Tribuna de papel / El primer vistazo del día a la prensa catalana y no catalana

Vuelve la censura: de la foto del torero Padilla al berrido del cantamañanas Pla

A Durán i Lleida le llueven palos tanto si juega en casa como si lo hace en la Carrera de San Jerónimo

La 'no amenaza' del líder de Unió y el carpetazo al chivatazo policial a ETA copan las portadas de los diarios

La revista de prensa la hace el siempre brillante Pablo Planas y la publica ‘Crónica Global’, el medio online  recién surgido en Cataluña para cubrir con sensatez y libertad  un hueco que necesitaba ser cubierto.

En la pieza de este 17 de octubre de 2013, Planas arranca en plan sarcástico subrayando la ‘reemergencia‘ de la censura:

El cantautor Albert Pla no es precisamente un fenómeno de masas. En gran medida porque durante mucho tiempo estuvo muy mal visto por la progresía catalanista ya que le dio por sacar discos en español.

Su estilo es entre punk y nihilista. Le acaban de cancelar un concierto en Gijón por decir algo así como «a mi siempre me ha dado asco ser español».

¿Dónde está el escándalo? ¿En que dice que es español? Las opiniones de un artista sobre política son tan respetables como las de los futbolistas sobre el bosón de Higgs.

A Pepe Rubianes le crucificamos en vida por decir algo parecido a lo de Albert Pla, con lo que resulta que el asunto ni siquiera es inédito.

En el otro lado, Albert Boadella ha enseñado el orto en contra de la independencia y algunos nos hemos partido de risa. ¿Y qué pasa?

Cuando se dice que la política es cosa de comediantes creo que nos referimos a que la realidad imita al arte, surrealista, abstracto o en plan Merda d’artista de Piero Manzoni, el primero en envasarla en el año 61 del siglo pasado. Ha llovido ya.

Hasta la fotografía está mal vista y no es culpa precisamente del fotochop. El asunto del cartel para el World Press Photo censurado en Barcelona por lucir en primer plano al torero pirata Padilla es de la misma índole, del género de la intolerancia y la estupidez.

Nos podemos hacer un jartón de reir o un tip de riure, pero todo esto mezclado, no agitado, es un garrafón que apesta a fanatismo y leche de pantera.

En el ABC de hoy y prácticamente en todos los periódicos, Duran i Lleida (suelo escribir Duran, pero por lo visto en todos los medios, se ha impuesto lo del Lleida, desconozco si para facilitar la labor de los motores de búsquedas de internet, por fastidiar o por recomendación de Unió) ocupa la portada.

En el viejo diario madrileño titulan que: «El ‘moderado’ Duran amenaza con la declaración de independencia», resumen implícito del aviso del portavoz catalán: tercera vía, sea lo que sea que sea, o bye, bye Spain.

La corresponsal política del periódico, Ana I. Sánchez, traza una crónica parlamentaria de las que ya no se estilan, rigurosa, cabal y legible hasta el final. La pieza se complementa con un perfil de Duran (i Lleida) a cargo de Janot Guil. Merece la pena, porque, otra rareza en el periodismo, el título se corresponde con el texto:

«Un español a tiempo parcial».

Entre los artículos, una tercera de José María Carrascal de altura:

«La actitud de la alta clase empresarial catalana y la del catalán que acaba de alcanzar el despacho en la cumbre de una de las torres más altas de la ciudad [se refiere a Josep Piqué y su fichaje por una constructora] son la misma; todos piden acción al Gobierno español, pero se resisten a pedírsela a los gobernantes catalanes, siendo estos los que nos han llevado a la crítica situación en la que nos encontramos».

Más terrenal y tal vez igual de certero se muestra Oti Rodríguez Marchante en una breve pieza en la edición catalana de ABC que titula: «El efecto mariposa o marihuana».

«O sea, aletean al viento las hojas de marihuana del escolta y a Artur Mas se le dilatan las pupilas y anuncia el Estado soberano de Cataluña», sugiere el crítico de cine. No es descartable.

Que la fotografía es más que la espada, que diría el padre de Indiana Jones, se demuestra en la apertura de la sección de Cultura de Abc, otra vez. No se pierdan a fotógrafos y cómicos calándose una montera, parche en ristre.

Y ahora, todo Ara, porque hoy es impagable su ejercicio de periodismo especulativo, una de las subvariantes de lo que se ha dado en llamar periodismo de investigación.

Vamos, lo que un cacharro de Swarosky a un huevo Fabergé. El caso es que afirman a todo trapo que: «La Sindicatura investiga a Ciudadanos».

Hablan de una fundación opaca con sede en Madrid (más escandaloso aún imposible). Imagínense el siguiente titular en La Tribuna de Albacete:

«La que fue vicepresidenta de Millet en el Palau financia un periódico soberanista».

