Este 23 de diciembre de 2014, escribe Kiko Ménez-Monasterio en La Gaceta una columna titulada ‘Feliz lotería de invierno’ en la que arranca diciendo:
Hace unos meses Polonia rechazó retirar el crucifijo de sus instituciones con el argumento de que lo católico está en las raíces más profundas de su ser nacional.
Añade que:
Aquí la tradición navideña más arraigada pasa por los décimos. Incluso en el caso de que el laicismo se radicalice hasta extremos jacobinos -están en ello-, y prohiban crucifijos y belenes, podemos apostar que el día 22 de diciembre siempre habrá lotería.
Y concluye que:
El parlamento catalán acabará proclamándose libre, pero no renunciará a la lotería del 22.