El valle del Loira, uno de los parajes más bellos de Francia y conocido como el «jardín de Francia», fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2000. Es una de las regiones más visitadas de Francia. Se caracteriza por sus grandes jardines y viñedos, salpicados por algunos de los castillos renacentistas más impresionantes de Europa.
El Valle del Loira es famoso además por sus bodegas y por ser zona de cultivo de algunos de los mejores vinos blancos del mundo, como el Chenin, Sauvignon Blanc, Sancerre y Muscadet.
El río Loira, eje central del Valle a quien da su nombre, recorre más de mil kilómetros a lo largo de Francia. En sus riberas se hallan numerosos castillos y palacios de los siglos XVI al XVII francés, conocidos en su conjunto como «Castillos del Loira»
- El castillo de Chambord, el mayor exponente del renacimiento francés
- Un valle de jardines
- Arte y Savoir Faire
- El Loira en bici «La Loire à Vélo»
El castillo de Chambord, el mayor exponente del renacimiento francés
Es uno de los castillos más importantes del mundo. Su arquitectura renacentista francesa es muy distintiva, mezcla formas tradicionales medievales con estructuras clásicas italianas. Fue construido, no para ser habitado, sino como un pabellón de caza para el rey Francisco I, quien mantuvo sus residencias reales en el castillo de Blois y en el castillo de Amboise.
A su alrededor se extiende el gran coto de caza real con más de 1.100 hectáreas de bosque
Una escalera de doble hélice: la joya de Chambord
Atribuida al genial Leonardo de Vinci – el más prestigioso invitado del rey -, la escalera helicoidal de Chambord es una escalera abierta donde puedes ascender y descender al mismo tiempo que otra persona sin cruzarte con ella. Es una particularidad única en su época: dos tramos que, a modo de hebras de una hélice montadas la una sobre la otra, parecen formar un todo a ojos de un observador exterior.
Un valle de jardines
El Valle del Loira está repleto de jardines de una gran belleza que le otorgan sus alamedas, sus estanques y sus sorprendentes huertos. En origen los jardines proporcionaban frutas y verduras para su consumo y flores para los perfumes, hasta que encontraron su finalidad decorativa. Destacan los jardines del Castillo de Cheverny y del Castillo de Villandry, pero todos los espacios verdes de la región son comparables a jardines de colección, a veces lúdicos y otras educativos, cuando no los dos, como Terra Botanica, parque temático vegetal, o el Arboretum National des Barres, que comprende especies de árboles de los cinco continentes. Algunos abren al público las puertas de sus invernaderos tropicales, mientras que otros sugieren un paseo zen, como el Parc Oriental de Maulévrier. Existen también jardines románticos, sembrados con mil y una rosas diferentes, como el Jardín de Roquelin, Les Chemins de la Rose de Doué-la-Fontaine. Algunos forman parte de la iniciativa «Escapades aux Jardins», que ofrece visitas estructuradas en torno a nueve universos, incluyendo jardines medievales y jardines románticos.
Arte y Savoir Faire
Vayas por donde vayas, disfrutarás de una gran herencia arquitectónica, de ciudades históricas, y de un paisaje natural único.
Montargis. La ciudad de las 3 flores
Conocida como la Venecia del Gâtinais por sus 131 puentes y pasarelas, se compone de pequeños islotes, canales y calles sobre el agua. Lugar de alta gastronomía, ciudad de tradiciones, Montargis practica a diario el arte de vivir y un saber hacer ancestral. Está considerado como uno de los 100 recorridos más bellos de Francia.
Prasline Mazet confectionery. Prasline Mazet es el caramelo más antiguo de Francia
Una adorable tienda, bella, auténtica y singularmente francesa.
El año 1636 fue testigo de uno de esos afortunados accidentes que cambian el curso de la historia: Clément Jaluzot caramelizó unas almendras tostadas en azúcar y creó el primer praliné. (El praliné de azúcar moreno y cacahuetes de Nueva Orleans es un derivado colonial). Unos años más tarde, el emprendedor caballero empezó a vender los dulces -bajo el nombre de Au Duc de Praslin- en Montargis, un bonito pueblecito al sur de París.
En 1903, un joven pastelero llamado Léon Mazet compró la codiciada receta y abrió su propia tienda de pralinés en Montargis -Maison de la Prasline Mazet-. Además de los pralinés y los chocolates, elaborados a diario, las especialidades de la confitería son las Amandas y los Mirabos (turrones cubiertos de chocolate); las Givrettes y los Grêlons, (almendras y avellanas tostadas caramelizadas);
Las Kaloudjas (almendras asadas recubiertas de gianduja, o pasta de avellana); y 18 tabletas de chocolate diferentes, entre las que se encuentran las de clavo de naranja, sésamo amargo, caramelo salado y, por supuesto, pralinés.
