Ya sabe mi señoría que, visto el título de esta chirigota, casi todo el mundo va a imaginarse que no vengo a dar sino a pedir. En efecto, a pedirle vengo al doctor Sánchez, don Pedro, ahora que ha pasado de ser Jefe de Gobierno en funciones a tener que funcionar de verdad, simplemente que me conceda la titularidad de alguna de la veintena de carteras ministeriales que piense crear para la próxima legislatura. Bueno, de hecho noticias de última hora afirman que varios ministerios ya se los ha concedido a otros personajes, pero aún le quedan por otorgar unos cuantos, y a mi señoría con que quede uno le basta, con tal de que me lo otorgue a mí, claro. Por eso no quiero amedrentar todavía al flamante Presidente del Gobierno con unos ripios en que, de no satisfacer mi petición, le manifestaré alto y claro lo que pienso hacer por ello.  Pero eso, de momento, me lo callo. Ahora, mientras siga habiendo la posibilidad de que se me otorgue una de las carteras en litigio, mi comunicado ha de ir por otros derroteros, no vaya a ser que por amenazar me quede sin desayunar…

En las circunstancias actuales, lo que procede sin duda es mostrarle al doctor don Pedro algunos datos de mi curriculum vitae para que pueda apreciar cuál es la valía de mi señoría no solo académica sino en otros ámbitos para lograr una gobernanza de categoría, porque da la sensación de que no va a ser fácil el desarrollo de unas políticas adecuadas para poder superar sin más a la oposición. Y en esta relación de datos que se suelen aportar en estas microbiografías curriculares una de las informaciones a proporcionar es la de la edad del solicitante. Mi señoría, sin embargo, cree estar exenta de tener que proporcionar esta información porque es algo que fácilmente se puede averiguar a través de alguna de sus múltiples biografías, recurriendo a google.com o simplemente preguntando en el Registro Civil. No obstante, como muchos lectores a veces no saben cómo encontrar dichas biografías, sus conocimientos de informática son nulos y acceder al Registro Civil les es difícil, lo mejor es decirles los años que tiene uno y punto redondo.  Y los que tengo son ´ochenta y catorce´, que es tanto como decir que nací en el año de gracia de 1.927.

Luego, los que van a darte un empleo, incluso el de ministro, se suelen interesar por conocer en qué ha trabajado hasta el momento el solicitante. En este ámbito, lo que más le motiva al empleador (en este caso al Jefe del Gobierno) es no haberse dedicado nunca a trabajar, lo que se dice trabajar, porque en caso contrario, es decir, si el aspirante ha trabajado como un chino, sin duda estará más cansado que si no ha dado golpe, en cuyo caso estará más descansado y con más ganas de empezar a dar golpes, bien entendido que los golpes si son de estado, malo.  Y tampoco está bien visto lo de dar golpes en el sentido de golpear, porque entonces si los presuntos porrazos se le dan a una dama,  ¡malo! Estaríamos ante un caso de violencia doméstica y eso ya está castigado con toda la fuerza de la ley, ¡qué coño!

Bueno, esta petición se está alargando más de lo debido e igual el señor Presidente del Gobierno de las Ministras y Ministros está harto de oír una chirigota, cuchufleta, rechifla o chanza tan larga. Mañana más, si procede. ¿O no?