Albert Rivera ha terminado de ahormar este 29 de julio de 2019 una dirección a su medida para reforzarse tras la mayor crisis interna en Ciudadanos.
El presidente de la formación naranja ha culminado su jugada en un Consejo General extraordinario, en realidad un cónclave de urgencia, para reformar los estatutos y ampliar el órgano de dirección de cuarenta a cincuenta miembros.
Un movimiento estratégico que le permite reforzar su núcleo duro, rodeándose de personas de su máxima confianza, y cerrar la crisis interna que desencadenó la cascada de dimisiones que inició hace poco más de un mes Toni Roldán. Desde el partido argumentan, en cambio, que esta modificación se debe al crecimiento experimentado en las últimas elecciones generales, autonómicas y municipales.
Como estaba previsto en el orden del día, Rivera ha anunciado públicamente que habrá 22 nuevas incorporaciones, entre las que se encuentran la de la recién elegida candidata a la presidencia de la Generalitat Lorena Roldán -que pasará a ser la portavoz en la Ejecutiva-, el ex director general de la Policía y la Guardia Civil Joan Mesquida, el abogado del Estado Edmundo Bal, la abogada Sara Giménez o el actual consejero en el Gobierno de Andalucía Javier Imbroda. También entrarán dos de los últimos fichajes procedentes del PP, José Ramón Bauzá y Ángel Garrido.
«Todas son personas con voz propia pero con lealtad a este proyecto».
Asimismo, el líder de Cs ha confirmado que Inés Arrimadas continuará al frente de la portavocía del grupo liberal en el Congreso de los Diputados.
En su intervención Rivera ha lanzado un mensaje tanto para los que están como para los que han abandonado el barco, insistiendo en la idea de que son un partido de Gobierno que más pronto que tarde gobernará:
«Mientras yo sea presidente de Cs habrá democracia en este partido, pero siempre remaremos todos a una para que cuanto antes España tenga un gobierno de centro».