Fueron el núcleo duro de Pedro Sánchez en su aterrizaje en la secretaría general del PSOE en verano de 2014. Antonio Hernando (portavoz en el Congreso), César Luena (secretario de organización), Óscar López y Patxi López (llegó a presidir del Congreso unos meses), entre otros. Pero una vez que vinieron mal dadas y los barones comenzaron el derrocamiento del líder, allí se tiró del barco todo el que pudo.
Claro que quién de estos pobrecitos iba a pensar que Sánchez renacería de entre las cenizas para ser jefe del partido ganándole unas primarias a la favorita Susana Díaz (y al traidor Patxi López), ni mucho menos aún, alcanzando el puesto de Presidente del Gobierno moviéndole la silla al mismísimo Mariano Rajoy. Todo esto es la prueba de que la realidad siempre supera la ficción, una evidencia que también valdría para el nombramiento de Màxim Huerta como ministro de Cultura y Deporte, y que sin duda deja aún más retratados a los ‘losers’ de Sánchez.
LAS TRAICIONES, EL PASO PREVIO AL ÉXITO O AL OLVIDO
La traición más sonada a Pedro Sánchez fue la de Antonio Hernando. Fiel escudero del entonces secretario general del ‘no es no’ a la investidura de Mariano Rajoy, terminó defendiendo como portavoz de su grupo la abstención del PSOE, ya con Sánchez fuera de la Cámara por su renuncia al acta.
Hernando se emocionó en televisión, habló de Sánchez como el padrino de su hija, pero cuando el actual Presidente regresó por la puerta grande, Hernando salió a empujones por la de atrás. El ‘traidor’ Antonio Hernando, que quiso a Sánchez como padrino de su hija, sale ahora pitando antes de que le echen.
El otro gran loser es César Luena. Número tres del PSOE con Sánchez, a pesar de notársele cierta dificultad política, intentó sobrevivir pasándose al bando de Patxi López en las primarias de 2017. Ahora, de aquella secretaría de organización del partido ha quedado para ser el fotógrafo del Sánchez investido Presidente. Pedro Sánchez todavía no ha digerido la traición de César Luena.
El caso de Óscar López es algo más complejo. El aún hoy portavoz del PSOE en el Senado fue otro de los que traicionó a Pedro Sánchez pero lo hizo con mejores movimientos, menos dantescos, menos evidentes. Le sirvieron para mantenerse hoy aún como un hombre importante del PSOE, pero absolutamente fuera de toda posibilidad de acercarse a mayor éxito. Ferreras acorrala a un tenso Óscar López: «Su jugada es para ir a terceras elecciones».
Por último, Patxi López también intentó moverse bien, incluso llegando a aparecer ahora en alguna de las quinielas para ser ministro en el Gobierno actual. Pero Pedro Sánchez no paga a traidores, y ya puede conformarse López con seguir en su escaño sentado con cierta importancia y no hacer mucho ruido. El exlehendakari es un hombre experimentado en la política, y está intentando pasar desapercibido y que ni se le oiga.
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