Así de sencillo: no sirve para dirigir este partido
«NO hagáis reduccionismos: esto no es una bronca por el poder. ¿Qué poder si cada vez tenemos menos, si en cada elección caemos más abajo? Ni tampoco se trata de la investidura de Rajoy. Esto es una lucha por el modelo de partido. Una guerra, y mira que me duele llamarlo así, entre los que se conforman con perder porque se quieren apoyar en Podemos, o en quien haga falta, y los que pretendemos que el PSOE vuelva a ser una fuerza ganadora, hegemónica, que lidere una mayoría social.
Es una pena que todo esto haya desembocado en el sainete de las puertas y de los seguratas, que da una imagen penosa del conflicto. Pero eso lo ha provocado Pedro, o mejor dicho, Luena, que cree que las crisis internas se resuelven con cerrajeros. Créeme: esta confrontación es la consecuencia de un problema de liderazgo».
«Te lo diré claro: Pedro no vale. Es así de sencillo: no sirve para dirigir este partido. No tiene proyecto, ni ideas ni capacidad de arrastre. Vive rodeado de un cinturón de pretorianos y asesores, algunos de los cuales ni siquiera son militantes. Y se ha creído, o le han hecho creer, que lo pusieron las bases.
¿Quién crees tú que movió el voto de esas bases? Sánchez es secretario general porque así lo decidió Susana con las principales federaciones, que son las que aseguran la implantación, y él ha traicionado, te lo digo así, ha traicionado y engañado a quienes lo alzaron. Le han calentado la cabeza con el cuento de una especie de legitimidad populista, directa, por encima de la estructura del partido».
«Y eso es lo que queremos defender: la organización, la autonomía del partido como agente social. Por eso ha dolido tanto que la dirección acuse a los críticos de trabajar para la derecha, y más aún que se prestase al juego siniestro de la presión de Podemos contra Page o contra Vara.
No se puede utilizar a los adversarios contra tus compañeros por muy disidentes que sean. Eso es un crimen de lesa lealtad y además un error descomunal. Pedro, que era más conservador que todos nosotros, ha podemizado el PSOE, esa es la triste verdad. Pero a él le da igual porque sólo quiere huir de sus propias derrotas».
«De hecho, esto ha estallado cuando se hizo evidente que se ha lanzado a formar un Gobierno con 85 diputados.
Lo tiene hecho, a falta de plebiscitarlo entre unos militantes a los que ha calentado con el «no-es-no». Y me temo que aún lo puede sacar. Ese pacto con los separatistas nos hunde en los territorios donde aún somos fuertes, y yo diría que en todo el país.
Si nos interesara el poder lo trincaríamos aunque fuese en coalición, pero hay que pensar un poco en largo, que es lo que no hace él. Espero que alguna vez, cuando pase todo este alboroto, se aprecie el papel que está haciendo el PSOE jugándose su identidad y su cohesión por defender un proyecto de Estado. Por volver a ser un partido capaz de dar estabilidad a España…».