Las traiciones de sus antiguos y más estrechos colaboradores han hecho mella en Pedro Sánchez. Sin ir más lejos, la de su portavoz Antonio Hernando todavía le escuece. Pero ninguna, cuenta ElEconomista, le ha afectado más que la de César Luena, al que Sánchez consideraba su amigo dentro del PSOE.
Se dice que el exsecretario general de los socialistas está tan dolido con Luena que ha dado orden para que los sanchistas que quedan en el partido hagan el vacío al antiguo número dos de Ferraz.
Aunque en los últimos tiempos se había constatado ya un enfriamiento de la relación con quien fuera su número dos, la confirmación definitiva tuvo lugar en diciembre de 2016.
La ruptura obedeció al interés de Luena en preservar su actual posición en el partido y normalizar las relaciones con la gestora y, en especial, a que en los últimos tiempos ha visto en Patxi López la mejor apuesta de cara a las primarias.
De hecho, en el sector ‘pedrista’ existían ya recelos de que Luena estuviese instando a Sánchez a su retirada para favorecer precisamente a López. «Más le valdría apartarse y dejar de aconsejarle tan mal», destacó un dirigente muy próximo al ex líder del PSOE hace unos días según publico Okdiario.