: Díez habría ejercido presión sobre el entonces presidente de la SEPI, Vicente Fernández, relacionado con el concurso para la mina de Aznalcóllar, uno de los proyectos más delicados en Andalucía debido a su historial ambiental y volumen inversor.
- 48 millones a una empresa vinculada a la trama: según las pesquisas, Fernández logró que el Gobierno aprobara una inyección de 48 millones de euros a una empresa que habría cubierto gastos asociados al entorno de Santos Cerdán.
- Puerta giratoria a medida: Fernández terminó su etapa en la SEPI para incorporarse a Servinabar/Ervinabar, firma mencionada en la investigación y conectada con movimientos empresariales dentro del círculo socialista.
La propia Leire Díez aparece descrita en sumarios y notas policiales como una operadora capaz de influir tanto en empresas públicas como privadas, actuando como puente entre altos cargos, despachos y sociedades beneficiarias de decisiones administrativas.
“Si el PSOE me deja tirada y me meten en la cárcel, que se preparen”
Uno de los aspectos más sorprendentes del “caso Leire” es el tono amenazante atribuido a la propia Díez durante conversaciones recogidas por la investigación. En ellas lanza un mensaje claro hacia el partido: “Si el PSOE me deja tirada y me meten en la cárcel, que se preparen”.
Esta frase, que ya circula por despachos y tertulias políticas, tiene múltiples implicaciones:
- Sugiere que Díez se ve como parte integral de una estructura, no como alguien aislado, poseyendo información sensible acerca de las interioridades del entramado.
- Transmite que el silencio tiene un precio, insinuando que cualquier ruptura podría resultar en filtraciones o declaraciones comprometedores.
- Refuerza la narrativa opositora sobre una supuesta “omertá socialista”, donde se premia o protege a quienes permanecen leales al partido.
En este escenario, resulta irónico observar cómo los focos mediáticos pasan del “PSOE de Ferraz” al “PSOE de Soto del Real”; no es solo un recurso retórico sino un reflejo temeroso ante la posibilidad de que esta causa penal se expanda e involucre a más dirigentes o ex altos cargos.
Correos, contratos y el eco del caso Koldo
La indagación sobre el entorno de Leire Díez no se limita únicamente a la SEPI. La UCO también está investigando contratos relacionados con Correos, durante la presidencia de Juanma Serrano, cercano colaborador de Sánchez. Esta etapa convirtió a Correos en un centro paralelo al poder sanchista. Los elementos más preocupantes desde una perspectiva política son:
- La posible existencia de un patrón repetido similar al del caso Koldo: intermediarios, comisiones, empresas afines aprovechando emergencias o discrecionalidad administrativa.
- El papel estratégico desempeñado por Correos, no solo como servicio postal sino también como plataforma influyente desde lo político hasta lo económico.
- La conexión entre estas investigaciones con las revelaciones sobre Servinabar/Ervinabar, donde antiguos funcionarios públicos han sido recolocados en sectores privados con intereses directos en decisiones gubernamentales.
El relato emergente entre sectores críticos hacia el Gobierno apunta a que no son “casos aislados”, sino parte integral dentro de un mismo ecosistema donde estar cerca del poder socialista abre puertas hacia oportunidades comerciales, recolocaciones laborales o contratos públicos.