Por fin Telecinco estrenó ‘La Voz’ el pasado 19 de septiembre de 2012 y el resultado fue sorprendente. Sorprendente porque se trata de un formato de Mediaset sin broncas, sin polémicas y sin sangre que, sin embargo, funciona a la perfección. El concurso arrasó con un 30,6% de la audiencia (más de 4,5 millones de espectadores). Fueron 3 horas bien realizadas, extrañamente adictivas y que suponía toda una experiencia si se seguía la gala en Twitter.
Lo tenía todo para que lo aborreciese: falta de originalidad, niños cantores y David Bisbal. El panorama no podía ser más siniestro. Estaba preparado para afilar los cuchillos y pasármelo pipa con la carnicería. Pero me rindo a la evidencia: ‘La Voz’ me gustó.
Que dicha afirmación no se confunda con una ceguera ante los hechos más evidentes: que el programa aporta a la televisión lo que un nuevo desnudo de Belén Esteban a ‘Interviú ‘ (es decir, nada), que la reescritura de ‘Operación triunfo’ lleva siendo innecesaria muchos años, que los jueces -en este caso, coaches- escogidos no eran los más apropiados y que ‘La Voz’ no deja de ser la gratuita ofensiva de Telecinco al ‘Número Uno’ de Antena3.
Sí, todo lo citado es cierto. Es más, no deja de ser un formato extremadamente parecido al presentado por Paula Vázquez en la cadena de Planeta. Ambos se sustentan en el concepto de que los jueces o coaches, son las estrellas de la función. Tanto ‘La Voz’ como ‘Número 1’ cuentan con el fichaje de cantantes con ‘tirón’ que van examinando a los inocentes concursantes. Pero la diferencia principal es el ritmo.
En ‘La voz’ todo pasa muy deprisa. No hay valoraciones tediosas y azucaradas. La estrategia inicial es perfecta -al hacer que los coaches elijan a los concursantes sin verles, tan sólo escuchando su capacidad vocal- .Se crea tensión y dinamismo. Gusta ver a quién van a escoger los famosos o -en caso de que haya empate- con quien se queda el anónimo.
EL GRUPO DE LOS ‘GUAYS’: EL TONTO, EL BUENO, LA CHUNGA Y A LA QUE NO QUIERE NADIE
He de decir que no soy target de ninguno de los cuatro entrenadores que me ofrece ‘La Voz’. Aún respetando sus exitosas carreras, ninguno de ellos me inspira un respeto musical de envergadura. Dicho lo cual, no quiero decir que la elección no haya sido la acertada.
Cada uno de los cuatro reputados ‘coaches’ pertenece a un arquetipo muy básico: Melendi es el ‘buenrollista’, el que le da una oportunidad a todo el mundo sin saber que eso le resta credibilidad. David Bisbal es el ‘payaso’, el que pone caras ridículas y con el que el público disfruta insultándole. Rosario Flores es la que va de dura pero con buen corazón. Y Malú es la de relleno, la que pasaba por allí y ningún concursante quería estar en su equipo -a mi humilde entender es la que mejor voz tiene- . Maravilloso el ‘hashtag’ de Twitter #VeteconMalú que consiguió ser Trending Topic durante horas. Y antólógica la frase de una usuaria que decía. «‘Vete con Malú’ es el nuevo ‘A tomar Fanta'»
Es cierto que los cuatro van de estupendos. Que sólo dicen cosas buenas aunque hayan puesto cara de asco durante la actuación. Que sobreactuan más que Leticia Sabater buscando novio y que necesitan un guionista de urgencia que les enseñe a contar chistes. Pero mentiría si no afirmase que el grupo es hermético y funcional (no como esa rara mezcla del jurado del ‘Número 1’, con un estreñido Miguel Bosé y un frenético Bustamante, entre otros).
Eso sí, se echó en falta cierta profesionalidad de los llamados profesionales. Ninguno de los cuatro coaches dió una valoración técnica y certera de lo que estaban escuchando. ¿Esto qué quiere decir? Que yo o mi madre o mi gato podríamos haber dicho lo mismo.
EL CASTING: HA NACIDO UNA ESTRELLA
El casting de concursantes fue certero por varias razones. La primera porque no iba dirigido a humillar a nadie. Ninguno de los de allí presentes tenía un nivel tan bajo como para que le abuchearan. Todos tenían grandes voces y eso se agradeció.
Pero de todos, destacó alguien. Twitter ardió con su presencia y, en minutos, ya tenía montado un club de fans. Hablamos de Paula Rojo, una asturiana de 22 años que podría ser la futura Mai Meneses (Nena Daconte). Yo, particularmente, me quedo con ella y con Rebeca Moscardó, la única que se pidió a Malú como profesora.
¿DÓNDE ESTABA JESÚS VÁZQUEZ?
Lo que yo no me esperaba es que Jesús Vázquez fuese a ejercer de palmera. Entiendo que un presentador no ha de ser la estrella de una gala de estas características pero tampoco era para que le relegaran a un segundo (o quinto) puesto.
El ex conductor de ‘OT’ hacía las veces de El Sevilla en ‘Tú sí que vales’. Se quedaba entre bambalinas, aplaudiendo con los familiares y entrevistando a los concursantes con cara de «venga, termina ya que vamos mal de tiempo».
Por cierto, please, please, please, que le enseñen un poquitín de idiomas. Cada vez que decía ‘coaches’ (así, como suena), moría un inglés en el mundo.
BLANCO CONTRA BLANCO
Al final Telecinco ha ganado la partida usando las mismas armas que el enemigo. Ha creado un producto de esos ‘blanco’ que siempre critica de Antena3 y no le ha hecho falta Jorge Javier Vázquez para hacer reventar los audímetros. Estamos ante una nueva era.