Cajón de Sastre

Rufino Soriano Tena

Congelado el “low cost” de los ´gintonics´ del Bar del Congreso.

(o “Cambiando de proveedor, no sube el precio. Mejor”).

Efectivamente, el Ejecutivo, es decir, el Gobierno ha decidido por unanimidad, que no por una nimiedad, que a los viejos, o sea, a las personas ´senectas´ se nos suban o eleven las pensiones, a partir del primer mes de este año de gracia de 2014, un 0,25 % , siendo así que el IPC se ha incrementado, durante el año, sólo en un 0,2 %. (Cfr.«Asignaciones presupuestarias: para pensiones…»). Esto indica (como hasta los más imbéciles de los ciudadanos mayores de 65 años y que vivimos de las ubres del Estado sin dar puto golpe o, lo que es lo mismo, sin dar un palo al agua, comprenderán); esto indica, repito, que, a partir de este mes, tanto vuesarcedes como mi señoría vamos a beneficiarnos en un 0,05 % de la pensión que estábamos recibiendo, lo cual supone una sensible mejora de nuestra situación económica que a muchos les llevará a pensar que ha llegado el momento de invertir esa diferencia en la adquisición de valores de algún tipo, para obtener una determinada rentabilidad y así poder vivir mejor todavía, lo cual sería ya el “cáguense los canadienses”. Pero es que eso (no lo de evacuar el vientre los de Canadá, sino lo de invertir en valores) lleva consigo que los vetustos ancianos del país, a nuestros años y sin tener ni puta idea del mercado valores, tengamos que tomar una decisión acerca de en qué coño vamos a comprar. Y precisamente por eso es por lo que queremos recriminar a nuestros políticos en el poder y a todos los políticos en general, el hecho de habernos creado una preocupación añadida, con las muchas que ya teníamos. Sinceramente, no hay derecho. Nuestro colectivo agradece, por supuesto, que todos los partidos del arco parlamentario nos haya pegado un subidón del 0,25 % de nuestro sueldo o pensión con respecto a lo que hemos venido ganando durante el año pasado, cuando el IPC únicamente se ha incrementado el 0,2 %. Es algo así como si el Ejecutivo hubiera o hubiese creado un nuevo Índice, por ejemplo, el ISG (Índice que nos Sale de las Gónadas –masculinas, claro-, es decir, de los cojones) para añadir, como ya ha dicho mi señoría, una preocupación más a las muchas que a la sazón tenemos. Distinto es, verbigracia, que a los partidos políticos, el Gobierno, de acuerdo con todos los ´ídemes´ del arco parlamentario (eso siempre, cómo no. Y con la ley en la mano, claro está) haya decidido aumentar (cfr. «¿Crispación y lucha? Según en qué», en su segunda mitad) la ayuda que recibirán a lo largo del año, en un 27,9 %, porque ellos sí que, entre la escasa(?) pasta que reciben del Estado y las ´presuntas´ financiaciones legales –pocas– e ilegales –casi todas-; ellos sí que saben qué han de hacer con ese ´discreto´(?) aumento del citado 27,9 % con respecto a lo recibido en el año 2013. Consideren vuesarcedes que hay además elecciones para designar a nuestros representantes en la EU o en la UE, aparte de otros múltiples gastos (¡a las barricadas!; ¡a las mariscadas!; ¡al trinque!; ¡a ´presuntas´ facturas falsas de las dos organizaciones sindicales mayoritarias, ambas inclusive!; ¡a la subvención de los ´gin-tonics´ del Bar del Congreso de las Diputadas y Diputados (cfr. “A vueltas con el precio de los ´gin-tonics´”) incluidas aquellas que estuvieran o estuviesen imputadas y ´esotros´ que estuvieran o estuviesen imputados, ambos inclusive siempre, y con la ley en la mano, faltaría más!; ¡a los múltiples asesores -que hay que pagarles, por supuesto, y espléndidamente, que para eso son amiguetes-, gracias a los cuales las cosas van todo lo bien(?) que van yendo, y ya empiezan a dar sus frutos en los datos macroeconómicos, aunque al pueblo llano, como son vuesarcedes y mi señoría, esos frutos no vayan a llegar hasta que no pasen cuatro o cinco años, pero no más!; ¡a la ayuda a la secesión de la Autonomía Catalana para que, con nuestra pasta se fomente la inmersión lingüística y otras artes que conduzcan, de una vez por todas, a la tan ansiada independencia!; ¡a! Bueno, ¿para qué seguir? Son tantos los gastos que tienen los partidos políticos ¡Pobres! Ah, y para las onegés y oesegés, casi nunca sin ánimo de lucro y casi siempre sinónimo de lucro, también se necesitan recursos, aunque éstos no salen de la ayuda a los partidos políticos sino de otros conceptos presupuestarios. Le ocurre como a las ayudas españolas a la cooperación para el desarrollo internacional, que tampoco provienen de lo presupuestado para los partidos políticos sino para el ministerio de Asuntos Exteriores, por ejemplo).

Pónganse vuesarcedes y se pone, cómo no, también mi señoría en el lugar de los partidos políticos, de todos los del arco parlamentario (que es como el arco iris, pero sin iris y con partidos), y advertiremos cuán insuficientes, escasas o exiguas son las disponibilidades financieras de los pobres…

Por ello, si vuesarcedes están de acuerdo, a mi señoría se le ha ocurrido la feliz idea de sugerir al Gobierno, vía ministro señor Montoro (cfr. “Delendi sunt Montori impuestos”), que ese 0,05 % de exceso sobre el IPC por obra y gracia del ISG, citado ´ut supra´, que tenemos de exceso los viejecitos del país, se les traspase, mediante la correspondiente modificación presupuestaria, a la partida “para políticos, elecciones y otras atenciones” o como se llame, que les vendrá muy bien. Y así nos despreocupamos los ancianos de ver en qué vamos a invertir ese exceso que nuestro Ejecutivo nos va a endilgar a partir de este mes. ¿O no?

9-01-2014.

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Autor

Rufino Soriano Tena

Licenciado en Ciencias Químicas por la Universidad de Granada y Licenciado en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad Comillas (ICADE) de Madrid

Rufino Soriano Tena

Licenciado en Ciencias Químicas por la Universidad de Granada y Licenciado en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad Comillas (ICADE) de Madrid

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