Se quedó a cuadros. Con la cara desencajada e incapaz de soltar una palabra, aunque fuera en catalán. La ministra de Educación, Isabel Celáa, no sabía dónde meterse tras las palabras del diputado de Ciudadanos Toni Cantó, quien le reprochó que desde el Gobienro no se hiciera nada para poner freno al adoctrinamiento en las aulas disfrazado de inmersión lingüística no solo en Cataluña, sino también en la Comunidad Valenciana y las Islas Baleares.
Sucedió durante el intenso debate de este miércoles 12 de diciembre de 2018, que sostuvieron en el Congreso Pedro Sánchez, Pablo Casado y Albert Ribera, en la habitual sesión de control al Gobierno.
El diputado valenciano de la formación naranja le recriminó a la titular de Educación que no es de recibo que en el Reino Unido se dé más español que en las aulas en Ibiza, o que un profesor de Gerona enseñe castellano en catalán.
«¿Por qué siguen sin hacer nada contra el adoctrinamiento?, ¿por qué siguen permitiendo que los lazos amarillos ocupen los espacios públicos también en la educación?, ¿por qué siguen cediendo la competencia de algo tan importante como la educación a la ERC de los golpistas, al 3% de los golpistas o a los nacionalistas de Compromís?»,
le preguntó.
«Ustedes, la élite, pueden llevar a sus hijos a Inglaterra o como hacía Montilla (en alusión al exministro de Industria) y (Artur) Mas al Liceo Francés, al Colegio Alemán… pero los españoles de clase media trabajadora no pueden y no deben, porque la Constitución les garantiza que se usen sin discriminación cualquiera de las lenguas cooficiales. Deje de cumplir con Torra, con los de 3% y con Compromís y cumpla la Constitución. Cumpla con los españoles de una vez, ministra»,
concluyó.
