Crónica de un desencuentro anunciado

El plan secesionista de Artur Mas marca su primera visita a la Zarzuela desde la proclamación de Felipe VI

El presidente de la Generalitat, antes de ser recibido por el Rey en Zarzuela: "Vengo en son de paz"

Hermetismo absoluto. Ni la Casa Real ni la Generalitat han informado sobre el contenido del encuentro oficial que este viernes han mantenido el Rey Felipe VI y Artur Mas en la Zarzuela. Esta discreción es habitual por parte de la Casa Real, pero no lo es tanto por parte de los presidentes autonómicos, que acostumbran a celebrar ruedas de prensa para dar detalles de los temas tratados.

En este caso, el Ejecutivo autonómico ha tratado de rebajar al máximo las expectativas creadas en torno a la visita. Especialmente cuando esta ha coincidido con la semana en que CDC y ERC han llegado a un acuerdo para presentarse en una lista conjunta el 27S y para preparar los pasos hacia una declaración unilateral de independencia en los próximos meses.

Hora y cuarto de reunión

Desde el departamento de prensa de Mas no se emitió ningún comunicado informando de la reunión con el Rey. Pero lo cierto es que esta duró cerca de una hora y cuarto, demasiado tiempo como para considerarla como un simple encuentro protocolario.

Diversas fuentes apuntan a que en las conversaciones sí que estuvo presente el desafío rupturista plantado por el dirigente nacionalista. El monarca se habría limitado a escuchar los planteamientos del presidente de la Generalitat. Pero el tono del encuentro fue de total frialdad.

Mas siempre ha dejado muy claro al Rey que seguirá adelante con su plan secesionista, reine quien reine, e incluso ha llegado a solicitar su ayuda para conseguir celebrar un referéndum para la independencia de Cataluña.

La sonrisa de Mas durante la pitada del Camp Nou

Las posiciones de ambos mandatarios están más que definidas en sus discursos públicos y, aunque se trata de la primera recepción oficial de Mas en la Zarzuela desde la proclamación de Felipe VI, en el último año ambos se han coincidido en media docena de actos.

El más polémico de todos ellos fue la final de la Copa del Rey de fútbol, celebrada el pasado 30 de mayo en el Camp Nou. Entonces el Rey recibió una estruendosa pitada por parte de la mayoría de los aficionados del F.C. Barcelona y del Athletic Club de Bilbao. Mientras tanto, Mas, a su lado, esbozaba una sonrisa que fue interpretada como un gesto de aprobación del bochornoso espectáculo.

Declaraciones provocadoras de los dirigentes autonómicos

Este viernes, Mas también ha querido dejar su impronta personal en su visita a la Zarzuela y en los momentos previos a la recepción, preguntado por los periodistas, ha tirado de metáfora bélica para definir sus intenciones: «Vengo en son de paz».

Casi de forma paralela, el consejero de la presidencia de la Generalitat, Francesc Homs, en una entrevista en Catalunya Ràdio, ponía su granito de arena en la estrategia de declaraciones incendiarias que ha puesto en marcha el Ejecutivo autonómico y hacía un llamamiento a la ruptura de la legalidad:

«No podemos aceptar que la legalidad son los otros. En la época de Franco también había legalidad, tenemos que ir con cuidado en dar por buena determinadas circunstancias si no vienen acompañadas de un principio de legitimidad democrática».

Hace poco más de un año, el propio Homs aseguraba en una conferencia en Ginebra que «el principal motivo de la abdicación del Rey [Juan Carlos] es mantener el negocio familiar».

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