La historia de de la Faïencerie de Gien comenzó hace 200 años
Creada en 1821 por el inglés Thomas Hall que compró el recinto y los edificios del «Convent des Minimes«.
En aquella época, la ciudad de Gien está llena de materias primas (arcillas, arenas, guijarros silíceos del Loira) y estando a orillas del Loira permitía el transporte de madera de los bosques de Orleans para los hornos de cocción – Hasta mediados del siglo XIX, el Loira fue la vía principal a través de la cual transitaban las mercancías del interior del país hasta el puerto de Nantes –
1821-1850 : Los primeros pasos
Los primeros pasos estuvieron marcados por la fabricación de loza blanca de forma octogonal imitando las piezas de orfebrería, adaptándose a los gustos y a la cultura de la época
1850-1914: La edad de oro
A partir de la segunda mitad del siglo XIX, la Faïencerie se vuelve más creativa. Fabrican piezas decorativas y servicios de mesa inspirados en Ruán, Sajonia, Marsella, el Renacimiento, el Imperio Otomano, la Antigüedad. Colaboran con pintores, grabadores y personalizan vajillas y piezas con las armas de las grandes familias de Europa.
1918-1984 : El paréntesis
La primera mitad del siglo XX fue testigo de grandes convulsiones sociales, económicas y políticas. En los años 70 tuvo que hacer frente a la fuerte competencia de Italia y Portugal. Acentúa la producción de azulejos participando en grandes proyectos arquitectónicos
1984-2014 : El segundo aliento
En 1984, la Faïencerie de Gien hace piezas pintadas a mano, de edición limitada numerada, y se crea un museo. Nombres famosos se asocian a Gien, como: Paco Rabanne, Andrée Putman, Patrick Jouin, Isabelle de Borchgrave, Garouste y Bonetti… diseñarán nuevos productos y mejorarán la loza.
Desde 2014 : El rebote
Yves de Talhouët se hace cargo de la Manufactura de Gien, decidiendo perpetuar la tradición.
Miembro del prestigioso Comité Colbert, que reúne a las principales marcas de lujo francesas, ha recibido la etiqueta de «Empresa del Patrimonio Vivo».
Sancerres
La región estuvo históricamente vinculada al Ducado de Borgoña, lo que puede haber influido en la introducción de la uva Pinot noir. A finales del siglo XIX, la epidemia de filoxera devastó la zona y acabó con la mayoría de las vides de la región. Aunque se conservaron algunas cepas de Pinot noir, la mayor parte de las de Gamay se perdieron. Se replantaron con Sauvignon Blanc, la reina indiscutida de la región, el cepaje que encontró en este terroir un hábitat ideal para desplegar sus encantos, tanto en elegancia como en calidad.
Sancerre es, sin lugar a dudas, el lugar donde la Sauvignon Blanc desarrolla toda su tipicidad
Visita a la Bodega «Domaine Fouassier»
Propiedad de la familia desde hace 10 generaciones, cuenta con 59 hectáreas de viñedos plantados principalmente con la variedad Sauvignon.
Con un enfoque vanguardista al vinificar sus vinos por separado según sus lieu-dits (parcelas individuales), optan por alejarse de las técnicas modernas de vinificación para permitir que la naturaleza elabore nuestros vinos.
Nos comprometemos a utilizar métodos de cultivo que respeten los suelos, el agua, las formas de vida y los ritmos naturales de los viñedos para producir vinos auténticos y vivos. Creemos que es la única manera de dar a nuestros terruños de Sancerre la libertad que necesitan para revelar su verdadero potencial.
Todo el Domaine se gestiona de acuerdo con los principios de la agricultura biodinámica. El enfoque biodinámico y el calendario lunar dictan nuestro trabajo tanto en los viñedos como en la bodega. Somos miembros del consorcio Biodyvin, que es un grupo de productores de vino que se comprometen a utilizar métodos de viticultura biodinámica.
El Loira en bici «La Loire à Vélo»
Francia ofrece un nuevo concepto de turismo, sostenible, respetuoso con el entorno y la calidad de vida
Riberas salvajes, Castillos del Loira y viñedos sinuosos: el Loira en Bicicleta te hará vivir paisajes únicos, «paisajes culturales vivos».
De Centre-Val de Loire a Pays de la Loire, la Ruta del Loira en Bicicleta recorre las ciudades emblemáticas del Valle del Loira: Orleans, Blois, Amboise, Tours, Saumur, Angers y Nantes… todas ellas etapas indispensables. A lo largo del río y sus afluentes (Cher, Indre, Vienne, Maine, Thouet…) el viaje está salpicado de pueblos singulares, galerías laberínticas, exhuberantes jardines y prestigiosos Castillos del Loira.
«Slow y Sostenible»: Un nuevo turismo ecológico para visitar Francia