Manuel del Rosal: «El debate a siete dejó algunas cosas claras»

Manuel del Rosal: "El debate a siete dejó algunas cosas claras"

Lo primero que dejó claro fue lo que sucedió a lo último. Que el que se pasó todo el debate con la boca atragantada de la palabra diálogo, negó el saludo a quien se le tacha de franquista”

Aitor Esteban aprovechó el momento que le ofrecían las cámaras de TV1 para ocupar todos sus minutos con la palabra diálogo. Sin embargo, cuando Espinosa de los Monteros le ofreció su mano al término del debate, Aitor le negó el saludo alegando que “Él no saluda a franquistas”. Aitor olvida, o no quiere recordar que, si en España ha habido un fascista, racista y supremacista, este ha sido Sabino Arana con su mensaje sobre la supuesta superioridad vasca apoyada en el Rh y el cráneo de los vascos, muy superiores como raza a los “maketos” españoles. Pues son de Bilbao. En esta ocasión el representante del partido al que llaman de ultraderecha mostró un talante conciliador y el “demócrata supremacista” representante del PNV demostró su radicalismo. ¡Qué cosas! ¿verdad?

Espinosa de los Monteros le soltó un buen dardo a Irene Montero que se desgañitaba defendiendo el derecho a la vivienda, los okupas y las bandas callejeras de los Menas, cuando le espetó: “No todo el mundo puede llevar escolta”. Ante la insistencia de presentarse como la adalid de los pobres, Irene recibió otra andanada de Inés Arrimadas cuando le recordó que ella aprovechaba el voto de los pobres para poder vivir en un sitio exclusivo de los que, en los inicios de Podemos, ella y Pablo llamaban casta.

Rufián, falto de cualquier argumento que no sea independentista, echó mano del manual que siempre lleva bajo el brazo y expuso la millonada que gana Amancio Ortega mientras paga de impuestos igual “que un obrero de la Seat” que no se puede ser más demagogo y más falso. Rufián, ese chico que no ha dado un palo al agua en toda su vida, ni lo va a dar, que no ha creado ni un solo puesto de trabajo, ni lo va a crear, que se lleva en crudo los miles de euros que le paga ese Estado totalitario del que él tanto abomina; debería ser callado cuando se permite hablar de Amancio Ortega un hombre que actualmente da trabajo a miles de familias en todo el mundo.
Cayetana, esa mujer de apariencia sutil y delicada, pero revestida de coraje y argumentos, y con más huevos que muchos hombres; se hartó de preguntar a Adriana Lastra que entendía ella como nación, si España lo era para el PSOE y, si no lo era, que dijera cuantas y cuáles son las nacionalidades que forman España. Naturalmente Adriana quedaba muda porque allí estaba Rufián, cuyos escaños pueden serle útiles a Pedro Sánchez tras el 10N. Adriana, cuando se dirigía a Rufián empleaba el término nación de naciones y cuando está en Madrid despelleja a los independentistas poniendo, como siempre hace el PSOE de Pedro Sánchez, una vela a Dios y otra al Diablo. Eso sí nos dibujó un país lleno de feministas, progresistas, ecologistas, mediombientalistas, igualitaristas y un sinfín de “istas” que harían de España el país de la abeja Maya si Pedro lograba formar gobierno.

Espinos de los Monteros fue el único que habló claro cuando se abordó el tema de los pactos: “Pueden estar seguros los españoles que Vox nunca apoyará a Pedro Sánchez” Avisó también a Aitor Esteban con: “Si podemos, ilegalizaremos los partidos independentistas”. Espinosa de los Monteros terminó su minuto de oro con dos palabras que yo llevaba in illo tempore si oír a ningún político, esas palabras fueron ¡Viva España! Para mí fue gratificante.

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