En la nave de Air India que se estrelló en la montaña más alta de Europa perdieron la vida 117 personas

46 años después, el Mont Blanc sigue devolviendo restos del ‘Kangchenjunga’

Dentro, no había diamantes, ni lingotes de oro, sino rollos de papel en mal estado. Estiramos uno de ellos y vimos que se trataba de periódicos indios

El Mont Blanc sigue devolviendo restos del «Kangchenjunga», el avión de Air India que se estrelló contra un glaciar de la montaña más alta de Europa (4.810 metros) el 24 de enero de 1966, en un siniestro que costó la vida a 117 personas.

Según informó hoy la agencia local ATS, dos empleados de la oficina de Alta Montaña de Chamonix (Francia) encontraron la semana pasada una valija diplomática, un saco de arpillera con las inscripciones «Correo Diplomático» y «Ministerio de Exteriores».

Los empleados, expertos montañeros, fueron alertados por un grupo de turistas «que habían visto algo brillante sobre el glaciar de Bossons», frecuentado por numerosas personas en esta época del año.

«Decidimos subir y encontramos pedazos de la cabina del avión, un zapato, cables. Hay un auténtico vertedero ahí arriba», explicó Arnaud Chistimann, quien aseguró que también vieron una rueda de avión y, no muy lejos, un saco que «parecía haber sido dejado por alguien».

«Dentro, no había diamantes, ni lingotes de oro, sino rollos de papel en mal estado. Estiramos uno de ellos y vimos que se trataba de periódicos indios», indicó Christmann.

El saco contenía también un documento de entrega con destino a Nueva York fechado el 22 de enero de 1966, dos días antes del accidente de «Kangchenjunga», un Boeing 707 que realizaba la ruta entre Bombay y esa ciudad estadounidense, con escalas en Beirut y Ginebra.

Christmann afirmó que el saco y los otros restos del avión han salido a la superficie del glaciar debido a las altas temperaturas registradas este verano en el Mont Blanc.

«El glaciar avanza y esto hace que desde hace años escupa pedazos» del avión accidentado de Air India, una compañía para la que el Mont Blanc tiene una historia maldita, ya que 16 años antes otra nave, la «Malabar Princess», se estrelló en la misma zona cuando hacía el mismo recorrido, con el resultado de 165 muertos.

La aparición de restos del «Kangchenjunga» podría arrojar algo de luz sobre un accidente cuyas causas quedaron sin esclarecer.

El avión, que paradójicamente llevaba el nombre de uno de los picos míticos del Himalaya, perdió contacto con la torre de control del aeropuerto de Ginebra cuando se disponía a hacer la aproximación a esta ciudad volando a unos 6.200 metros de altitud.

La tarea de los equipos de rescate, algunos de cuyos miembros habían sido testigos también de la desgracia del «Malabar Princess» fue muy penosa y peligrosa en pleno invierno septentrional, con una temperatura de 25 grados bajo cero y rachas de viento de 80 kilómetros por hora, por lo que se recuperaron pocas evidencias.

Sin conclusión oficial sobre los motivos del accidente, los periódicos de la época especularon con la posibilidad de que el aparato chocara con un avión militar italiano o de que se tratara de un atentado, ya que entre las víctimas del siniestro figuraba Homi Bahabha, el padre de programa nuclear de la India.

 

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