Este 31 de diciembre de 2014, escribe Kiko Méndez-Monasterio en La Gaceta una columna titulada ‘Podemos ir a peor’ en la que arranca diciendo:
Sí, todo es susceptible de empeorar, aunque parezca imposible imaginarlo viendo la cola triste del paro, o peor, al fijarse en las condiciones de trabajo de esos jóvenes a quienes les dicen que deben sentirse afortunados por tener empleo, y cuyo formato de esclavitud parece que lo ha importado el PP en su acuerdo amistoso de colaboración con el Partido Comunista Chino.
Añade que:
Dice Javi Torres -que es como un Tintín sevillano- que en su generación están destinados todos al exilio o a trabajar para mister Scrooge. Muy cierto, pero aún así, aunque no lo parezca, podemos ir a peor.
Y concluye que:
El gobierno de Rajoy puede presumir de haber liquidado las últimas barreras que nos protegían del modelo social que exporta Pekín, culminando un proceso histórico que empezó con la Transición y que acabará con el delfín de Mariano, o sea, con Pablo Iglesias.