Sería para partirse de risa sino fuera para echarse a llorar: los separatistas catalanes no le dejan a Mariano Rajoy salir corriendo de Cataluña, que es lo que él quiere ¿Cómo es posible este surrealismo?
Los españoles somos todo menos previsibles. De pronto, hemos descubierto el espíritu nacional y estamos encantados. Y no están siendo cuatro fachas los descubridores, no. Están siendo los votantes del PP y del PSOE. Todos. Asombroso pero cierto. Y con esto se le complica la situación al pobre Mariano, que ve cómo el Rey, los españoles y el juez Llarena están haciendo su trabajo. El trabajo de Mariano, quiero decir. Los tiempos cadenciosos y la calma chicha le van a estallar en las barbas, porque el juez Llarena está dispuesto a meter en la cárcel a todo pichichi, y se siente apoyado por una mayoría silenciosa y bien humorada de españoles que están hasta el moño.
Puigdemont se encuentra de pronto con un problema: no puede volver a su casa, y en el extranjero tiene que vivir de los suyos. Y no solo él. Los huidos y encarcelados a causa del «procés» saben perfectamente que pueden pasar mucho tiempo fuera o en la cárcel, y que su vida ya no va a ser la misma. El fervor nacionalista se va a apagando conforme merman los ingresos y aumentan los problemas. Llegar a un acuerdo con Rajoy hubiera sido sencillo, pero el juez Llarena, humillado por Europa y jaleado por los españoles, no quiere ceder. La economía catalana se deteriora. Si Cataluña declara la independencia unilateral, a Europa no le va a quedar más remedio que echarlos, porque el Brexit está poniendo a todo el mundo entre la espada y la pared. Hubieran cedido y machacado a España obligándola al diálogo, pero en plena negociación del Brexit y con el grupo de Visegrado e Italia al acecho, no se pueden permitir pasos en falso.
En todo este follón, Ciudadanos solo tiene que esperar y ver cómo le llueven los votos. Pero tampoco puede dar un paso en falso. No puede permitir que ganen los nacionalistas el pulso en Cataluña, porque ya se ha visto lo que ha pasado con la tímida aplicación del falso 155. El PP se ha hundido, el PSOE también, y Podemos tampoco ha ganado votos. Solo Ciudadanos, que parece el más firme en el asunto nacional.
Me decía alguien de UPN que Ciudadanos no va a tener huevos para tirar los presupuestos del PP –ellos tampoco-, y que el PNV no va a tirarlos tampoco por el 155. Todo el mundo va a ceder. Pero claro, como todo puede ir a peor, a lo mejor el loco Torra consigue forzar la mano de tal forma que obliga a Ciudadanos a tomar una decisión. De momento, Sánchez ya se ha dado cuenta de que salir a defender a España le da más rédito que ser ZP II. Y Ciudadanos sabe que solo si se envuelve en la bandera de España conseguirá ganar las elecciones.
La exitosa campaña de Podemos contra el poder judicial con la excusa de la manada, ha quedado diluida ante el escándalo mayúsculo de la casa de Pablo Iglesias. Hay que ver qué oportunos estos chicos. Y sus malabarismos con el nacionalismo tampoco les dan votos.
La ETA se ha disuelto con mucho menos éxito del esperado por parte del PP y el PNV, que ven que España no se conmueve ante los perdonavidas. Se creen que somos idiotas.
¿De verdad alguien cree que mantener la agonía de Rajoy puede ser bueno para España? Supongo que sí. Es eso de: «Virgencita, Virgencita, que me quede como estoy».
Pero a lo mejor no nos dejan quedarnos como estamos, porque esto no tiene pinta de amainar.