Primero pacta y luego rompe con todos

Rivero: El engaño por bandera

Hay un miedo latente en que se produzca en las Islas un pacto a la vasca

Rivero: El engaño por bandera
Paulino Rivero.

Paulino Rivero se ha empeñado en una nueva estrategia política que es la de pretender jugar con todos todo el tiempo. Socialistas y populares ya conocen de sus mañas y de sus estratagemas para intentar salir siempre bien parado de todas las rupturas de pactos de Gobierno que ha establecido en Madrid y en el Archipiélago.

El mandatario canario posee un amplio catálogo de disfraces políticos. Ha pasado por ser populista, hombre de Estado, progresista, tradicional, localista, distante, emboscado, cercano, extrovertido, hermético. Siempre ha desempeñado el papel que más le ha convenido a él, no a los intereses de sus administrados, es decir, los ciudadanos.

Rivero, en definitiva, se junta y juega con todos pero al mismo tiempo con casi sin nadie. En Coalición Canaria le esperan en la bajadita. La reunificación nacionalista pasa por su defenestración, puesto que con él como presidente fueron saliendo de la formación los actuales líderes del Centro Canario Nacionalista, Ignacio González y el presidente de Nueva Canarias, Román Rodríguez.

Los socialistas no se fían de él ni él de los socialistas. Los populares le conocen y saben que le sobra ambición y le falta coherencia y palabra para cumplir los pactos. Paulino sabe tensar las relaciones en su propio beneficio. La pinza que pueden formar el PSOE canario y el PP cazaría fácil al escurridizo Paulino Rivero. Existe un miedo latente en los coalicioneros a que en las Islas se diese un pacto a la vasca como aconteció en 2009 entre López y Basagoiti.

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