Aunque la juez que instruye el incendio de Guadalajara en julio de 2005 en el que fallecieron 11 personas hubiera desbarrado en sus imputaciones, las Cortes de Castilla-La Mancha no pueden pervertir su función y atribuciones pidiendo el sobreseimiento de la causa. Pero el jueves, con los votos de la mayoría absoluta del PSOE y en una demostración de desprecio a la separación de poderes, lo hicieron. Y ello ha añadido un error más al cúmulo de despropósitos que se han sucedido desde aquella fatídica tarde de hace ya casi cuatro años. Pretender ahora desde el poder legislativo presionar o dirigir al poder judicial es un disparate. Esa resolución lo es en esencia. Ya sabemos que la justicia está polítizada ,y es una desgracia que lo este, pero institucionalizar esa politización resulta excesivo descaro hasta en estos desvergonzados tiempos.
El auto de la titular del juzgado seguntino mantiene imputaciones políticas, muy lógicas algunas y otras de dudosa sostenibilidad, por ejemplo la del alcalde de la Riba, la del director del parque del Alto Tajo, otras técnicas, muy preocupantes, y al mismo tiempo exonera de responsabilidad alguna a parte de los excursionistas que iniciaron el fuego que han sido totalmente exculpados. Pero eso debe ser contestado por vía judicial, que es ahora la suya, y nunca a través de otra pantomima parlamentaria como aquella que pretendió dar carpetazo al asunto en una esperpéntica y presunta “comisión de investigación” que nada cerró y siguió abriendo herida.
Como se vuelven a abrir ahora tropezando en la dolorosa piedra que sigue quemando a quien la toca. Hubo ceses-dimisiones prontos,como el de la consejera Rosario Arevalo,y otros retardados y forzados, como el del delegado en Guadalajara, Sergio David González o el de director general José Ignacio Nicolás, de hace apenas unos días. Pero no ha habido una clara asunción de responsabilidades políticas, ni una comprensión y una cercanía al drama sentido colectivamente por una provincia entera.
No lo hubo hace cuatro años y sigue sin haberlo ahora.
Pero hay más. La batalla política , como el incendio como munición, se encona cada vez más porque cada vez es mas reñida. Los resultados electorales de las europeas, muy preocupantes para el PSOE, (que ha quedado a más de 90 mil votos y 12 puntos de distancia del PP ,duplicando y triplicando brechas anteriores) convierten la comunidad, gobernada por ellos desde que se celebraron sus primeras elecciones regionales( tradicionalmente se invierte la tendencia de las generales ), en la pieza prioritaria para el PP y en el escenario de la batalla que puede señalar vencedor de las próximas elecciones autonómicas y municipales del 2011. Si encima la candidata es la secretaria general de los populares Dolores de Cospedal no es de extrañar que en el debate en las cortes fuera hirviente y que tampoco se librara de gruesas acusaciones como la de ser “capaz del peor carroñerismo político” y hasta de denegar medios para apagar el fuego desde su entonces responsabilidad de consejera de Medio Ambiente en Madrid.
El fuego de Guadalajara no se ha apagado cuatro años después. Es más, se atizará políticamente cada vez más. Y al final van a ser más letales sus tizonazos que las plastas de chapapote del “Prestige” , aunque a Guadalajara no hubiera marea blanca que la amparara, ni romerías ecológicas y hubiera de esperar un cambio de alcaldía en la ciudad para que las víctimas del incendio tuvieran dedicado un espacio público, que sorprendentemente sí tenían los voluntarios contra el fuel en las costas gallegas.
P.D. Hoy estoy pasando el día con un equipo de televisión por toda la comarca alcarreña de Zorita, donde paso buena parte de mi tiempo digamos «libre» y donde se ubica la primera central nuclear (cerrada en el año 2006 cuando aún y hasta según la moratoria tenía aún dos años más de vida útil) y por Trillo donde esta en funcionamiento una de las más potentes y modernas de España. La cosa está en ver que dicen del asunto las propias gentes del terreno.
