Antonio Casado – De trajes y anchoas.


MADRID, 8 (OTR/PRESS)

Ahora resulta que el presidente de Cantabria, Miguel Angel Revilla, también le regala anchoas a su colega valenciano, Francisco Camps. Lógico. O sea, que la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, perdió una excelente ocasión de callarse al comparar con notable torpeza las anchoas que Revilla le regala a Zapatero con los trajes que le regalan a Camps. ¿Se los regalan, como cree el juez, o se los paga de su bolsillo, como dijo más de una vez?

Esa es la madre del cordero porque de las declaraciones de Rita Barberá, en las que pedía para el presidente del Gobierno, por cuenta de las anchoas, un trato judicial semejante al que está recibiendo el presidente de la Comunidad Autónoma de Valencia, se deducía claramente que a Camps le han regalado esos trajes. Es decir, que ha mentido al negarlo. Pues si se trataba de ayudar al presidente valenciano, lo mejor que pudo haber hecho la alcaldesa es morderse la lengua.

Sin embargo, el propio Camps no le va a la zaga en esta rara habilidad de algunos políticos para darse tiros en el pie. Me refiero a la torpeza con la que ha gestionado todo este «absurdo» y «estrafalario» culebrón. Sí, señor, absurdo y estrafalario, como ha dicho el interesado. Pero con su inestimable colaboración.

Han sido clamorosos los errores cometidos en primera persona por el presidente valenciano. A saber: negar lo evidente, arremeter contra los mensajeros (jueces, periodistas, policías, fiscales, políticos de otros partidos), quejarse de la politización del caso mientras invocaba su barrida electoral del 7 de junio como una forma de blanquear sus problemas judiciales y remitirse a los tribunales como único ámbito en el que estaba dispuesto a contarlo todo, «que es nada», añadía.

Pues algo si era, según el auto del magistrado-instructor del caso Gürtel ante el Tribunal Superior de Justicia de Valencia. En resumen, el auto deniega el archivo de la causa, imputa a Camps un delito de cohecho (artículo 426 del Código Penal) y resuelve la incoación del procedimiento por el Tribunal del Jurado. Y le cita como imputado -con los demás y partes personadas- para las 10.00 horas del próximo día 15 de julio.

Sin perjuicio de que pueda prosperar el recurso de apelación y reforma que los abogados de Camps van a presentar en los próximos días, los efectos políticos y mediáticos son y serán demoledores para Camps y su partido. Aunque sólo sea porque en la plaza pública ya se sabe que el presidente valenciano no dijo la verdad al declarar que él se paga sus trajes.

Y si quedaba alguna duda, su amiga, la alcaldesa, Rita Barberá, las ha aclarado en su torpe comparación con las anchoas que Revilla le regala a Zapatero. Y también a Camps, por cierto.

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