A pesar de los insistentes órdagos y ultimatums que le llegan al Gobierno de Rajoy desde Cataluña, parece que no es oro todo lo que reluce en cuanto al sentir independentista de los catalanes…
Así se desprende al menos de la encuesta que este domingo publica el diario La Razón y que golpea a ERC y CiU donde más les duele: en el sentir independentista de sus ciudadanos a la hora de ir a votar.
Y es que el sondeo de NC Report para el diario ‘La Razón’ -«El independentismo se desinfla«- muestra un notable descenso de voto del nacionalismo más radical, representado por ERC, a la vez de un fuerte varapalo a CiU con respecto a las pasadas elecciones autonómicas del 25 de noviembre de 2012.
De hecho, se estima un cambio de tendencia en la intención de voto a la formación independentista liderada por Oriol Junqueras, que baja conforme a la encuesta realizada durante el pasado mes de diciembre en más de un punto.
A día de hoy, ERC posee el 20.8% de los votos, según la encuesta.
Por su parte, se detecta un batacazo notable por parte de CiU. Si en las pasadas autonómicas la formación del presidente de la Generalidad, Artur Mas, obtuvo el 30% de los votos -50 escaños-, a enero de este año tan sólo obtendría el 22,8 %, un descenso de casi 8 puntos.
Subraya El Semanal Digital en su análisis de la encuesta que otro de los aliados de Mas en su cruzada independentista, los radicales de la CUP, pierden con respecto a la encuesta realizada el pasado diciembre siete décimas, pasando del 6% al 5,3%.
Aún así, tanto los independentistas de la CUP como ICV cosechan mejores resultados que en las elecciones de autonómicas del 2012.
En el sondeo publicado en el diario de Paco Marhuenda, en cuanto a los partidos nacionales, muestra una leve mejora de los dos grandes partidos nacionales PP y PSOE-PSC, aunque siguen lejos aún de los datos obtenidos en las pasadas autonómicas. En concreto, en 2014, los populares tendrían un 11,8% de lo s votos y los socialistas un 12,6%.
Por su parte, Ciutadans, liderada por Albert Rivera, incrementaría su notoriedad en la política catalana, pasando del 7,6% de los votos de las pasadas autonómicas a una intención de voto del 10,9% obtenidos.
