El ‘pequeño dictador’ vuelve a hacer de las suyas

La rabieta infantil de Jorge Javier Vázquez contra Mario Vaquerizo y Alaska por apoyar a Ayuso

Carta abierta del presentador a los que fueron sus ídolos

Ni una semana sin un discurso político de Jorge Javier Vázquez.

El presentador de ‘Sálvame’, por mucho que en Telecinco ya no le dejen hablar de política por el nuevo Código Ético, no puede evitar sacar la patita de su sectarismo de izquierdas y esta vez han ‘pagado el pato’ Mario Vaquerizo y Alaska.

Todo por ese vídeo que se hizo viral de Vaquerizo abrazando a José Luis Martínez Almeida , alcalde de Madrid, y a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. 

Eso, acompañado al hecho de que Alaska lleva años colaborando con Federico Jiménez Losantos, ha provocado que Jorge Javier Vázquez explote contra el matrimonio de artistas.

Además, no olvidemos que Vaquerizo apareció el viernes 10 de marzo en ‘Déjate querer’ (Telecinco) donde comparó la censura que está viviendo ahora mismo con el franquismo.

En un post de su blog personal de la revista Lecturas, Vázquez carga contra Alaska y, sobre todo, contra Vaquerizo, al que tacha de hipócrita, de beneficiarse del colectivo LGTBIQ+ mientras abraza a los mismos que quieren limar sus derechos o hacen chistes sobre transexuales.

El catalán confiesa, además, que le ha costado mucho escribir esa carta abierta contra los que eran sus ídolos.

Este es el post que más me va a costar escribir desde que estoy en Lecturas por lo que han significado en mi vida sus protagonistas: Alaska y Mario. Para que os hagáis una idea: cuando estudiaba B.U.P. llevaba forrada mi carpeta con fotografías de la cantante. Y quizás podría haber permanecido calladito durante un tiempo más pero, tal y como se están desarrollando los acontecimientos, el post estaba al caer. Así que, para qué dilatarlo más.

Estuvo Mario Vaquerizo en ‘Déjate querer’ y dijo: “Mi familia ha vivido una dictadura y yo ahora me siento identificado. No puedes decir lo que piensas. Se supone que habíamos avanzado mucho”.

A partir de aquí, Vázquez comienza el ataque contra el matrimonio:

Vaya. ¿Crees que no podemos decir lo que pensamos? Entonces parece que escuchas poco a tu mujer compartiendo micrófono con un ser cuya única virtud conocida es vomitar falsedades e imputar falsos delitos con la misma facilidad que se dictan los números del euromillón.

Y a mí, como a tantísimos otros, nos duele ver a Alaska metida en ese círculo. Un dolor que linda incluso con el desencanto. Mario, quizás la gente esté empezando a arrugar el morro ante algunas de tus últimas salidas de patas de banco. Por- que, quizás, esta gente que llevamos jaleándote incondicionalmente desde hace la tira de años, estamos hartos de que compadrees de una manera tan descarada con representantes de un partido que se opone a la consecución de derechos y libertades que tengan que ver con las mujeres y el colectivo LGTBI+: aborto, matrimonio, trans.

Mira Mario: me duele en el alma verte comiéndote a besos con una señora que manifestó en los micrófonos donde colabora Alaska que era una pesadez que la semana del Orgullo durara todo un mes, cuando precisamente gran parte de la gente que os adora tanto a ti como a tu señora pertenece al colectivo. Una señora que hace bromas de dudoso gusto sobre la ley trans, que es lo mismo que decir que se está riendo en toda la cara de las coristas que ha llevado Fangoria en sus giras. Una señora que califica el aborto de asesinato, una señora a la que le gustas porque estás casa- do con una mujer pero que sería poco probable que te hubiera contratado para pro- mocionar la comunidad que preside si fueras gay. Desengañémonos, Mario. No se puede estar a todo. A casi todo sí, pero abrazando a unas personas que desprecian a los que sienten como yo, no. Por ahí no paso porque no me da la gana. Porque ni quiero ni debo permitírmelo. Y porque si esto está a punto de parecerse a una dictadura es porque la señora presidenta y sus compañeros promueven una moral muy cercana a esa época que criticaste en ‘Déjate querer’.

Me he quedado sin argumentos para defenderte, de la misma manera que ya no encuentro motivo al que agarrarme para entender que Alaska trabaje con uno de los mayores propagadores del odio de este país. En estos tiempos, vendernos la idea de que estar en esa trinchera también es practicar la libertad de pensamiento es un ejercicio de equilibrismo abocado al fracaso. Esta Alaska no tiene nada que ver con la Alaska que yo amé. Porque cada vez que Alaska le ríe a ese alguna gracia o permanece callada ante algunos de sus desatinos muchos de sus seguidores recibimos una hostia de realidad y nos preguntamos desolados: “Cariño, ¿cómo pudiste hacerme esto a mí? Yo, que te hubiese querido hasta el fin”. Supongo que tanto a Mario como a Alaska le importarán poco o nada lo que yo piense. Y entiendo también que este post significará que el mayor contaminador acústico de este país me dedique una semana fantástica.

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Autor

Sergio Espí

Sergio Espí, guionista y crítico de televisión de Periodista Digital, responsable de la sección 3segundos.

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