Este viernes, 7 de febrero de 2014, Juan Carlos Girauta publica en Libertad Digital una columna titulada ‘Historia de la Resistencia al nacionalismo en Cataluña’ en la que arranca diciendo:
Pasarán los años y los nombres correrán a buscar su lugar en esta historia, pero casi todos caerán en el vacío. Porque no fueron muchos quienes se plantaron ante el gigante, ni siquiera cuando empezaba a crecer
Añade que:
En cuanto a los nombres de las cosas, habrá que recuperarlos de la perversión romántica que les supone desigual contenido cuando se salta de una lengua a otra. Habrá que desbaratar la superstición según la cual cada lengua comporta una visión del mundo, una de las más celebradas zarandajas del nacionalismo.
Y concluye:
Ya no es hora de resistir, sino de vencer al nacionalismo. Pero si en el presente se ha podido articular en lo político un constitucionalismo catalán desacomplejado es, en gran medida, porque no todo el mundo tragó en las décadas pasadas