Pues algo así es lo de Ara, en cuanto a denunciar a Rivera, un tipo al que la inquisición catalanista acusa de dejarse entrevistar por, va de retro, Federico Jiménez Losantos.

Que la prensa no partidaria te calce semejantes palos es, como decía Vidal-Quadras de los huevos que le tiraban en las diadas, una medalla al mérito civil para lucirla con orgullo.

De eso sabe mucho Alicia Sánchez-Camacho, por dirigir el PP catalán y por ser mujer. Aún estoy por leer algún comentario sobre ella que no aluda directa o indirectamente a su físico sin que nadie haya levantado un dedo, no ya en su defensa, sino para decir que eso, ese recurso estilístico contra una política, es puro machismo, violencia dialéctica de género, aunque la que escriba y haga las gracietas contra Sánchez-Camacho sea una acreditada feminista, columnista y tertuliana.

En La Vanguardia destaca la carta del director adjunto, Alfredo Abián, titulada: «Un torero tuerto».

«Menuda ordinariez hispana para exhibir en la capital de los cruceros antitaurinos, debió de pensar alguien cuando rechazó semejante imagen para anunciar la exposición del World Press Photo en esta Barcelona tomada por los arqueólogos del tricentenario».

El hombre del día en el diario de Godó es el líder de Unió, como en El País, periódico que en páginas interiores acoge una esclarecedora pieza de Vera Gutiérrez Calvo: «Un órdago en seis pasos» es el enunciado.

Se trata de la aprobación de la ley de consultas; la solicitud al Congreso; la convocatoria de la consulta sin «soporte» legal; su celebración aunque esté suspendida; las elecciones plebiscitarias y la declaración unilateral de independencia.

En el expediente Cataluña, Raúl del Pozo aporta en la contra de El Mundo una acerada pregunta al hilo de las advertencias en el Congreso del dirigente socialcristiano:

«Qué hacemos señor Duran [a secas, él se lo puede permitir], enviar 9.000 millones de euros a los nuevos bandoleros catalanes, no a Roque Guinart o Serrallonga, sino a los evasores del Palacio de la Generalidad?».

Y es que en el diario de Pedrojota destacan en portada otro tema, y no menor. «La Audiencia dice que el ‘proceso de paz’ justifica el chivatazo a ETA».

El País, por ejemplo, lo ve de otra manera y subraya que: «La Audiencia rechaza la acusación de colaborar con ETA».

Se ponga el acento donde se quiera, la cuestión es que la madera se chivó a los chicos de la goma dos de una redada en el Bar Faisán, la ventanilla de extorsión de la banda.

Se lea como se lea, hay dos conclusiones claras: el gran prestigio de la cita de Maquiavelo de que el fin justifica los medios y que no es lo mismo compadrear con el terrorismo que avisar a una casa de putas de las redadas contra la inmigración ilegal porque tiene copas y demás a coste cero.

Las dos cosas son muy chuscas: en la primera, está en juego el Estado de derecho; en la segunda, los derechos de las personas. Y es que todo suele estar conectado, pero los muertos del terrorismo marcan la diferencia.

Como se suele decir, empiezas por cruzar un semáforo en ámbar y acabas por zancadillear a una anciana, o algo así.

Destacan los diarios también las palabras del presidente de Fomento, Joan Rosell, quien dice que le ha dado por viajar por todos los rincones de España y que si cada Comunidad mostrara su lista de agravios no acabaríamos nunca.

En La Vanguardia lo cuentan con el siguiente titular: «Joan Rosell ve motivos de queja en todas las Autonomías».

En La Razón se preguntan por: «¿El fin del negocio secesionista?».

La información de un empresario castellonense que tiene registrada la patente dela estelada no sólo importa en La Razón, donde hicieron el hallazgo. En Cataluña ha causado una cierta conmoción, sobre todo en la órbita independentista.

En El Periódico de Catalunya chupan rueda de los digitales en la información sobre el PP, en concreto de lo publicado por Alejandro Vara en Voz Populi y resumen la agenda catalana de Génova: Soraya viaja hoy a Barcelona, ayer estuvo De Guindos y el 23 lo hará Rajoy.

Pero si quieren que les diga la verdad, lo de más calado de la prensa del día, para mí, está en El País y en La Gaceta.

En el primero, un anuncio a página entera del vino que antes se expendía en tetrabrik, el caldo español más vendido del mundo, dice la propaganda.

Los periódicos han dejado de vender Rolex y se han pasado al vino en tetrabrik de los pobres. Ahora viene en un envase ligero e irrompible, subraya el anuncio. Vale.

La Gaceta, por su parte, lleva una semana con una singular promoción: si compras el periódico te regalan una barra de pan. La oferta sólo es válida en Madrid. Eso es la crisis.

Y ahora me pondré a escuchar un disco de Lluís Llach. ¿Pasa algo?

 

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