Con las fronteras que algunos pretenden inventar, las que otros malditos pretenden saltar y el cielo en huelga, este país se dispone a chantajearse otra vez en verano. Y a los pocos que este año pueden aterrizar en nuestros aeropuertos sin sobresaltos los aguardan para rematarlos los taxistas, que necesitarían un asesor de imagen, haciendo todo lo posible para que la gente tirada en los aeropuertos, ante semejante trastorno vacacional, se pase de una vez a Uber y Cabifay, con sus coches aseados y educados y el precio acordado antes de salir para evitar algunos abusos que quedan en Madrid y Barcelona de las peliculas de Alfredo Landa, colaborando todos a espantar el turismo internacional, del que vivimos todos.
Mientras el pais huye a la playa igual que el alma que llevó al diablo de Puigdemont a Alemania, deja como todos los años los montes y matorrales sin desbrozar dispuestos a arder y el Presidente rehén de Puigdemont, después de crear un efecto llamada para el separatismo ahora lo ha creado para todo un continente,- lo más irresponsable que haya hecho un gobernante despues de cabalgar un golpe de estado-, mientras vuela en mystere al aeropuerto más socialistamente vilipendiado a escuchar un concierto o cantar un karaoke.
Me abstengo de calificar la conducta de éste presidente interino, que apoyado en la sombra ha dejado su ominoso camino al poder sembrado de ambición y traición, demagogia, falsedades y mala fe. Y eso no se olvida. Cualquier dia saldrá. Será su chapapote. Pero si los cursos pasados desapareció en verano qué sé yo los dias, a California, al chiringuito, ahora que puede ir en mystere a comprar el pan, sabe dios lo que éste irresponsable, el Armada de nuestro tiempo, el que se postuló en aquel gobierno de concentración de este otro golpe de ahora, puede llegar a hacer.
Que este presidente, como la mayoría de sus ministros/ministras son dogmáticos, se nota a la legua, pues piensan y son capaces de hacerlo todo l con un sólo hemisferio, que aparte de un insulto a la inteligencia, es un auténtico derroche, sobre todo tratándose de mentes preclaras.
No sé si a la playa donde se esconderán ellol llegan los emigrantes. Lo dudo. Pero han de saber, como se les ha recordado ayer acertadamente, que todos tenemos sentimientos, todos solidaridad, pero sólo algunos responsabilidad. Y menos aún gente con deseos de llegar al fondo del problema de la inmigración y crear en origen al menos las bases de un desarrollo y un futuro duraderos.
