MADRID, 6 (OTR/PRESS)
Gürtel y la crisis económica compiten para llevarse el gato al agua de nuestro futuro político a corto y medio plazo. Gürtel y la crisis serán los responsables de las permanencias o de los cambios en el Gobierno de este castigado país. Pero la crisis es algo que no depende de la voluntad de nuestros gobernantes ni ha sido creada por ellos. Sin embargo, Gürtel sí ha dependido y depende de la voluntad de muchos dirigentes del partido de la oposición y de los famosos personajes anejos, y entre todos la han creado, la han sostenido y la sostienen, según las últimas noticias. Gürtel nos mata de estupor, de indignación, de incredulidad a veces, de rabia y de la ininteligible circunstancia de que no se haya llevado ya por delante cualquier sueño electoral del PP, como unas recientes encuestas dejan planteado. Pero últimamente se decía que el caso Gürtel no había hecho nada más que empezar. Ahora mismo vemos eso con toda claridad, tras las calientes informaciones sobre contenidos del sumario y de nuevos informes policiales.
Alguien se las había arreglado para que la gente pensara que la trama era cosa de Valencia y es ahora mismo cuando ya puede decirse que es un problema nacional y que atañe al PP en toda su dimensión nacional. Valencia, Madrid, Galicia, Castilla y León y todo lo que nos espera, con personajes entrecruzados entre la responsabilidad del partido en cada comunidad y en la totalidad del suelo patrio. Ha comenzado ya la disidencia, sobre todo con las declaraciones de Fraga y de Pizarro. La última bomba es la de Alejandro Agag, el yerno de José María Aznar, en cuya boda con la hija del ex presidente estaban quienes todos sabemos que estaban. Que al final Agag iba a resultar implicado en la trama de corrupción masiva era algo que también todos intuíamos. Estas son una horas terribles y que pueden ser decisivas. Cualquier trabajo de campo de cualquier encuesta que tuviera lugar en estos días daría resultados muy diferentes a los de los sondeos publicados este fin de semana. La cascada de nuevos presuntos es interminable y sorprendente. Acabamos de empezar.
