¿Por qué casi todos los creadores de opinión de derechas se empeñan en decir (hacer ver a los votantes) que Ciudadanos es de derechas?. ¿Por qué, secundando la propaganda de la izquierda, emplean con frecuencia las palabras «tres derechas» para referirse al trío, que muy adecuadamente, podrían nombrar como constitucionalista, por ejemplo? ¿Por qué no usan esta segunda terminología, con la que además, estarían lógicamente matando dos pájaros de un tiro?. No lo entiendo.
¿Para que haya votantes que, sintiéndose de derechas, voten a Ciudadanos en vez de al PP?. No lo entiendo.
¿Para que haya votantes que, sintiéndose de izquierdas, pero siendo moderados y sensatos, voten al PSOE de Sánchez en vez de al socialdemócrata Ciudadanos?. No lo entiendo.
¿Para dejar todo el campo de la izquierda a este PSOE «podemizado» (aunque de cara a las elecciones esté tratando de disimularlo) de Pedro Sánchez? No lo entiendo.
Y lo del «empeñarse» no me lo estoy inventando. Hasta los más espabilados de derechas hablan de las tres derechas. Tengo muchos botones de muestra (acabaría con los de una gran mercería) pero sólo citaré los dos siguientes: 1) Siguiendo en la televisión las noticias sobre la última convención del PP, vi y oí decir nada menos que a Esperanza Aguirre lo de las tres derechas. 2) Y en el ABC de hace unos meses leí un artículo de Ignacio Camacho titulado así: «Las tres derechas» (https://www.abc.es/opinion/abci-tres-derechas-201810080347_noticia.htm)
Y no parece que falten razones para situar a Ciudadanos en la zona de centro izquierda más que en la de derechas. Recuerden que estuvieron a punto de unirse con UPyD. Fue una pena que no lo hiciesen porque si lo hubiesen hecho, habríamos contado con un partido de centro izquierdas patriota, que tan necesario es en España y que contaría con mujeres tan valiosas como Inés Arrimadas, Rosa Diez o Maite Pagazaurtundua. Este partido de centro izquierda no se hubiese unido para gobernar con separatistas o ultraizquierdistas. Tampoco hubiese recibido a Torra con su lacito amarillo (¿qué se puede esperar después?, qué nos tomen por el pito del sereno). Por otra parte, los de Ciudadanos han gobernado en Andalucía con la socialista Susana Díaz, y cuentan con candidatos como Joan Mesquida, que desempeñó cargos importantes con gobiernos socialistas (Director general del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil, etc.), el ex primer ministro socialista francés Manuel Valls, el exministro (Gobierno de ZP) Celestino Corbacho, etc. Al escribir esto último, me ha venido a la cabeza algo tan incomprensible para mí como lo de «las tres derechas», y es que, recientemente, he visto en Facebook cómo simpatizantes (por lo menos) del PP criticaban y afeaban la posibilidad de que Soraya Rodriguez aterrizase en Ciudadanos. No entendía nada: ¿por qué les molestaba tanto que una exportavoz del PSOE en el congreso se fuese a Ciudadanos?. ¡Ojala, pensaba yo, se fuesen todos los socialistas moderados a Ciudadanos o a algún partido socialista más de fiar que el PSOE actual!. Pero si Ciudadanos quisiese aparecer como más de izquierdas, pienso que erraría el camino si se fijase en lo peor de las actuales izquierdas como son leyes tan «antisociales» (perjudican enormemente a la sociedad española) como las de la memoria histórica, las de la ideología de género o las del feminismo radical, pues no parece que tengan nada que ver con la defensa de los trabajadores, sino al contrario.
Me parece que, dada la situación tan delicada por la que atravesamos actualmente en España, los partidarios de alguno de los tres partidos constitucionalistas, en vez de tratar de desprestigiarse entre sí, deberían hacer llegar hasta el último rincón de España una razón diaria, hasta el día de las elecciones, explicando lo más brevemente posible porqué conviene votar a uno de los tres partidos mencionados. No es nada difícil explicar a obreros, parados o estudiantes que a ellos les interesa bastante más votar a los constitucionalistas, sobre todo a Vox, que a los partidos de izquierdas; bastaría con recordar las políticas inmigratorias de unos y de otros. Tampoco es difícil explicárselo a los inmigrantes o a padres de familia; bastaría con recordar las leyes educativas socialistas que han generado y generan indisciplina y «señoritismo». Merece la pena, pues aguantar la prepotencia (salvo con los ricos nacionalistas, que hace de «Bambi II») de Sánchez 4 años más sería insoportable.
Hace tiempo, escribí sobre este mismo asunto, pero no parece que haya servido de mucho. Esperemos que ahora, sí. (https://www.periodistadigital.com/opinion/columnistas/2018/11/30/vicnuel-sanchez-a-los-creadores-de-opinion-de-derechas.shtml )
