(PD).- Pepiño, angelical, no entiende que haya habido tanta polémica con una asignatura que lo único que hace es «explicar la Constitución, los Derechos Humanos o simplemente cómo se utiliza un preservativo«. Después de conocerse el fallo del Supremo que decide que no cabe la objeción de conciencia para Educación para la Ciudadanía los movimientos cívicos contra esta asignatura no están dispuestos a rendirse. La batalla judicial continúa. ¿Es la insumisión la solución?
El Gobierno y el PSOE están gallitos. Se relamen unos a otros con el fallo del Supremo en la mano y se congratulan del varapalo a los detractores de Educación para la Ciudadanía. Según Pepiño, «las rancias posiciones conservadoras que todavía mantiene una buena parte de la derecha española«. A su manera.
No obstante, y sabedores de que se les complica el panorama, el movimiento cívico contra Educación para la Ciudadanía continúa. Sin demasiadas esperanzas en la Justicia, los miles de padres que no quieren que sus hijos sean «adoctrinados» en las escuelas seguirán plantándole cara al Gobierno en los tribunales. «¿Cómo vamos a tener fe en el Supremo, si es un órgano totalmente politizado debido a la forma de designación de sus magistrados? Y ahora nos queda el Constitucional, que nació politizado, y luego Europa. Pero esto serán años«, declara a Periodista Digital Araceli Oñate, de Educador Digital y mientras, la batalla por las libertades públicas y los derechos fundamentales se libra en cada aula por niños, convertidos en los nuevos chivos expiatorios del centro.
– El Supremo ha convalidado la existencia de la asignatura, pero ha dejado una puerta abierta a impugnar libros de texto o incluso denunciar a los profesores cuando un padre entienda que se está adoctrinando con la asignatura. ¿Es esto así?
«Estamos ansiosos por conocer la argumentación jurídica del fallo, porque parece incurre en una «contraditio in terminis». Judicializar la educación es un error y abandonar a cada padre a denunciar al profesor de turno es perverso y condena a los padres a iniciar un calvario en el que se enfrentarían solos contra la Administración Educativa. Y eso no va a ninguna parte».
– Entonces, ¿qué salida tienen ahora aparte de la judicial?
«Ahora la sociedad civil está movilizada. Es importante dar un paso adelante, salir a la calle, preparar una gran manifestación y hacer frente al atropello del Estado desde la rebelión civil y la insumisión. Yo creo que no se trata sólo de los contenidos; estamos en desacuerdo con la existencia misma de la EpC, que es mucho mas que una asignatura. Ahora nos queda el camino de la insumisión como otra forma de objeción de conciencia».
UN CONTENIDO POLÉMICO
¿Por qué, tal y como dice Pepiño, una asignatura que consiste en «explicar la Constitución, los Derechos Humanos o simplemente cómo se utiliza un preservativo» es apoyada por los nacionalistas que repelen la Carta Magna? Porque es metira. Aunque el vicesecretario general del PSOE utilice la propaganda ramplona para impartir doctrina a los suyos, la realidad es que hay mucho más.
Es un problema de conciencia de muchos padres que entienden legítimamente que el Estado ha sobrepasado sus competencias y les roba su derecho de educar moralmente a sus hijos. Haciendo un repaso por diferentes libros de Educación para la Ciudadanía, queda patente la tenue línea que divide una u otra posición.
Irak fue invadido por EE UU e Inglaterra con la inestimable ayuda de los votantes del PP o cuando al fin murió Franco, los verdugos se sentaron a discutir y le regalaron a la población española una transición democrática son sólo algunas de las frases que se pueden encontrar en alguno de los manuales dirigidos a profesores de Educación para la Ciudadanía.
En algunos otros se ensalza sin remilgos el sistema comunista frente al capitalismo. Este último sistema económico es definido como el que ha conducido al mundo a un callejón sin salida, una matanza cotidiana y un suicidio global.
«Algunos todavía pensamos que la democracia comenzará un día ahí donde se ponga fin al chantaje con el que el capitalismo educa para la ciudadanía».
En cuestión de regímenes de gobierno, por una parte, se destaca en algunos manuales dirigidos a profesores de esta asignatura que la labor de la revolución cubana y la historia reciente de Venezuela y, por otra, se cuestiona si España o EE UU son realmente un Estado de Derecho.
Los ejemplos empleados para explicar la libertad o la familia no se quedan atrás. Para la primera cuestión animan a las chicas a no conservar la virginidad hasta el matrimonio para así evitar ser siervas de un sinfín de prejuicios y costumbres machistas.
Incluso en algunos manuales no se olvidan de pasar por la cuchilla a César Vidal, Jiménez Losantos o Gabriel Albiac.
Sólo unos ejemplos de una asignatura fácilmente moldeable y cuyos contenidos permiten a los centros y a los profesores entrar en la moral de los niños.