Este sábado 5 julio 2014 Pedro G. Cuartango titula Antes de la Revolución su columna Vidas paralelas en El Mundo dedicada a Mariano Rajoy vs Jacques Necker.
Decía Balzac que hay hombres que sirven de puente para que otros lo crucen. No sé en quien estaba pensando, pero bien podría tratarse de Jacques Necker, el poderoso ministro de Finanzas de Luis XVI, que jugo un papel clave en el periodo que desemboca en la Revolución Francesa. Necker era demasiado conservador para quienes quería acabar con el Viejo Régimen y demasiado osado para la aristocracia. Pero acabó desbordado por el levantamiento popular de julio de 1789, aunque luego volvió al poder por un breve lapso de tiempo.
Añade:
Necker se vio atrapado por dos fuerzas que operaban en dirección contraria y no pudo sobrevivir políticamente a pesar de su prestigio como tecnócrata colbertista. A Mariano Rajoy le puede suceder lo mismo. Las reformas regeneracionistas que ahora propone llegan demasiado tarde y carecen de credibilidad. Y además es rehén de la maquinaria burocrática del PP, a la que debe su cargo y de la que proviene él mismo, un profesional de la política de perfil tecnocrático como el propio Necker.
Y concluye:
Rajoy sabe que el descontento social crece, que el sistema se desintegra y que los partidos están desacreditados. Pero carece de convicción para liderar las reformas que contribuirían a la desaparición de todo lo que él ha defendido y, en cierto modo, representa. […] Rajoy está sobrepasado por los acontecimientos y, aunque aquí no se produzca una toma de la Bastilla, cada día parece más obvio que carece de capacidad para hacer frente a los cahiers de doléances de los ciudadanos de este país.
