Apenas unas horas antes de que el PSOE lleve al Congreso la polémica ley de Educación conocida como Ley Celaá y por sus desorbitadas connotaciones sectarias, la ministra ha visto cómo la trataban con dureza en la Cámara Baja.
En la sesión plenaria, el partido VOX dejó para el turno de preguntas a la siempre feroz Macarena Olona, que no defraudó y se lanzó al mismo cuello -dielécticamente hablando- de la soberbia ministra, que no quiso ni mirar a su oponente.
Recordemos en este punto que la ley que va a sacar adelante Celaá elimina el castellano como lengua vehicular en el país, aumenta las restricciones a la educación concertada, permite pasar de curso con asignaturas suspensas, pretende el entierro definitivo de la religión y aboca al cierre a los centros de educación especial. Una joyita, vamos.
Así se desempeñó Olona:
Señora Celaá, en este momento, en mitad de una guerra, aparece usted como un auténtico buitre carroñero, arrojándose en picado contra un pueblo que sufre amargamente y para hacer carroña política de la miseria que nos asola. Para aprovechar este momento para imponer un modelo único de escuela estatalista y laicisista y para aniquilar una de las señas de identidad que nos unen a los españoles, el español como lengua vehicular.
El momento, señora Celaá, define su inmoralidad, el contenido su sectarismo, y viendo la soberbia con la que se dirige a esta Cámara solo puedo decirle que nos toma a todos los españoles por estúpidos.
Yo hoy quiero hacerle un promesa pública en nombre de mi grupo parlamentario: VOX va a recurrirla ante el Tribunal Constitucional y puedo asegurarle que nuestras acciones son efectivas.