En La Retaguardia de este viernes 23 de mayo, Eurico Campano analiza con el abogado penalista Juanma Cepeda, el complejo horizonte judicial que se le presenta a Pedro Sánchez por los múltiples frentes judiciales que tiene abiertos por diferentes casos de corrupción.
Y es que el cerco judicial se estrecha en torno al núcleo duro del poder socialista. La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil está a punto de entregar un informe que podría suponer un terremoto político sin precedentes en la democracia española reciente. El documento, que será remitido al magistrado Leopoldo Puente del Tribunal Supremo, contiene indicios delictivos contra Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE y mano derecha del presidente Pedro Sánchez, que podrían situarle al borde de la imputación en el marco de la conocida como trama Koldo.
La investigación, que comenzó centrándose en la figura del exministro José Luis Ábalos y su asesor Koldo García, ha ido ampliando su radio de acción hasta alcanzar a uno de los hombres más poderosos del aparato socialista. Según fuentes jurídicas, el informe podría entregarse esta misma semana o la próxima, lo que abriría la puerta a que el instructor solicite al Congreso el correspondiente suplicatorio para poder investigar al número dos de Sánchez en el Alto Tribunal.
Las pruebas que acorralan a Cerdán
Los agentes de la UCO han localizado material comprometedor contra el dirigente socialista en varios frentes. Por un lado, en el teléfono móvil incautado al empresario Víctor de Aldama en el marco de la trama Hidrocarburos. Por otro, en dispositivos electrónicos de Koldo García, donde se han encontrado conversaciones que implicarían a Cerdán en el presunto amaño de adjudicaciones de obra pública.
Entre las evidencias más comprometedoras figura un audio grabado por Koldo García que contendría conversaciones sugiriendo el amaño de contratos públicos a cambio de comisiones, en las que Cerdán estaría involucrado. Además, la UCO relaciona al dirigente socialista con la recepción de dos vehículos de alta gama, un Audi y un Volvo, presuntamente financiados por la trama.
El empresario Víctor de Aldama, figura clave en la investigación, confesó haber entregado un sobre con 15.000 euros destinado a Cerdán por mediar en unas obras, ya que este era el responsable del «cupo vasco». Aunque estas acusaciones aún deben ser probadas, los investigadores han constatado que los contactos entre Cerdán y Koldo García eran frecuentes.
La defensa de Sánchez y la estrategia de Moncloa
Ante la tormenta que se avecina, el presidente del Gobierno ha optado por blindar públicamente a su número tres. En una reciente sesión parlamentaria, Pedro Sánchez evitó responder directamente a una pregunta de Alberto Núñez Feijóo sobre si avalaba la gestión de Cerdán, limitándose a defender que se estaba «difamando a personas honestas».
Esta defensa llega después de que el propio Cerdán admitiera que preguntó por obras en Navarra, aunque aseguró que «ninguna de las consultas constituye delito», rechazando las especulaciones sobre el informe de la UCO que le vincula con adjudicaciones en la Comunidad Foral.
La estrategia de Moncloa de presentar el caso Koldo como un problema exclusivo de Ábalos se desmorona con estas nuevas revelaciones, ya que Cerdán es una pieza fundamental en la estructura del PSOE y en las negociaciones con socios parlamentarios como Junts. El impacto político resulta especialmente devastador para Sánchez, quien ratificó a Cerdán en su cargo en diciembre de 2024, a pesar de los indicios previos de su posible implicación.
Un caso que se ramifica
La investigación no se limita a Santos Cerdán. El juez instructor también ha solicitado información sobre la posible relación del ministro Ángel Víctor Torres o sus subordinados con algunos de los investigados, así como de «cualquier otra persona aforada ante el Supremo», lo que podría ampliar significativamente el alcance de las pesquisas.
En paralelo, los investigadores continúan analizando el material incautado a los principales implicados, incluyendo los discos duros que Koldo García custodiaba de Ábalos y que, según el exministro, contenían datos «de carácter absolutamente privado y personalísimo». Tanto Koldo como otros implicados han intentado recuperar sin éxito estos dispositivos, lo que evidencia la relevancia de su contenido para la investigación.
Un ambiente de creciente preocupación
En Ferraz, sede del PSOE, el ambiente es de creciente preocupación. Según fuentes internas, se habla de un «error» al haber confiado en Cerdán, y existe inquietud ante la posibilidad de una imputación que, dado su aforamiento, recaería en el Tribunal Supremo.
La situación se complica aún más por la existencia de otros casos que afectan al entorno del presidente, como la investigación sobre su esposa, Begoña Gómez, en relación con el rescate de Air Europa. Los agentes de la UCO están ultimando también informes sobre este caso, que salpica directamente al círculo más cercano de Pedro Sánchez.
El caso Koldo, que comenzó como una investigación sobre la compra irregular de material sanitario durante la pandemia, ha ido ramificándose hasta convertirse en una amenaza para la estabilidad del Gobierno. La UCO ha ido encajando las piezas de lo que podría ser una trama de corrupción que alcanza a las más altas esferas del poder socialista.
La próxima entrega del informe al juez Puente marcará un antes y un después en esta investigación. Si finalmente se solicita el suplicatorio para investigar a Santos Cerdán, el número tres del PSOE se convertiría en el dirigente de mayor rango del partido en ser imputado por corrupción en la actual legislatura, lo que supondría un golpe devastador para la credibilidad del Gobierno de Pedro Sánchez.
Mientras tanto, los dispositivos electrónicos incautados siguen custodiados bajo llave, y ni los imputados ni los afectados directos pueden acceder a su contenido en este momento clave para la causa. La Fiscalía Anticorrupción se ha opuesto a devolver estos dispositivos a sus propietarios, alegando que sería «perturbador» para el proceso judicial en curso.