Dejar atrás la repugnancia
Todavía no se ha enterado Sánchez o, al menos, no ha dado muestras de ello, de que al abrazarse con Iglesias se suicidó políticamente. Los que dicen que es listo no saben lo que dicen. Si lo fuera, se habría dado cuenta de que el poder humano es limitado. Su lema, gobernar para transformar, explica lo caprichoso y lo inepto que es. Todo en él se resume en el disfrute del poder, de creerse dios. Pero las cosas son como son y no como él dice que son. Es tonto hasta para eso. Pues parece que en su partido ya ...