Comienzo dando un repaso a las situaciones de tensión provocadas por los algunos abertzales:
El comienzo de la fiesta no pudo abstraerse de la tensión política en que vive inmersa Navarra.
El incidente más grave ocurrió dentro del Ayuntamiento, minutos antes de que se lanzara el ‘chupinazo’, cuando agentes de la Policía Municipal impidieron a representantes de EH Bildu y la formación nacionalista Geroa Bai colocar una ikurriña -la bandera de Euskadi- en la balconada del consistorio, a donde miraban en ese momento miles de ojos. Y los abertzales se liaron a patadas y mordiscos.
El encontronazo provocó momentos de tensión y un rifirrafe dialéctico entre el anterior alcalde, Joseba Asiron (Bildu), y el nuevo, Enrique Maya (Navarra Suma), quien nada más llegar al cargo, hace apenas unas semanas, anunció que iba a retirar la ikurriña de la fachada de la Casa Consistorial.