En plena crisis del coronavirus y de la histeria social, todos los medios de comunicación no paran de abordar el tema. Era lógico que en ‘Sálvame’ también se hicieran eco de la pandemia pero a diferencia de en otras ocasiones (en las que han tratado noticias de actualidad no relacionadas con la prensa rosa pero tratándolas con excesivo morbo), ahora, el programa de Telecinco ha actuado con responsabilidad, atendiendo, sobre todo el tipo de público que tiene: personas mayores, es decir, población de riesgo.
El 10 de marzo de 2020, un día después de que la Comunidad de Madrid anunciase el cierre de todos los centros de enseñanza para contener la epidemia de COVID-19, en ‘Sálvame’ estrenaron una mesa de debate para hablar e informar sobre el tema acompañada de un par de colaboradores del programa y de expertos en la materia. Esta ‘sección’ (por así llamarla) se volvió a repetir el 11 de marzo.
Debates necesarios: por fin ‘Sálvame’ es un servicio público
A priori, ver a Carlota Corredera presentando y a Gema López y Belén Esteban (el martes) o a Mila Ximénez y a María Patiño (el miércoles) hablando del coronavirus, puede parecer grotesco pero en ‘Sálvame’, por esta vez, se han curado en salud.
Tanto los colaboradores invitados a la mesa como la presentadora actúan únicamente como portavoces de la audiencia. Preguntan todo lo que podríamos preguntar cualquiera en su casa. Son preocupaciones que tenemos todos: ¿pagar con monedas es peligroso? ¿Qué podemos hacer con los niños ahora que no van a clase? ¿Cuánto durará la cuarentena? ¿Qué es verdad y qué es mentira en las informaciones que leemos?
En los dos debates emitidos en ‘Sálvame’ sobre el coronavirus, han aparecido una serie de expertos, unos en plató y otros a través de conexiones en directo (como la de María Neira, responsable de Salud Pública de la OMS). Hay que destacar, sin embargo, la presencia en ambos programas de Jesús Sánchez Martos, catedrático en Educación para la salud, un señor con grandes dotes para la divulgación y la oratoria.
En las dos mesas de debate emitidas se ha mostrado un tono riguroso, informativo, pragmático y tranquilizador. Tenemos que tener en cuenta que la audiencia principal de ‘Sálvame’ son personas mayores, los que más pueden sufrir por el contagio.
Además, se dan consejos prácticos de cómo lavarse correctamente las manos, cómo toser en público, cómo no sucumbir al caos y por qué no hay que arrasar en los supermercados, o qué hacer en caso de mostrar síntomas.
En definitiva, esto no es como cuando en ‘Sálvame’ hablaron de los casos de Gabriel o de Julen, donde el despropósito y el morbo tomaron la palabra. Ahora, con el COVID-19 han informaron de la pandemia de manera más efectiva y menos alarmante que en muchos otros programas.
Las preocupaciones de Belén Esteban y de María Patiño
Si, resulta raro ver a Belén Esteban ahí sentada pero ella representaba a parte de la población de riesgo ya que padece diabetes. Los expertos y los médicos sentados en la mesa, la tranquilizaron, alegando que, tomando las medidas de prevención oportunas y llevando siempre consigo su bomba de insulina, no había riesgos.
Otra que también estaba preocupada era María Patiño, pero no tanto por ella como por su hijo:
Pues mi hijo tiene 18 años es totalmente independiente y autónomo, pero quiere salir de fiesta, a la discoteca e ir al gimnasio y no sé cómo manejarlo.
Los expertos le aconsejaron que intentase convencerle de su responsabilidad social de que no saliera de casa excepto si no era totalmente necesario.