En estos días la incertidumbre se apodera del PSOE, y los tres candidatos se esmeran en conseguir el poder del partido. Parece que todo puede pasar antes de que acabe la semana.
Susana Díaz, aunque tardó años en sacarse la carrera, ahora es la alumna aventajada del partido.
Díaz ha querido esperar a la presentación de su programa político y su modelo organizativo para el nuevo PSOE para tender puentes con la candidatura patxista reforzada tras el alabado papel de López en el debate a tres, y cuyos votos en algunas federaciones como la vasca, la balear, y la madrileña pueden inclinar la balanza de un lado o del otro.
Díaz prepara una «oferta generosa» a Patxi López en dos derivadas, según recogen los compañeros de ESdiario: una integración «amplia» de su candidatura en la nueva Ejecutiva que salga del 39 Congreso Federal y un papel destacado del propio López en el Grupo Parlamentario en el Congreso, en el que, cabe recordar, no está Díaz.
¿Portavoz incluso? Ese puesto parece reservado para Eduardo Madina pero algunos barones aliados a Díaz, como el extremeño Guillermo Fernández-Vara, apuestan por que sea López el nuevo rostro «político y mediático» del partido mientras Díaz se encarga de la ingente tarea de «fraternizar y fortalecer» -fueron sus propias palabras en el debate- el moribundo PSOE que heredará el domingo sin finalmente gana.
Estoy con un proyecto que represente un @PSOE a la izquierda, en el que quepan todas las sensibilidades y en el que todos estén a la altura.
— Francina Armengol (@F_Armengol) 15 de mayo de 2017